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Dos alumnos de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Minas y Energía, ubicada en el campus de Torrelavega.

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Dos alumnos de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Minas y Energía, ubicada en el campus de Torrelavega. Luis Palomeque

El futuro de las ingenierías de la UC está aún por escribirse

La Universidad de Cantabria oferta un amplio catálogo de grados y másteres para formar a las próximas generaciones de ingenieros

M. Martínez

Jueves, 9 de mayo 2024, 07:19

«Posiblemente dentro de unos años surja la necesidad de contar con ingenierías que, hoy en día, ni si quiera imaginemos», augura Tomás Fernández, y cuando eso ocurra, el director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros (ETSI) Industriales y de Telecomunicación confía en que su centro esté preparado para afrontar el reto, para hacer que evoluciones los grados que ya oferta, para combinarlos entre sí o para armar nuevos planes de estudio. Lo que está claro es que Fernández adivina un futuro prometedor para los títulos de ingeniería de su Escuela –se imparten seis grados y cinco másteres relacionados con la ingeniería industrial, química y de telecomunicación– y, quizá de forma indirecta, para todos los que oferta la Universidad de Cantabria (UC) en otras Escuelas y facultades de Santander y Torrelavega: Caminos, Minas y Energía, Náutica y Ciencias (por sus nombres abreviados). Fernández observa una tendencia al alza en las matriculaciones y, sobre todo, en la demanda de las empresas, que, en su caso particular, la Escuela aún no puede cubrir por entero.

A juzgar por estas reflexiones, parece que el futuro de las ingenierías está aún por escribirse... con letras doradas. Y una de las claves que apuntan los directores de las escuelas y centros con oferta en este tipo de estudios es que la formación que se procura en la UC es completa y adaptada al presente. «Durante la formación de grado, en los tres primeros cursos el alumnado adquiere conocimientos básicos y pretecnológicos de cualquier ingeniería; y, durante el último curso, el alumnado recibe formación más específica de la titulación que cursa», expone Julio Manuel de Luis, al frente de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Minas y Energía, con sede en Torrelavega. De Luis añade que esta formación «adaptada a las necesidades de la sociedad» encuentra, un nuevo complemento para la especialización en los dos másteres que tiene en catálogo la Escuela que dirige.

Los títulos de grado

  • Náutica Grado en Ingeniería Náutica y Transporte Marítimo; Ingeniería Marina, e Ingeniería Marítima en Propulsión y Servicios del buque. Se imparten dos másteres.

  • Minas y Energía Grados en Ingeniería de los Recursos Mineros y en Ingeniería de los Recursos Energéticos. Se imparten dos másteres.

  • Ciencias Grado en Ingeniería Informática. Se imparte un máster.

  • Industriales y Telecomunicación Grado en Ingeniería Eléctrica; en Ingeniería Electrónica Industrial y Automática; en Ingeniería Mecánica; Ingeniería Química; en Ingeniería en Tecnologías Industriales, y en Ingeniería de Tecnologías de Telecomunicación. Se ofertan, además, cinco másteres.

  • Caminos, Canales y Puertos Grado en Ingeniería Civil. Seis másteres ofertados.

Los grados impartidos en la Escuela de Minas y Energía gozan de buena salud y su matrícula «se encuentra estabilizada en números aceptables», continúa De Luis, que de la pérdida de alumnado que han experimentado algunas ingenierías ha hecho virtud, aprovechando para impartir una «formación mucho más personalizada». ¿Y el futuro? «Alentador», responde. «La sociedad demanda muchos más técnicos competentes de los que actualmente se están generando en las Escuelas. Esto hace que la inserción profesional sea elevadísima y, además, se intuye que en los próximos años seguirá creciendo. Por otra parte, la formación es cada vez más competitiva, genera egresados mejor formados y con más capacidades», añade De Luis, quien, deteniéndose en el ámbito de la minería y la energía, descubre un dato clave: «No se debe olvidar que la transición energética está por hacer y los requerimientos de materias primas minerales, llamadas críticas, y la eficiencia de las energías renovables son cuestiones en las que nuestros egresados impactan directamente». Así que hay futuro prometedor a la vista.

Hechos diferenciales

Ese adjetivo usa Andrés Ortega Piris, director de la Escuela Técnica Superior de Náutica, para referirse a sus títulos. Hay un «hecho diferencial» clave: «Al ser las únicas ingenierías que existen en todo el país, el alumnado de fuera de Cantabria que decide estudiar en una escuela de náutica elige Santander frente a otras ofertas». Pero el futuro también lo garantiza el sector portuario y de astilleros con sede en Cantabria y las grandes industrias de la región, que cuentan en todos los casos «con algún egresado de nuestra escuela, algunos de ellos ocupando ya puestos de gran responsabilidad». «Yo tengo muy claro –añade Ortega– que nuestra escuela es el nicho de talento que el sector naval necesita en Cantabria».

Náutica suma 300 matriculados en los tres grados ofertados, que adquieren los conocimientos, habilidades y destrezas que sin inherentes a los profesionales de la marina mercante y de la Ingeniería Técnica Naval. Con sus grados y másteres, la Escuela da continuidad «a la formación hasta el nivel de gestión de Capitanes y Jefes de Máquinas, lo que nos permite abarcar una parte muy importante del espectro de la formación universitaria en titulaciones relacionadas con el mundo de la navegación y de la ingeniería». Hasta ahora, continua Ortega, «nuestros egresados están siendo muy valorados en las empresas tanto para trabajar embarcados como para cubrir puestos de alta responsabilidad en tierra». Pleno empleo y salarios altos son otros incentivo que subraya el director de Náutica.

Buenos indicadores en Informática

También gozan de pleno empleo en uno de los títulos más demandados de la UC: Ingeniería Informática, que se imparte en la Facultad de Ciencias del campus de Las Llamas y cuyos indicadores revelan que tiene futuro por delante. ¿De qué cifras hablamos? He aquí unos cuantos ejemplos: una nota de corte para el curso 2023-24 de 10,535 puntos, que revela la alta demanda que tiene este grado; un proceso de preinscripción que suma 270 solicitudes (en primera opción) para 60 plazas -lo que convierte a esta ingeniería en la más demandada en este paso del procedimiento-, o un porcentaje de fidelidad de la demanda del 95%, con amplia presencia de alumnado cántabro, destaca Beatriz Porras, decana de Ciencias. «La demanda en esta ingeniería es altísima», confirma.

Además del grado, Ciencias oferta un máster en Ingeniería Informática que «está creciendo en su aceptación», confirma Porras, y que completa el proceso de profundización en las menciones que ya procura la titulación. Así que aquí el futuro solo puede ver con optimismo.

De vuelta a la ETSI Industriales y de Telecomunicación, el fuerte interés del alumnado se traduce en un incremento de matriculaciones «año tras año en todos nuestros grados» y también ese «casi inexistente nivel de desempleo», que se sitúa en un 2%. «Con las lógicas variaciones entre diferentes años, de forma general, todos nuestros grados cubren su cupo habiendo algunas de ellas en las que no pueden entrar todas las personas que lo solicitan a resultas de que el número de preinscripciones es bastante mayor que el de plazas ofertadas», añade Fernández.

Y ese interés, interpreta, se mantendrá, también entre las empresas. «Algo que es intrínseco a la ingeniería, y así lo defendemos en nuestra Escuela, es la capacidad de nuestros egresados para adaptarse a los cambios que las ciencias básicas y la tecnología introducen en nuestro día a día; en nuestra escuela enseñamos a aprender de forma autónoma lo que los prepara para hacer frente a los nuevos retos tecnológicos, cuando ya están fuera del entorno académico», defiende Fernández.

En términos generales, se puede decir que las ingenierías de la UC han recuperado el pulso de las matrículas después de atravesar un periodo más crítico. En el caso de la Ingeniería Civil, con solicitudes por encima de las noventa –según datos de 2023– puede concluirse que está en buena forma.

El título que imparte la ETSI de Caminos, Canales y Puertos, cuya dirección recae en Daniel Castro, tiene solera. También lo tienen los másteres de especialización y los programas de doctorado ofertados en el centro. Además uno de sus puntos fuertes es su itinerario bilingüe internacional, que se traduce, entre otras cosas, en estancias en campus de prestigio, como Cornell, Princeton, laUniversity of Rhode Island o la Central Florida, por mencionar únicamente los ubicados en EE UU. «El itinerario bilingüe (IBI) que se imparte en el grado en ingeniería civil conlleva la formación internacional de nuestro alumnado, quien cursa parte del grado en inglés y se forma durante el tercer año de carrera en instituciones extranjeras de alto prestigio, como las mencionadas anteriormente», indica el director de la Escuela, Daniel Castro, que, según ha expresado varias veces, una de sus motivaciones al frente de este centro es la captación de talento. «El futuro que auguro a nuestra Escuela es muy prometedor. Junto con los dos colegios profesionales que tienen vinculación con nuestra Escuela -el Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos y el de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas- estamos haciendo un esfuerzo importante para abrir nuestra profesión a la sociedad», añade el director, es decir, abrirla a futuros estudiantes a los que transmitir «los valores, el compromiso y la responsabilidad histórica» de la Escuela y la profesión.

El futuro

Las Escuelas de Caminos, Náutica, Minas y Energía, e Industriales y Telecomunicación, y en la Facultad de Ciencias miran al futuro con bastante optimismo. En primer lugar, «hoja de ruta» del centro que dirige Ortega Piris, satisfecho con unas matriculaciones altas, pasa por «ofrecer todos los estudios conducentes a los títulos profesionales de Marina Mercante y a las atribuciones profesionales de los actuales Ingenieros Técnicos Navales».

En segundo, y dada la «altísima demanda» que experimenta el grado de Ingeniería Informática, Ciencias aspira a ensancharse. «Pensamos ya en la posibilidad de crecer y amplia el número de plazas, hay mucha demanda de profesionales», señala Beatriz Porras.

En la EPI de Minas y Energía quieren centrar el tiro en la mejora y personalización de la formación, sin perder de vista «que tenemos potencial para crecer un poco» en términos de matriculación. Y en la ETSI Industriales, el futuro tiene que ver con estar preparados para todas esas nuevas demandas sociales, algunas aún intraducibles, y con mantener los estándares de calidad de su formación, sus programas de movilidad y sus prácticas externas. «Hoy, en España los estudios de ingeniería gozan de muy buena salud y despiertan gran interés entre los futuros universitarios y, en este aspecto, Cantabria no es una excepción», se despide Fernández convencido.

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