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Nacho González Ucelay
Santander
Viernes, 28 de marzo 2025, 11:20
La Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca y Alimentación abatirá 41 lobos –el 20% de la población estimada, de acuerdo con sus cálculos–, en aplicación ... del Plan de Gestión del Lobo, que quedó interrumpido en septiembre de 2021 al producirse la entrada del cánido en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre) y que se va a reanudar tres años y medio después al haberse aprobado su salida. Las extracciones tendrán un año de vigencia, se llevarán a cabo en diferentes comarcas de la región y comenzarán a realizarse una vez que la resolución se publique en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC), donde no podrá aparecer hasta que la Ley de Desperdicio Alimentario, por la que se derogó la orden que prohibía matar lobos, lo haga en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Así lo ha anunciado esta mañana la consejera del área, María Jesús Susinos, en un encuentro que ha mantenido con la prensa minutos antes de sentarse a la Mesa del Lobo con los agentes interesados para debatir con ellos esta propuesta.
Según ha explicado Susinos, la Consejería quiere parar con esta resolución el avance descontrolado del lobo por la provincia, donde la especie ha provocado «una gran cantidad de daños al sector ganadero».
«Desde que fue introducido en el Lespre, en septiembre de 2021, el lobo ha protagonizado cerca de 2.500 ataques anuales, ha matado a más de 3.200 animales y ha extendido su presencia por el 80% del territorio de nuestra comunidad, y nosotros, a cambio, estamos pagando daños por valor superior a 1,7 millones de euros», ha resumido la consejera, que ha precisado que en los últimos treinta años «se ha multiplicado por ocho el número de grupos familiares» y que la especie «se mueve ahora mismo por lugares donde nunca debiera haber estado». Todo ello, ha dicho, «pone en grave riesgo la viabilidad de las explotaciones ganaderas de la región» e «impide la convivencia con el desarrollo socioeconómico de nuestro medio rural y, sobre todo, con la ganadería extensiva, tan necesaria para conservar y proteger nuestro medio natural».
En este contexto, ha explicado, «resulta indispensable volver a aplicar el artículo 6.2 de nuestro Plan de Gestión del Lobo» que establece el control poblacional de la especie y que su Consejería va a desarrollar de forma inminente y «a máximos».
Ese plan, ha recordado Susinos, establece la extracción de «hasta un 20% de la población lobera». Y ese es, exactamente, el porcentaje de ejemplares que se ha previsto abatir. El máximo. «41 lobos» que van a extraerse «de las comarcas de Liébana (4), el Nansa (5), el Saja (5), el Besaya (5), el Pas/Pisueña (5), el Asón/Miera (2), Campoo-Los Valles (10), del resto de municipios incluidos en la Zona-2 (3) y de los incluidos en la Zona-3 (2).
Estas extracciones, que tendrán una vigencia de un año y efectuarán los agentes del Medio Natural, tal y como establece el plan gestor, comenzarán a efectuarse «una vez que la resolución se publique en el BOC», trámite que «no podrá realizarse hasta que la Ley de Desperdicio Alimentario norma (mediante la cual se ha introducido la orden que sacar al lobo del Lespre) no se publique en el BOE». En cuanto eso suceda, una, semana, diez días a lo sumo, «empezaremos a realizar las extracciones», ha concluido Susinos, que ha matizado que las batidas se van a llevar a cabo no de una forma escalonada sino «todas a la vez».
Además de esa propuesta, Susinos ha llevado a la Mesa del Lobo el borrador del nuevo Plan de Gestión que los técnicos de su departamento están elaborando con la idea de modificar un documento que data de abril del año 2019 y que establecía una vigencia de cinco años que ya ha finalizado y que incorpora algunos cambios sobre los que la consejera quería informar al resto de integrantes de la mesa.
«Traemos la nueva zonificación», ha empezado diciendo Susinos, que ha explicado que en el plan de gestión actual hay 36 municipios que se encuentran en la llamada Zona-1, que engloba a los ayuntamientos que tienen que convivir con el lobo y que la Consejería quiere ampliar con nueve municipios nuevos.
«Y traemos también el nuevo baremo de daños», ha continuado. «Ahora mismo existe un desfase entre ese baremo por el que nosotros nos guiamos para indemnizar a los ganaderos que han sufrido ataques de lobos y el precio real de esos animales en el mercado», ha admitido Susinos, que ha planteado a las partes una nueva propuesta económica, así como un nuevo calendario de reuniones «porque la idea es que el borrador quede terminado para el mes de junio y sea aprobado antes de que finalice el presente año».
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