El PRC ganará las elecciones pero necesitará al PP o PSOE para gobernar con mayoría absoluta

El Partido Popular de Cantabria, con María José Sáenz de Buruaga como candidata, seguiría en caída libre en la región y, con 8-9 diputados, perdería hasta cinco escaños en el Parlamento autonómico (logró 13 en los comicios de 2015 y 20 en los de 2011). Después de vencer en las últimas seis elecciones autonómicas, el PP dejaría de ser el partido más votado en Cantabria en favor del PRC y sufriría un fuerte retroceso en uno de sus tradicionales bastiones.

El Partido Socialista sería otro de los triunfadores de los comicios y confirmaría su tendencia al alza tras los buenos resultados logrados en las elecciones generales del pasado 28 de abril, cuando fue la formación más votada en la región, logrando un éxito que se le resistía desde 1993. El equipo liderado por Pablo Zuloaga estaría en condiciones de revertir la situación de las dos últimas autonómicas y crecería desde los cinco (su suelo electoral en unas elecciones regionales) hasta los siete parlamentarios en el antiguo hospital de San Rafael.

Con esta distribución de escaños entre las tres principales fuerzas políticas de la región, el PP y el PSOE serían las dos únicas formaciones con las que el PRC de Miguel Ángel Revilla podría lograr mayoría absoluta. Además, quedaría descartado un 'pacto a la andaluza' entre las tres formaciones que ocupan el centro derecha –PP, Ciudadanos y Vox– al no sumar los 18 diputados en los que está establecida la mayoría absoluta en la Cámara y, por lo tanto, no podrían gobernar. Así, el líder regionalista estaría en condiciones de reeditar alguno de los acuerdos a los que ya llegó tras anteriores elecciones con socialistas y populares, eso sí, ahora con la vitola de ser la formación más votada en Cantabria, el gran anhelo del actual presidente regional.

Entre el resto de partidos, Ciudadanos, que lleva al exdiputado nacional Félix Álvarez como candidato, experimentaría un ligero crecimiento que le permitiría ganar un escaño en el Parlamento (pasaría de dos a tres), mientras que Podemos esquivaría su difícil situación interna y sólo perdería uno de sus tres representantes. Vox confirmaría su irrupción en la política cántabra con dos miembros en el hemiciclo gracias a un crecimiento de seis puntos en intención de voto.

Estas son las principales conclusiones a las que ha llegado la encuesta realizada por la empresa Sigma Dos para El Diario Montañés sobre intención de voto para las elecciones del 26 de mayo. Un sondeo confeccionado en base a 700 entrevistas telefónicas, realizadas entre el 6 y el 8 de mayo, y que presenta un error de ±3,78% para un nivel de confianza del 95,5%.

El muestreo demoscópico, primero que se realiza después de las elecciones generales, presenta un nuevo escenario político en la región respecto a los comicios del 28 de abril. Primero, porque pronostica el triunfo electoral del PRC en detrimento del gran dominador durante los últimos 24 años, el PP; segundo, porque augura la presencia por primera vez de seis fuerzas políticas en el Parlamento regional debido a la llegada de Vox; tercero, porque confirma que el PP, arrastrado por los resultados nacionales, no logra frenar su caída; cuarto, porque el PSOE sigue al alza, aunque en este caso menguada por el impulso del PRC; y quinto, porque la fuerza con la que surgieron hace cuatro años Ciudadanos y Podemos se ve frenada, con un ligero crecimiento de los primeros y la pérdida de apoyos del segundo.

El sondeo confirma, además, que el voto de centro derecha ha dejado de ser mayoritario en la región como ya ocurrió en las elecciones autonómicas de 2015. Según Sigma Dos, PP, Ciudadanos y Vox sumarían el 36,9% de los votos, lo que significaría dos puntos menos que hace cuatro años.

Si se cumplen los pronósticos de la encuesta, el PRC de Miguel Ángel Revilla logrará su primera victoria electoral y con ello, el presidente cántabro cumplirá el «sueño» que lleva deseando los últimos años: no retirarse de la vida política con la «espina clavada» de no haber ganado nunca las elecciones.

La muestra otorga a los regionalistas el 33,4% de los votos y una horquilla de 12-13 escaños. El PRCmejoraría un 3,6% en intención de voto e igualaría o superaría en uno los diputados en el Parlamento que obtuvo en 2015, donde se quedó a uno solo del PP. Revilla, con la fuerza que da el parlamentario nacional que obtuvo el partido en las elecciones generales (en la figura de José María Mazón), se beneficia de la fragmentación del voto de centro derecha con la llegada de Vox para superar a los populares y logra limitar en Cantabria el crecimiento que todas las encuestas prevén para los socialistas en el resto de comunidades que celebran elecciones. Ahora bien, para poder gobernar con mayoría absoluta y tener una legislatura estable, al líder regionalista le faltarían cinco apoyos. Y las opciones que presenta la encuesta para alcanzarla se limitan a dos formaciones:el PSOEy el PP.

Con los socialistas, con los que ha compartido Gobierno en los últimos cuatro años, la situación para reeditar el pacto es ahora bien distinta. Los cambios experimentados en el PSOE nacional con el regreso de Pedro Sánchez han tenido su reflejo en el partido en Cantabria, de tal forma que entre los dirigentes socialistas ya no queda nadie de los que pactaron con Revilla en 2015. Y es público que las relaciones que el presidente mantiene con el líder del PSC-PSOE, Pablo Zuloaga, nada tienen que ver con las que mantenía con Eva Díaz Tezanos.

Aquí es donde puede tener un factor clave la presencia de Mazón en el Congreso de los Diputados. Un apoyo del nuevo parlamentario nacional a la investidura de Pedro Sánchez podría incluir también un acuerdo regional. Es una de las bazas que Revilla tiene en el bolsillo para garantizarse los apoyos en Cantabria.

Un posible pacto con el PP parece, en principio, más alejado. A favor aparece el cambio experimentado en la dirección popular, más abierta que la anterior al entendimiento con otras fuerzas políticas, tal y como ya ha dejado entrever su presidenta María José Sáenz de Buruaga (hay que recordar que Ignacio Diego, pese a ganar las elecciones de 2015, descartó la misma noche electoral encabezar la formación de Gobierno). En contra, está que los postulados políticos de PRC y PPestán en las antípodas en algunas materias.

Para el PP, la encuesta augura un escenario muy complicado. El partido de Buruaga sería el gran derrotado, con una pérdida de cuatro-cinco escaños y 10,5 puntos. El PP pondría fin a una trayectoria de seis elecciones autonómicas ganadas y cosecharía el peor resultado de su historia salvo en 1991 donde la fractura con la UPCA de Juan Hormaechea le dejó en sólo seis escaños.

El PP se ve afectado por varios factores ya conocidos: el arrastre de los malos resultados nacionales y la crisis por el cambio de liderazgo, el propio desgaste interno en Cantabria tras el convulso congreso y la polémica designación de Ruth Beita como candidata, el crecimiento de Cs, la llegada de Vox y también los votos que se 'fugan' al PRC.

El PSOE, por su parte, seguiría al alza, como prevén las encuestas en todas las comunidades, aunque en el caso concreto de Cantabria se ve limitado por el empuje del PRC. Aún así, los socialistas de Zuloaga crecerían un 3,9% y conquistarían dos escaños más que en 2015 para sumar siete. Hay que recordar que el PSOE cántabro viene de perder la mitad de su apoyo, en votos y escaños, en las dos últimas elecciones (2015 y 2011).

La encuesta prevé también la llegada de Vox al Parlamento. Lo hará con un fuerte incremento del 6,3% y dos diputados, mientras que Cs no lograría rentabilizar en Cantabria el tirón nacional de Rivera aunque sí ganaría un diputado.