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Dos jóvenes ganaderos lebaniegos lamentaban la pasada semana los últimos ataques de lobos sufridos por su ganadería. Más de una docena de ovejas y una perra mastina han perdido los afectados en las localidades de Yebas, Los Cos y Piasca, en Cabezón de Liébana.
A esta situación, ya recurrente, se ha referido la diputada de Cs en el Parlamento regional, Marta García. «Es muy difícil mantener la ganadería extensiva en Cantabria si los lobos siguen bajando a las puertas de nuestras casas». García ha registrado una pregunta dirigida al consejero de Ganadería del Ejecutivo cántabro, el regionalista Guillermo Blanco, acerca de cómo se está poniendo en práctica el Plan de Gestión del Lobo y «las medidas que contempla». «Es el caso», ha dicho, «del estudio de la especie», además «del pago de los servicios ambientales, el control poblacional y las actuaciones preventivas para minimizar los daños a la ganadería extensiva».
García ha recordado que Cs alcanzó un acuerdo con PRC y PSOE para la aprobación de los Presupuestos Generales de Cantabria (PGC) para 2019 que recogía la modificación de la Ley de Caza «con el fin de garantizar a los ganaderos el cobro de los daños causado por los lobos», así como para poner en marcha el Plan de Gestión del Lobo, algo que «finalmente sucedió en el mes de abril».
«No podemos dejar abandonados a los ganaderos cuando se nos llena la boca hablando de crear riqueza en el medio rural y fijar población», ha subrayado Marta García, que ha llamado la atención acerca de que se trata de un «problema» que supone «una alarma constante» para las ganaderías. «Los ganaderos son conscientes de que deben convivir de forma sostenible con estos animales, pero eso no significa que sus reses se vean amenazadas permanentemente», ha señalado, «máxime cuando hay un Plan de Gestión y una dotación presupuestaria para ejecutar las medidas que recoge».
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