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Ilustración: Marc González / Adobe Stock
La garcilla, un ave que se cuenta por miles

La garcilla, un ave que se cuenta por miles

Estos ejemplares, que se mueven en grupos grandes, han encontrado «un hábitat idóneo» en Cantabria y su presencia se ha multiplicado en los últimos años

Viernes, 24 de febrero 2023

El número de ejemplares se ha multiplicado en los últimos años. Y, con el tiempo, se han convertido en residentes habituales que pasan todo el año instalados en Cantabria. Las garcillas bueyeras se han hecho fuertes en la región y, no solo se han extendido por toda la geografía, además su presencia se cuenta por miles. La expansión de la especie es evidente. Se ven cada vez más. No obstante, no es sencillo explicar el motivo que se esconde detrás de esa conquista del territorio. «No está muy claro, no ha cambiado ningún factor en los últimos años en los ha comenzado a expandirse», reconoce Ludovico de Vega, técnico de SEO BirdLife en la comunidad autónoma. Para Alejandro García, director de Aves Cantábricas, S. L., la explicación está en el «cambio climático». En cualquier caso, aunque falte esa explicación más clara, decir que las garcillas han colonizado Cantabria es una realidad. Se ven a menudo y en puntos muy diversos. Incluso llegan a acercarse a «núcleos urbanos» aunque de momento «principalmente siguen en praderías», añade el técnico. En la organización tienen una cifra de 2014. Entonces se contabilizaron más de 7.000 ejemplares durante el invierno y en torno a 3.500 en primavera. Un estudio que les sirvió para ver cómo la población se duplica durante los meses más fríos. Probablemente porque en ese tiempo bajan a Cantabria «los animales que crían en Reino Unido, Alemania y otros puntos del norte», explica De Vega.

A falta de un censo más reciente y específico, sí hay algunos datos que reflejan la elevada presencia de las garcillas en la región. En las Marismas Blancas de Astillero, en un muestreo hecho en enero, registraron la entrada de «5.500 garcillas». Eso en un único dormidero. Si se sumara el resto de la geografía cántabra, no es arriesgado aventurar que la cifra supere esas 7.000 aves de hace una década.

Garcilla bueyera

Bubulcus ibis

Es una garza acomodaticia y adaptable.

Está en un proceso colonizador que la ha

llevado a extenderse por todo el mundo

Todo el año

Invernada

Cría estival

Hábitat

El comportamiento de esta ardeida resulta

menos acuático que los de otras especies del

grupo. Frecuenta pastizales con abundante

ganado, aunque tampoco falta en zonas

encharcables y lagunas de poca profundidad

Vuelo

Posición

en vuelo

Activo y móvil, Vuela con

rápidos aleteos en línea.

Se agrupan en formaciones pequeñas y desordenadas

Cuello

recogido

Patas

extendidas

Partes

del ala

Envergadura

82-95 cm

Primarias

Secundarias

Terciarias

Cola

Resulta muy blanca y rechoncha en vuelo, con las formas más compactas que otras garzas

Identificación

Esta garza de pequeño tamaño y formas

compactas se caracteriza por tener el cuello,

las patas y el pico cortos y por el color blanco

de su plumaje. Sin diferencias sexuales

Pico corto

anaranjado

Píleo

anaranjado

Cuello robusto

Manto

Plumaje

blanco

Mentón

cubierto

de plumas

Pecho

Patas cortas de

color amarillo grisáceo

Longitud

45-52 cm

Alimentación

Especie oportunista. Tiene hábitos

alimentarios bastante poco exigentes y

adaptados a las disponibilidades del medio.

Predominan los insectos e invertebrados.

Es frecuente verlos en campos de labranza

Coloración

de cortejo

Reproducción

En época de reproducción los dormideros

pueden albergar miles de parejas. Los nidos

se ubican en árboles. Su construcción consiste

en una pila de ramas de unos 20-45 cm de

diámetro y 12-25 cm de altura

La puesta de huevos

Mediados de mayo

y finales de junio

Consta de cuatro o cinco huevos. Su incubación dura 22-26 días. Los pollos transcurridos unos 20 días, ya deambulan por las ramas aledañas al nido

1 cm

Garcilla bueyera

Bubulcus ibis

Es una garza acomodaticia y adaptable.

Está en un proceso colonizador que la ha

llevado a extenderse por todo el mundo

Presente todo el año

Invernada

Zona de cría estival

Hábitat

El comportamiento de esta ardeida resulta menos

acuático que los de otras especies del grupo. Frecuenta

pastizales con abundante ganado, aunque tampoco falta

en zonas encharcables y lagunas de poca profundidad

Posición

en vuelo

Vuelo

Posición

en vuelo

Activo y móvil, Vuela con

rápidos aleteos en línea.

Se agrupan en formaciones pequeñas y desordenadas

Cuello

recogido

Patas

extendidas

Envergadura

82-95 cm

Partes

del ala

Primarias

Secundarias

Coberteras

Terciarias

Cola

Resulta muy blanca y rechoncha en vuelo,

con las formas más compactas que otras garzas

Identificación

Esta garza de pequeño tamaño y formas

compactas se caracteriza por tener el cuello,

las patas y el pico cortos y por el color blanco

de su plumaje. Sin diferencias sexuales

Pico corto

anaranjado

Píleo

anaranjado

Cuello robusto

Manto

Plumaje

blanco

Mentón

cubierto

de plumas

Pecho

Patas cortas de

color amarillo grisáceo

Longitud

45-52 cm

Alimentación

Especie oportunista. Tiene hábitos alimentarios

bastante poco exigentes y adaptados a las

disponibilidades del medio. Predominan los

insectos y otros invertebrados. Es frecuente

observarlos en campos de labranza

Coloración

de cortejo

Reproducción

En época de reproducción los dormideros pueden albergar miles de parejas. Los nidos se ubican en árboles. Su construcción consiste en una pila de ramas de unos 20-45 cm de diámetro

y 12-25 cm de altura

La puesta de huevos

Mediados de mayo y finales de junio

Consta de cuatro o cinco huevos. Su incubación dura 22-26 días. Los pollos transcurridos unos 20 días, ya deambulan por las ramas aledañas al nido

1 cm

Garcilla bueyera

Bubulcus ibis

Es una garza acomodaticia y adaptable que a principios del siglo pasado

comenzó un proceso colonizador que todavía persiste y que la ha llevado

a extenderse desde el sur de Europa hasta Oceanía y desde África hasta Norteamérica

Presente todo el año

Zonas de invernada

Zona de cría estival

Hábitat

El comportamiento de esta ardeida resulta menos acuático que los de otras

especies del grupo. Frecuenta pastizales con abundante ganado, aunque

tampoco falta en zonas encharcables y lagunas de poca profundidad

Vuelo

Posición

en vuelo

Patas

extendidas

Activo y móvil, hace carreras cortas precipitadas. Vuela con rápidos aleteos en línea. Se agrupan en formaciones pequeñas y desordenadas

Cuello

recogido

Envergadura

82-95 cm

Partes

del ala

Primarias

Secundarias

Terciarias

Coberteras

Cola

Resulta muy blanca y rechoncha en vuelo,

con las formas más compactas que otras garzas

Identificación

Esta garza de pequeño o mediano tamaño y formas bastante compactas se caracteriza por tener el cuello, las patas y el pico relativamente cortos y por el color mayoritariamente blanco de su plumaje, en el que apenas se aprecian diferencias sexuales

Ojos amarillos

Píleo

anaranjado

Pico corto

anaranjado

Cuello corto

y robusto

Manto

Mentón

cubierto

de plumas

Plumaje blanco

adornado con

tonos anaranjados

Pecho

Longitud

45-52 cm

Patas relativamente

cortas de color

amarillo grisáceo

Alimentación

Especie oportunista. Tiene hábitos alimentarios

bastante poco exigentes y adaptados a las

disponibilidades del medio. Predominan los

insectos y otros invertebrados. Es frecuente

observarlos en campos de labranza

Coloración

de cortejo

Reproducción

En época de reproducción los dormideros pueden albergar varios miles de parejas. Los nidos se ubican en árboles. Su construcción la llevan a cabo las hembras con material aportado por el macho y consiste en una pila de raíces, tallos y ramas de unos 20-45 cm de diámetro y 12-25 centímetros de altura

1 cm

La puesta de huevos

Entre mediados de mayo y finales de junio

Consta de cuatro o cinco huevos blancos. Su incubación, a cargo de ambos sexos, se prolonga durante 22-26 días. Los pollos son atendidos por los dos adultos y, transcurridos unos 20 días, ya deambulan por las ramas aledañas al nido

Garcilla bueyera

Bubulcus ibis

Es una garza acomodaticia y adaptable que a principios del siglo pasado

comenzó un proceso colonizador que todavía persiste y que la ha llevado

a extenderse desde el sur de Europa hasta Oceanía y desde África hasta Norteamérica

Presente todo el año

Zonas de invernada

Zona de cría estival

Hábitat

El comportamiento de esta ardeida resulta menos acuático que los de otras especies

del grupo. Frecuenta pastizales con abundante ganado, campos de labor y cultivos cuando

busca alimento, aunque tampoco falta en zonas encharcables y lagunas de poca profundidad

Vuelo

Posición

en vuelo

Patas

extendidas

Activo y móvil, hace carreras cortas precipitadas. Vuela con rápidos aleteos en línea. Se agrupan en formaciones pequeñas y desordenadas

Cuello

recogido

Envergadura

82-95 cm

Partes

del ala

Primarias

Secundarias

Terciarias

Coberteras

Cola

Resulta muy blanca y rechoncha en vuelo,

con las formas más compactas que otras garzas

Identificación

Esta garza de pequeño o mediano tamaño y formas bastante compactas se caracteriza por tener el cuello, las patas y el pico relativamente cortos y por el color mayoritariamente blanco de su plumaje, en el que apenas se aprecian diferencias sexuales

Ojos amarillos

Píleo

anaranjado

Pico corto. Oscuro al

principio, cambia rápido

a completamente amarillo

Cuello corto

y robusto

Manto

Mentón

cubierto

de plumas

Plumaje blanco adornado con tonos anaranjados en el píleo, la nuca, el pecho y la espalda

Pecho

Patas relativamente

cortas de color

amarillo grisáceo

Longitud

45-52 cm

Alimentación

Especie oportunista. Tiene hábitos alimentarios

bastante poco exigentes y adaptados a las

disponibilidades del medio. Predominan los

insectos y otros invertebrados. Es frecuente

observarlos en campos de labranza

Coloración

de cortejo

Reproducción

En época de reproducción los dormideros pueden albergar varios miles de parejas. Los nidos se ubican en árboles. Su construcción la llevan a cabo las hembras con material aportado por el macho y consiste en una pila de raíces, tallos y ramas de unos 20-45 cm de diámetro y 12-25 centímetros de altura

1 cm

La puesta de huevos

Entre mediados de mayo y finales de junio

Consta de cuatro o cinco huevos blancos. Su incubación, a cargo de ambos sexos, se prolonga durante 22-26 días. Los pollos son atendidos por los dos adultos y, transcurridos unos 20 días, ya deambulan por las ramas aledañas al nido

Sobre su organización. Durante los meses que no son de cría, están más extendidas. Dispersas. Y es posible ver dormideros en diferentes puntos. Sin embargo cuando llega la primavera, a partir de abril, aproximadamente, «se empieza a ver más trasiego de palitos», señala el técnico. Eso quiere decir que comienzan a construir sus nidos en los árboles valiéndose de raíces y tallos. En ese momento las aves se concentran en tres núcleos concretos e identificados donde las parejas nidifican, incuban los huevos y tienen a las crías. Se juntan porque son «muy gregarias y criar rodeadas de otras parejas les aporta seguridad».

Esos puntos están ubicados en el zoo de Santillana, en las Marismas Blancas de Astillero y en el Islote de San Pedruco, en Noja. En es te último tienen calculado que llegan a juntarse unas 500 parejas. Lo significa que, como mínimo, hay mil adultos. Una cifra a la que se sumarían los ejemplares que duermen, pero que no se reproducen. Por lo que el número será más elevado. En Astillero también rondan las 500 parejas (otros mil individuos) y en Santillana en 2020 otro estudio hablaba de 350 parejas. Datos a falta de actualizar el censo.

Los primeros ejemplares

¿Y qué caracteriza a esta especie? Por un lado que son aves gregarias. «No son ejemplares solitarios» sino que se mueven en grandes bandos. De ahí que siempre se vean en grupos. Al amanecer salen del dormidero, pasan el día en grupos algo más reducidos y por la noche vuelven a juntarse todas. Además, por otro lado, son «generalistas» en lo que su alimentación se refiere, explica el director de Aves Cantábricas. Es decir, comen de todo: insectos, lombrices de tierra, escarabajos y otros invertebrados. Y eso facilita su adaptación a cualquier escenario. Suele ser habitual verles cerca del ganado así que en Cantabria han encontrado un «hábitat idóneo», añade, con mucha comida, prados húmedos y zonas de vacas.

Su llegada a Cantabria también tiene una historia curiosa. Está asociada al zoo de Santillana a donde llegaron los primeros ejemplares heridos. Allí se criaron hasta que un día varias parejas se escaparon del recinto. Y, a partir de ese momento, comenzó la expansión. ¿Se les puede considerar una especie invasora? No porque para calificarla como tal «tiene que estar la mano del ser humano de por medio», explica el técnico de SEO BirdLife. A pesar de los comienzos, se trata de una especie que «al final ha llegado por sí misma». De forma natural, coinciden ambos.

¿Y una amenaza? «No hay estudios al respecto», reconoce Alejandro García. Aunque siempre hay quien achaca su presencia a la disminución de otras especies que «comen lo mismo». Y opina lo mismo De Vega: «No parece que haya ninguna que esté bajando por ese motivo y no se hace esa relación».

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