Secciones
Servicios
Destacamos
Puede usted rastrear en internet y cotejar los precios de todas las gasolineras cántabras, pero terminará por darse cuenta de que no hay escapatoria: no repostará gasolina en ningún lugar por menos de dos euros el litro. «La pasada semana los precios internacionales del combustible ... subieron más de 11 céntimos por litro, tanto en gasolina como en diésel, y la anterior sucedió lo mismo», explica Jorge de Benito, presidente de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (y también de la patronal cántabra).
No todos esos incrementos de precio se han trasladado a las estaciones de servicio. Muchas han asumido parte del desfase porque de lo contrario «estaríamos en unas cifras insostenibles», razona el representante del sector.
El futuro no es halagüeño. «Todo apunta en negativo. Las restricciones a los combustibles fósiles avanzan que este negocio se acabará en 15 años y nada apunta a que vaya a mejorar. Nadie piensa en el futuro en este negocio», lamenta De Benito.
Ni siquiera sirve de alivio el anuncio del Gobierno de Pedro Sánchez para prorrogar la bonificación de 20 céntimos por litro al repostaje -que finaliza el 30 de junio-. «Han avanzado algunos miembros del Ejecutivo que igual es sólo para las rentas más bajas», apunta. Y otras medidas, «como el incremento de entre 7 y 9 céntimos el litro que supone la añadidura de los aditivos que son obligatorios desde el pasado abril para reducir las emisiones» tampoco ayudan a solucionar el problema. Como resultado, llega la incertidumbre: «No sabemos muy bien qué hacer ni cómo va a acabar esto». «Cada vez estamos peor porque ya lo ha aclarado la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC): las estaciones de servicio han reducido sus márgenes de beneficio», aclara De Benito.
Este miércoles eran muchos conductores los que consultaban sus móviles en busca de la estación de servicio más barata. Samuel Marrero, vecino de Torrelavega, condujo su Renault X-Trem hasta una de las que figuraban entre las más baratas, en Los Corrales de Buelna. «Vengo a hacer una ruta por la zona y he aprovechado para repostar aquí porque veo que el combustible está más económico», cuenta. «Hay que mirar hasta el último céntimo porque al final, cuando pones muchos litros, se nota». Él se mueve con diésel y puede que encuentre algún lugar donde pagar el litro por debajo de los dos euros, cosa que no se da con los que se trasladan con gasolina. Y como paliativo, otros han optado por rebajar la calidad de lo que repostan.
Noticia Relacionada
«Antes solía poner diésel del bueno, al menos de vez en cuando; pero desde que empezó todo esto ya no lo he vuelto a hacer. Así compenso un poco», añade.
Más difícil lo tienen los transportistas, que de momento mantienen la calma pese a una escalada de costes que parece no tener fin, algo que vuelve a poner sobre el tapete la amenaza de un parón como el que protagonizaron hace unos meses.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.