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Los propietarios de las más de cien estaciones de servicio que hay en Cantabria ya respiran más tranquilos. La decisión del Gobierno central de bonificar los carburantes -desde el pasado 1 de abril, ante el alza del precio tras la invasión rusa de Ucrania- les ... puso en una situación complicada: más papeleo, más problemas informáticos para gestionarlo y, lo peor, el hecho de tener que adelantar parte de la subvención gubernamental de 20 céntimos por litro. El dinero de vuelta tardaba en regresar, lo que puso en peligro, como advirtieron, la viabilidad de algunas de estas empresas. Sin embargo, el Ejecutivo central, que admitió los retrasos, ha pisado el acelerador. «Ya nos están pagando, eso es lo que nos comentan muchos de nuestros asociados», explicó ayer a El Diario Montañés Jorge de Benito, presidente de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (y también de la patronal cántabra).
«Hecha la liquidación de abril -el primer mes de los tres que durará la iniciativa (hasta el 30 de junio)-, han cobrado en torno al 85 o 90% de las estaciones de servicio regionales», añade. Hasta el momento sólo habían recibido «un anticipo corto» que correspondía al 90% de la facturación realizada en 2021. «Pero fue un año aún con poca movilidad debido a las restricciones del covid, así que ese dinero nos llegó para cubrir la mitad de lo que habíamos adelantado en las primeras semanas de abril», subraya.
Cuando el Gobierno que preside Pedro Sánchez anunció la rebaja, las gasolineras se llevaron las manos a la cabeza. «Es que estamos hablando de que una estación, por término medio, adelanta al día alrededor de unos 1.000 euros», relata De Benito. Un verdadero problema, añade, «sobre todo para las más grandes y para las más pequeñas». Las pequeñas porque no tienen la capacidad económica suficiente y las grandes porque la cifra puede elevarse muy por encima de esos 1.000 euros. «Cuantos más litros de carburante vendes, más dinero tienes que poner por adelantado», explica el presidente de la patronal en la región.
Para corregir esta situación, el Ejecutivo cántabro anunció un crédito que no termina de llegar. Tras entrevistarse con el presidente, Miguel Ángel Revilla, el 25 de abril lo hicieron con el Instituto Cántabro de Finanzas (ICAF) y Banco Santander. «Está todo organizado con la entidad financiera, pero el decreto oficial aún no ha salido y seguimos a la espera», reconoce.
Sin embargo, desde que el Gobierno estableció la medida el precio de los combustibles no ha dejado de subir. Algo que ha levantado suspicacias entre los consumidores, incluso acusaciones veladas por parte del Ejecutivo. «Si vemos que alguna medida hace que se mantengan los precios porque los operadores están absorbiendo la ayuda, no seguiremos con esa ayuda», dijo la vicepresidenta Nadia Calviño el pasado 5 de mayo.
«Nosotros nunca nos dimos por aludidos. El precio sube porque compramos el producto en un mercado internacional y la materia prima ahora es más cara, como sucede con la electricidad», argumenta De Benito. «El dato de ayer del propio Ministerio (por el jueves) es que desde el 1 de abril el litro de gasolina 95 se ha encarecido de media 12,6 céntimos, y el del gasóleo, 2,6», concluye.
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