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Con género de dudas

Con género de dudas

Mesa de redacción ·

Teresa Cobo

Santander

Lunes, 20 de abril 2020, 19:07

¿Qué tal? ¿Kilos y pelo de más? ¿Empacho de series y películas? ¿Hartazgo de documentales? Ayer vi uno sobre el desierto del Namib y me acordé de Miguel de las Cuevas. Y no por el envidiable teleobjetivo que el científico Philip Stander tenía acoplado a su cámara, sino por lo que enfocaba: leones. El redactor jefe de Fotografía es el rey de las melenas de El Diario, aunque habría que ver a algunos de los que se esconden en sus guaridas al amparo del teletrabajo y no se ponen a tiro ni en videoconferencia ni en retrato. Uno de los que ha decidido abandonar la manada de los 'cabelleras salvajes' ha sido David Carrera. Blandió con valentía una maquinilla y un espejo y se independizó de sus greñas. Apareció triunfal ante su familia. ¡Perfecto! Hasta que se dio la vuelta y oyó las risas de su hija. «Por atrás estaba hecho un cisco, pero me lo apañó un poco Albitxu, la heredera, que me dijo que así no podía ir a la calle».

Con o sin pelambrera, los periodistas de El Diario siguen adelante con su trabajo para informar cada día sobre los efectos del Covid-19. ¿O de la Covid-19? En El Diario preferimos el masculino por tres razones. La primera es que, antes de que la RAE interviniera para marcar la norma, los hablantes ya habían decidido un uso mayoritario en masculino. La segunda es que en la nueva regla se acepta el doble género, y nos gusta más el Covid que la Covid. Y el tercer motivo es que Covid-19 se asocia a coronavirus, que es masculino, y son muchas las enfermedades víricas que toman por metonimia el nombre del virus que las causa, como recuerda la Academia.

COVID-19 es un acrónimo originado a partir de tres palabras y un número. CO corresponde a corona, VI viene de virus, la D deriva de disease (enfermedad en inglés). El 19 que se suma con guion significa 2019, el año en que se conoció esta patología causada por un coronavirus, un tipo de virus que, observado al microscopio, presenta una aureola similar a la corona solar. Por ser el vocablo «enfermedad» el núcleo del acrónimo (COrona VIrus Disease), la RAE entiende que el uso femenino «está justificado», pero considera «plenamente válido» el uso masculino, que reconoce como «mayoritario».

La Academia considera «más adecuado» escribir y decir «la Covid-19», porque se entiende implícito el sustantivo enfermedad. Ese pronunciamiento levantó una polvareda entre quienes vieron en ello una tendencia machista a nombrar todo lo malo en femenino. Creo que la causa por la igualdad, tan prioritaria, no gana nada si la sobamos y desgastamos en cruzadas que no son la suya.

El mismo argumento utilizado para defender que Covid-19 puede ser masculino porque también lo son otras enfermedades como el sarampión, desmonta la premisa de que «todo lo malo se bautiza con nombres femeninos». No al menos en el campo de las infecciones y las epidemias, donde padecemos de todo: la peste, la lepra, la malaria, la tuberculosis, la varicela, la gripe... Pero también el sarampión, el dengue, el ébola, el tifus, el zika, el sida o el cólera, que es peor que la cólera. Y el cáncer, que aunque no sea epidemia es como una plaga.

Por ser un acrónimo de reciente creación, COVID-19 debería escribirse todo en mayúsculas, hasta que ocurra lo que la RAE llama «lexicalización», es decir, que pase a formar parte de la lengua como nombre común. Ya sucedió con el sida, que antes de serlo fue SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida). En El Diario escribimos Covid-19 por tres motivos. Uno, porque lo hacemos con todas las siglas y acrónimos que incluyen más de cuatro letras y pueden pronunciarse como una palabra, por ejemplo Renfe y Sodercán. Dos, porque el Covid-19 invade todos los ámbitos y quedaría muy feo un periódico lleno de mayúsculas. Y tres, porque el Covid-19 acapara la atención social casi las 24 horas del día desde hace dos meses y, en esta coyuntura excepcional, podemos dar por concluido el periodo de prueba que se exige a un neologismo para invitarlo al Diccionario. Si la Academia lo incorpora perderá su mayúscula inicial y pasará a ser covid-19.

Una de las razones por la que se ha extendido más el uso masculino del Covid-19 es que muchas personas confundieron la enfermedad con el patógeno que la causa, el SARS-CoV-2, y le dieron ese nombre, menos enrevesado que el auténtico. El género del Covid-19 es lo de menos, porque lo que debe preocuparnos es que mata. Él sí discrimina, sobre todo por edad, pero parece que también por sexo. Es más letal con los hombres que con las mujeres. Según las estadísticas del Ministerio de Sanidad, el 54% de los casos confirmados de coronavirus son mujeres y el 46% son hombres y, sin embargo, el 60% de los pacientes que fallecen son varones. Todo está en estudio. Tal vez sólo sea cuestión de hábitos de salud.

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