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Ante el aviso de que el argayo en la A-67 a la entrada de Torrelavega no se reparará hasta dentro de unos días, los ... usuarios habituales de la autovía en sentido Santander-Torrelavega estudian las distintas alternativas. Algunos de ellos, los más fieles al itinerario habitual, optan por madrugar algo más de lo normal para llegar a la salida de Requejada con tiempo suficiente en caso de que hubiera grandes retenciones. Así hace María Ángeles López, dependienta de una cadena de supermercados, que dice: «Levantándome algo más de media hora antes llego al trabajo sin problema, aunque desde Polanco a Barreda vamos despacio pero sin detenernos». Otra opción, la utilización directamente de la antigua carretera general de Santander a Torrelavega, la N-611, aunque ésta con el inconveniente de que el final del trayecto desemboca en Requejada, donde los que optan por esta alternativa se acaban topando con los vehículos desviados de la autovía. Otros se salen por Bezana, o por Puente Arce hasta Renedo, y algunos en lugar de salirse por Requejada continúan hasta llegar a Sierrapando y bajar a Torrelavega. Sin embargo, la mayoría de profesionales del sector, camioneros y repartidores que hacen la ruta Santander-Torrelavega con asiduidad eligen la A-8 desde Solares, una variante que discurre en paralelo a los valles pasiegos (Penagos, Sarón, Castañeda, Vargas, Zurita...) y que en apenas 25 minutos une la capital cántabra con la del Besaya.
Carlos Suárez | Repartidor
Así hace Carlos Suárez, un repartidor que cubre esta ruta a diario. «La única pega es que salgo de Maliaño y tengo que ir hasta Solares para coger esta autovía, pero aunque hagas más kilómetros y des más vuelta es una vía muy rápida con apenas tráfico de vehículos». Los vehículos pesados también optan por este ramal de la A-8, aquellos que trabajan para empresas y fábricas grandes como el Grupo Armando Álvarez, Solvay o Sniace y que en algunos casos, procedentes del puerto de Santander, prefieren ir hasta Solares para tomar la autovía con dirección a Torrelavega y evitar así la entrada a la capital del Besaya por donde se encuentra cortado el tráfico por el desprendimiento de tierra.
María José Ochoa | Correos
En cuanto a la incidencia del corte del tráfico, los sectores industrial y empresarial, así como pymes y autónomos, reconocen que «el gran problema fue el martes porque a la gente le pilló por sorpresa en la autovía, y muchos allí perdieron la mañana», aseguran desde la Cámara de Comercio. En este sentido entienden que «la situación se podía haber resuelto de otra manera, evitando meter a los conductores en una ratonera», pero «somos conscientes de que se trata de una circunstancia puntual que se ha podido corregir cuando se ha informado a la gente de las distintas alternativas que existen».
Por su parte, desde otros sectores como el turismo, el presidente de la Asociación Empresarial de Hostelería de Cantabria (AEHC), Ángel Cuevas, insiste en que «se trata de un hecho puntual que apenas tiene incidencia en la hostelería, más allá de aquellos turistas que se encontraron con la incomodidad de permanecer atrapados en la autovía».
María Ángeles López | Vecina de Santander
Por otro lado, empresas dedicadas al reparto como Correos, a la vista de los inconvenientes del corte de tráfico de la A-67 a la altura de Requejada, optan por planificar con antelación el itinerario alternativo. Se intentó que los repartos los tuvieran preparados desde una hora antes a lo habitual y los vehículos que llevan la paquetería de Santander a Torrelavega decidieron evitar el desvío de Requejada, saliendo por travesías de Puente Arce o Bezana o utilizando la autovía que une Solares con la capital del Besaya.
María José Ochoa, responsable de comunicación de la empresa pública estatal, explica que «lo peor para Correos fue el martes, el día en el que el corte de tráfico tuvo incidencia, hasta el punto que los repartos que llegan a las ocho de la mañana a Torrelavega lo hicieron con dos horas de retraso». «Ayer lo que se hizo fur adelantar, en la medida de lo posible, la salida de los repartos para evitar incidencias», agregó Ochoa.
Asimismo, los conductores consultados por este periódico coinciden en que desde primera hora los paneles de la autovía y las señales verticales indican los puntos por los que hay que desviarse. «La gente madruga o coge alternativas para evitar el atasco», declaran.
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Ana del Castillo
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