Gestión de vanguardia

Preguntémoslo así: ¿arte de vanguardia, política de retaguardia? Me enerva como cántabro que la autonomía no considere que conjuntar el Reina Sofía y el Archivo Lafuente sea un proyecto de interés regional. ¿Es mejor seguir tirando dinero en una industria del valle de Buelna que lleva veinte años recibiendo fondos públicos a mansalva sin procurarse la viabilidad ni asegurar los empleos? No se entiende, o, mejor dicho, sí se entiende: no es política cultural, es politiquería contra la cultura, contra la verdadera cultura que es el despertar del espíritu del espectador frente a la obra del creador, la comunicación de las mentes por medio de la obra de arte.

Y es toda una paradoja que no valore las vanguardias una legislatura que es, ella misma, pura vanguardia; todas las vanguardias a la vez.

Surrealista: la Directora General de Economía envía a sus propios jefes un requerimiento notarial para que no le manden más trabajo.

Expresionista: la sobreactuación permanente de sus portavoces grandes o chicos, planteando a Ansola el 'más difícil todavía' en la caricatura de la caricatura.

Fauvista (de 'fauve', 'fiera' en francés): no es capaz de controlar ni lobos ni jabalíes ni buitres, mientras el ganado es masacrado en los 'praus'; ni de atender a sus propias fieras cabarcénicas, a decir del veterinario.

Futurista: siempre nos está presentando utopías tecnológicas como la energía eólica (¡sin molinos!), o una Región de Conocimiento cuyos principales nichos de empleo son los camareros, los obreros de la manufactura y los dependientes de comercio.

Cubista: yuxtaposición de todas las perspectivas de la política, podemita aquí, 'ciudadano' allá, sindicalista acullá, y el tránsfuga que no falte, estilo 'collage' que hace que un lienzo de Juan Gris no sea para nuestro autogobierno un cuadro, sino un diáfano espejo.

Después de todo, disfrutamos de una gestión de vanguardia. Es por ello un misterio que hayan provocado que se tarde diez años en hacer lo que con cuatro hubiera bastado. ¿Habrán sido celos de las vanguardias de verdad?