Gobernando desde casa

El aislamiento al que tiene que someterse la cúpula del Gobierno regional no paraliza la actividad del mismo. El hecho de que Miguel Ángel Revilla, Pablo Zuloaga y Javier López Marcano no puedan salir de sus domicilios no implica que no puedan seguir al frente de sus funciones. Ninguno de los tres se encuentra de baja laboral. Están en cuarentena, por lo que mantienen sus funciones intactas. A las nueve y cuarto de la mañana, como es habitual todos los jueves, se celebrará el Consejo de Gobierno, donde se verán las caras con el resto de consejeros para debatir, decidir y aprobar o rechazar los diferentes asuntos que figuran en el orden del día.

A esa cita acudirán, aunque sea desde sus domicilios, el presidente regional, el vicepresidente y el consejero de Industria. Será en formato virtual, a través de videollamada, aunque esta modalidad era la que se estaba realizando hasta ahora. La mayoría se conectaba desde el despacho de su respectiva consejería. Zuloaga, como portavoz del Ejecutivo, lo hacía desde la sede de Peña Herbosa porque era el encargado de acudir después a la rueda de prensa para exponer públicamente los acuerdos adoptados y también para someterse a las preguntas de los medios de comunicación.

Este jueves no podrá estar en su cita semanal. Su lugar lo ocupará la consejera de Economía, María Sánchez. En el Ejecutivo ya contemplaban sustitutos de los diferentes cargos para una posible eventualidad. Lo que no se esperaban era que prácticamente un tercio del Gobierno estuviera fuera de juego, al menos para las citas presenciales.

Además, los asuntos que cada semana se tratan en el Consejo los coordina la consejería de Presidencia, que dirige Paula Fernández. «Tanto Hacienda como Presidencia son dos consejerías transversales», explica Javier López Marcano. «Los martes es cuando se reúnen los secretarios generales en una reunión previa, que algunos llaman 'Consejillo' y yo llamo 'Consejuco', en la que se define y perfila los temas a tratar por los consejeros un par de días después», añade.

Si nada lo impide, será Revilla el que presida el Consejo de Gobierno de este jueves, aunque sea desde su domicilio en El Astillero. Si por algún motivo no pudiera, lo haría el vicepresidente Zuloaga. Lo que sí es seguro es que se celebrará con total normalidad, como cada semana.

Lo único que no pueden hacer los tres afectados es abandonar su aislamiento para atender la agenda, «una faena», admiten, a pesar de entender la situación. Revilla y Marcano tenían previsto recibir este jueves a la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, y en el caso del presidente desplazarse el viernes a Madrid para mantener un encuentro con la ministra de Sanidad, Carolina Darias. Además, Marcano tenía fijado un encuentro a tres bandas con sus homólogos en Asturias y Galicia.

Los dietarios de los tres componentes del Ejecutivo se mantendrán en blanco hasta el próximo martes. Si los tres dan negativo en las pruebas que se realizaron, deberán someterse a otra de saliva el lunes que determinará si pueden o no regresar al trabajo presencial.

Miguel Ángel Revilla decidió este miércoles grabar un vídeo en el salón de su casa, en camisa, para tranquilizar a todas las personas que se han interesado por su estado de salud. Aseguró que se encontraba «como un reloj» tras conocerse el martes que –al igual que el vicepresidente regional, Pablo Zuloaga, y el consejero de Industria, Javier López Marcano– debía permanecer aislado en su domicilio al haber sido el pasado viernes contacto estrecho de un miembro del comité de empresa de SEG Automotive que dio positivo.

Revilla bromeó con el día en el que le llamó el rastreador, «un martes 13», para comunicarle la noticia. Esa misma jornada había acudido a ponerse la primera dosis de la vacuna que le tocaba por edad.

«En esa reunión salieron positivos y, al haber estado más de media hora con ellos, pues me he tenido que quedar en casa confinado en 100 metros cuadrados», reveló.

El presidente reconoció que le está resultado «muy duro, ya que no sé hace cuantos años que no falto al trabajo ni un día y ahora me veo aquí hasta el martes, aunque es peor para los que han terminado en la UCIo han muerto».

Además, desveló no sufrir ningún síntoma ni malestar. «Me encuentro como un reloj –insistió–, la vacuna no me ha dejado ningún rastro, ni fiebre ni dolor en el brazo». Una vez realizada la prueba PCR, si sale negativa, deberá someterse a un test de saliva antes de poder regresar a su despacho y recuperar la agenda. Lo que se perderá es la visita de hoy de la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez, la Gala del Anuario de este periódico y el encuentro previsto para mañana en Madrid con la ministra de Sanidad, Carolina Darias.

A Gema igual le llamó el lunes por la tarde un rastreador para comunicarle que una de las personas con las que se había reunido por la mañana había dado positivo, que era contacto estrecho a pesar de haber llevado ambos la mascarilla en todo momento. Así que se tuvo que quedar recluida en su domicilio a la espera de la prueba PCR, que el martes confirmó que era negativa. Aun así, deberá a esperar al domingo a hacerse el test de saliva antes de regresar al trabajo de forma presencial.

«Es la primera vez que tengo que permanecer tanto tiempo en casa desde que comenzó la pandemia», asegura. «Sólo me quedé en casa el primer día, después bajé al Ayuntamiento para seguir al pie del cañón y ayudar», añade. Además, a la alcaldesa esta circunstancia le ha pillado después de una mudanza, por lo que tuvo que llamar al Consistorio para que le trajeran una mesa donde poder poner el ordenador, la tableta electrónica y los papeles. A un lado del salón ha instalado su particular oficina desde donde dirige, estudia documentación, hace llamadas o se conecta por videoconferencia. «Pero no es lo mismo que tener a una persona enfrente, la comunicación no es igual», explica. Lo que ha tenido que suspender son todas las citas de la agenda. «Me ha dado mucha rabia perderme el acto de la Policía Local donde iba a agradecer a todos el gran esfuerzo que han hecho desde que comenzó la pandemia», relata.

«Eso sí, los santanderinos podemos estar tranquilos porque tenemos a César Díaz al frente –primer teniente de alcalde–. Él me ayuda, me acompaña y me complementa, y en este caso aún más».

Pablo Zuloaga es todo un experto a la hora de teletrabajar. «Ya tengo tablas en esto de montar la oficina en casa, es la cuarta vez que me ocurre», afirma. Así que, nada más le comunicaron la noticia, pidió que le trajeran el ordenador de su despacho y continuó teletrabajando desde el salón. «Hoy (por ayer) me han hecho la PCR y me encuentro bien, sin ningún síntoma. Ojalá sea negativo y pueda regresar cuanto antes al trabajo presencial», comentó. Cuando ayer recibió la llamada de este periódico, ya llevaba firmados «dos convenios y el acta de licitación de la cubierta de unas pistas de pádel en Santoña».

Al vicepresidente casi no le ha dado tiempo a recuperar la agenda, pues la semana pasada concluyó su anterior aislamiento. «Esta nueva situación me ha trastocado bastante los planes. Tenía acumulados un montón de asuntos, que serán muchos más cuando pueda salir de casa», comentó. En lo personal, confiesa, «ya es un poco agotador», aunque trata de sobrellevar la situación lo mejor que puede. «Estaba volviendo a disfrutar al recuperar la agenda pública, tener contacto con mi equipo de trabajo y acudir a actos como el del anuncio de las obras del Museo Marítimo o el de las subvenciones para los investigadores del Idival de Valdecilla», subrayó.

Aunque también está aprovechando el aislamiento para ocuparse de esos asuntos que le impide el trajín diario que conlleva su cargo. «Le estoy dando salida todos los correos electrónicos que vas postergando o las llamadas que, por un motivo u otro, no te da tiempo a hacer. Me centro en la parte administrativa y me coordino con el resto de mi gabinete para que la actividad no se detenga», concluye.

«Me he levantado temprano, he hecho la cama, me he aseado y me he sentado frente al ordenador casi como en un día normal», explica Javier López Marcano. Al igual que Revilla y Zuloaga, la reunión del pasado viernes en Treto le ha obligado a mantenerse aislado hasta que le den el resultado de la PCR que se hizo este miércoles. «Me encuentro estupendamente, no tengo ningún síntoma. Básicamente, soy un telepaciente que teletrabaja», relató.

En su caso, se ha instalado en el salón de su domicilio. «Tengo espacio suficiente para poder desenvolverme. Antes vivíamos cinco, cuando estaban mis hijos, y ahora estamos mi mujer y yo», explica el consejero de Industria.

Además, confiesa, «los años anteriores me han venido bien como es cuela de aprendizaje, me desenvuelvo perfectamente con las herramientas digitales y la firma electrónica».

Lo único que no puede hacer, como el resto de sus colegas confinados, es acudir de forma presencial a los actos, lo que ha trastocado considerablemente su agenda. «Me la ha roto por completo, ya que había citas en la que la presencia era casi imprescindible», asegura.

«Este jueves me visitaba la secretaria de Estado de Comercio, a la que tendré que saludar desde la distancia», añade. También se le ha venido abajo el encuentro que iba a mantener con sus homólogos en Galicia y Asturias –y con los respectivos directores generales– para hablar del corredor verde y de la energía offshore y electrointensiva. «Firmamos una alianza para estudiar toda esta industria conjuntamente, aunque no podré estar allí. Es una lástima, aunque, por fortuna, el trabajo no falta en esta consejería», concluye.

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