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El Gobierno de Cantabria endurecerá los requisitos para declarar una fiesta como de interés turístico regional. Un título que se lleva otorgando desde hace treinta años y que, en la actualidad, ostentan 60 celebraciones locales repartidas durante todo el año por toda la región. Pero ... más allá de su consideración puramente honorífica, esta certificación da acceso a ayudas públicas, preferencia en las subvenciones y la inclusión en los planes publicitarios y de promoción. Estos beneficios pueden perderse si alguna fiesta sale de la lista en la revisión que realiza el Gobierno cada año. En concreto, el artículo 5 del decreto vigente establece que las declaraciones otorgadas pueden ser revocadas «si dejan de concurrir las circunstancias que motivaron su concesión». De momento, esto no ha sucedido nunca, pero la Consejería de Turismo deja la puerta abierta a que pueda ocurrir a partir de ahora debido al endurecimiento de las condiciones para formar parte de las elegidas.
En esa lista hay actualmente fiestas tan importantes como, por ejemplo, la Bien Aparecida de Ampuero, el Carnaval de Santoña, los Baños de Ola de Santander, el Coso Blanco de Castro Urdiales y el Día de Cantabria de Cabezón de la Sal.
El Ejecutivo del PP ya ha publicado en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) el inicio de la consulta pública de un nuevo decreto para actualizar el que está en vigor desde 1993, que creó y reguló la denominación de Fiestas de Interés Turístico regional.
«Tras treinta años de vigencia y el peso que en la promoción del turismo autonómico adquieren las fiestas o actividades tradicionales, que deben contribuir a crear destinos turísticos atractivos y competitivos, se hace necesaria una nueva regulación», defiende la Consejería que dirige Eva Guillermina Fernández en el documento que da luz verde a los ciudadanos y asociaciones a aportar sus sugerencias para el nuevo decreto en un plazo de diez días.
Según el Gobierno, la normativa actual contiene una «regulación mínima» tanto de los requisitos exigidos como del procedimiento para su concesión. «Por ello resulta necesaria una modernización del marco legislativo acorde con las exigencias de calidad, sostenibilidad y excelencia que se demandan de la actividad y recursos turísticos», argumentan.
El artículo 2 del decreto actual, el que fue aprobado en 1993 con Juan Hormaechea como presidente, establece que el título de Fiesta de Interés Turístico Regional «tendrá especialmente en cuenta la antigüedad de la celebración o acontecimiento de que se trate, su continuidad en el tiempo y la originalidad y diversidad de los actos que se realicen». Además, en el artículo 4, añade que atenderá a criterios de «originalidad, a la afluencia de visitantes, tradición popular y calidad de los actos en que consisten».
Con esos condicionantes entraron en la lista, y se mantienen a día de hoy, festividades tan multitudinarias en la región como la Virgen de Valencia de Piélagos, el Desembarco de Carlos V de Laredo, la Olimpiada Tudanca de Cabezón de la Sal, el Día de Campoo, la Semana Santa de Santander, La Folía de San Vicente de la Barquera, El Carmen de Suances y de Revilla de Camargo y la Feria de Santiago de Santander, entre muchas otras.
El objetivo de actualizar el decreto con una «formulación más exigente y concreta de los requisitos», según la Consejería, es que la concesión de esta denominación honorífica «sea acorde al reconocimiento y prestigio que conlleva».
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