El Gobierno cántabro busca espacios grandes para la vacunación masiva de la población

Este lunes singularmente, coincidieron los envíos de tres fabricantes, lo que hará posible dar un empuje a la campaña de vacunación en Cantabria gracias a la gran cantidad (al menos en comparación con las semanas precedentes) de dosis recibidas. Además de las 5.850 dosis de Pfizer que se esperaban -son menos de las acordadas, pero la distribución se normalizará a partir del próximo lunes-, se ha recibido el envío de Moderna -1.600 dosis, en vez de las 1.900 comprometidas, y con retraso-, y también el primer suministro de AstraZeneca, otras 2.400 dosis.

Según explicó Celia Gómez, gerente del Servicio Cántabro de salud, las de Pfizer se emplearán para administrar las segundas dosis planificadas, empezar con las residencias Bimbiles y Obra San Martín, que se habían quedado atrás por la aparición de brotes, e iniciar la inmunización de grandes dependientes, así como en Oximesa y Dialsan.

Con las de Moderna se hará una reserva para asegurar la segunda dosis, la próxima semana, a quienes ya recibieron la primera, completando la pauta en hospitales privados, transporte sanitario y dentistas, y añadiendo las unidades de conductas adictivas, la inspección médica y el Instituto Social de la Marina.

Con AstraZeneca, y siempre teniendo en cuenta que solo está autorizado su uso en menores de 55 años, se procederá a la vacunación de profesionales de los Colegios de Médicos y Enfermería, fisioterapeutas, higienistas dentales, logopedas y farmacéuticos.

Todos estos receptores de la vacuna están incluidos en la primera etapa de la campaña de vacunación en Cantabria, donde aún falta por completar la inmunización total de usuarios y personal de las residencias de mayores y dependientes -concluirá esta misma semana- y la del personal sanitario y sociosanitario, y cuando todavía no se han administrado las primeras dosis a los grandes dependientes no institucionalizados. Las previsiones iniciales apuntaban a que todos estos perfiles deberían quedar inmunizados para marzo.

Según la última actualización de la estrategia de vacunación del Consejo Interterritorial, los mayores de 79 años conforman el siguiente grupo a defender del virus, al menos antes de que la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene, hiciese pública una lista de la población que, según su criterio, debería ser prioritario proteger en función del riesgo de enfermedad grave o fallecimiento que pueda sufrir quien se contagie de coronavirus, en el contexto actual de escasez de dosis. Según el documento, 88.000 cántabros mayores de setenta años se deberían convertir en el próximo gran grupo a inmunizar una vez concluya la primera etapa del plan de vacunación en la región.

Junto a los mayores, propone vacunar cuanto antes a las personas con tres o más comorbilidades, a aquellas con síndrome de Down y a quienes tengan obesidad mórbida.

Este lunes volvieron a repetirse las imágenes de colas de sanitarios sin orden ni distancia esperando su inyección, pero en esta ocasión no fue Valdecilla el escenario, sino el hospital de Sierrallana. En los pasillos del centro estuvieron esperando los profesionales a que llegasen sus segundas dosis, ya que si se les había citado a las 11.00, los viales no llegaron hasta las 13.30 horas. «Entendemos que no se han hecho las cosas ordenadamente -criticó el secretario general del Sector de Sanidad de UGT, José María Fernández Cobo-; con unas previsiones adecuadas no habrían tenido a la gente en los pasillos, y podrían haberla llamado ordenadamente».