El Gobierno cántabro retrasa la ayuda a los ayuntamientos para contratar parados

El Ejecutivo admitía ayer estos «retrasos» y los justificaba en las «tensiones de tesorería» que sufren actualmente las arcas regionales causadas por el bloqueo de los fondos en Madrid por la ausencia de Gobierno. Esta situación ha provocado que no hayan llegado 8,5 millones mensuales procedentes del Gobierno central, tal y como explicaron ayer a este periódico desde la Consejería de Economía. Las mismas fuentes indicaron que ante esta situación «hay que priorizar pagos», al tiempo que argumentaban que el retraso en la transferencia de las subvenciones se «ha compensado» con el abono a los ayuntamientos de los 15 millones del Plan de Cooperación Municipal. Un programa que, en principio, está dirigido a financiar las pequeñas obras municipales.

La situación ha provocado que ayuntamientos y mancomunidades tengan que adelantar el dinero para poder pagar las nóminas a sus empleados. El caso más extremo es el de la Mancomunidad de Valles Pasiegos, que anunciaba la semana pasada que tenía que recurrir a un préstamo de más de 250.000 euros para poder pagar las nóminas.

La situación no está creando aún graves problemas en las arcas de los municipios gracias sobre todo a su situación saneada y a que la mayoría de ellos cerraron sus cuentas con superávit, al que ahora pueden acudir. Sin embargo, desde los municipios más pequeños ya se advierte de que si la situación se prolonga en el tiempo se crearán problemas «en breve».

Además de la Mancomunidad de Valles Pasiegos, hay otras, como la de Servicios Sociales de Castañeda, Penagos, Cayón y Saro, que ya se están planteando también «recurrir a un crédito» para pagar a las empresas que hacen la prestación de ayuda a domicilio, según confirmaron los regidores. En otras entidades similares, como la de Liébana y Peñarrubia, se admitían que las ayudas no han llegado aún en gran parte, pero afirmaban que tenían «tesorería» suficiente para pagar a los «ocho» trabajadores que dependen de ellos. No obstante, «sí puede haber problemas si la situación se prolonga en el tiempo», alertó su presidente Julio Cires (PSOE). En esta comarca, otros regidores populares, como el alcalde de Potes o el de Cillorigo de Liébana, Javier Gómez y José María Cuevas, respectivamente, ya avisaban de que podrían tener problemas si el dinero no entraba, tanto para los talleres de empleo como para el programa de corporaciones y sus distintos proyectos.

Otras mancomunidades de la zona oriental de la región, como la de Servicios Sociales de Ampuero, Limpias, Liendo, Guriezo y Colindres, descartaban esos problemas «de momento», según explicó el presidente y alcalde de Colindres Javier Incera (PSOE). Éste último recordó que la subvención de Corporaciones Locales, en 2018, llegó el 31 de agosto. Este año «todavía no se ha ingresado», admitió, aunque destacó que, en la última reunión de la Federación de Municipios y Provincias«el Gobierno Regional informó de que lo iba a ingresar antes de que finalizase el mes de septiembre».

En Laredo, la alcaldesa Charo Losa (PSOE) afirmó que, aunque no habían cobrado aún, «afortunadamente el Ayuntamiento de Laredo está saneado» y podemos «tirar de remanente». En este caso, lo que le deben es más de «medio millón de euros», aunque recordó que aún no ha finalizado septiembre, el plazo que se anunció en la Asamblea de la Federación, aunque todo apunta a que no se podrá cumplir.

En la comarca oriental, la mayor parte de los Ayuntamientos no tienen problemas para abonar los pagos por adelantado pero los argumentos varían con respecto a si existen retrasos o no dependiendo de las siglas. Por ejemplo, en Noja (PRC-PSOE) explican que los abonos del Gobierno «se han realizado con total normalidad» hasta el momento, mientras que, por contra, en Meruelo (PP), aseguran que no se les ha abonado «ni un solo euro».

En Ayuntamientos como Reocín, donde su alcalde, Pablo Diestro (PRC), es a la par presidente de la Federación de Municipios de Cantabria, se explica que, aunque tienen aún «tesorería suficiente» para adelantar los pagos, «necesitamos cobrar para no descuadrar el presupuesto».

Para el Gobierno de Cantabria el asunto de los retrasos es atribuible a la actual coyuntura política nacional, con una «situación complicada» y algunas «tensiones de tesorería» que les restan capacidad financiera al Ejecutivo cántabro (ocho millones y medio menos) por lo que admiten que han tenido que «priorizar» en temas como «los medicamentos, nóminas...». A la par, recuerdan que, en la actualidad, la mayoría de los ayuntamientos tiene «superávit» en sus arcas con lo que pueden hacer frente a esos adelantos mientras llega la ayuda prometida. Por todo ello, de momento, reclaman la comprensión de los regidores a los que -recuerdan- les acaban de abonar los fondos de cooperación local.