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No por esperada, la noticia es menos «insultante». Eso es lo que pensaron este miércoles el Gobierno de Cantabria y la CEOE cuando contemplaron en el mapa elaborado por el Ministerio de Fomento durante la presentación del Corredor Atlántico que Cantabria seguía ... «aislada» de la conexión ferroviaria con el norte. El Ministerio sólo dedicó «unos segundos y pasó de refilón» para citar a la comunidad autónoma. La indignación llegó hasta tal punto que el director general de Transportes, Felipe Piña, y el presidente de los empresarios cántabros, Lorenzo Vidal de la Peña -los dos únicos representantes de la región en el acto-, se acercaron hasta el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, para afearle que Cantabria se quede completamente al margen de la red. Ante las quejas, el responsable de infraestructuras trató de calmar los ánimos y explicó que se incluirá «más adelante».
La respuesta no sirvió a los cántabros que se habían desplazado hasta a Madrid ex profeso -fueron convocados un día antes-, que volvieron a la carga y pidieron nuevas explicaciones. Según apuntaron este mismo miércoles miembros del Ejecutivo conocedores de la conversación, el ministro les echó un jarro de agua fría y les vino a decir que iba a buscar la fórmula «para pintar una raya en el mapa que presentaron para ver así cómo trabajan sobre ella».
La importancia de estar en la Red Transeuropea de Transporte no es sólo un plano, también una garantía -en teoría- de que estos proyectos llegarán a buen término. Aquí es Bruselas quien marca como prioritarias estas conexiones y, lo que es más importante, quien pone sobre la mesa fondos comunitarios para que se lleven a cabo y un calendario para la ejecución de las obras. El proyecto se diseñó durante el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero y se aprobó y actualizó con Mariano Rajoy. Y en ninguna de la dos negociaciones se optó por tener en cuenta a la comunidad autónoma. Y ayer, con Ábalos, volvió a repetirse.
José María Mazón | Consejero de Obras Públicas
El Ministerio de Fomento trató de vender que Cantabria estaba incluida con la línea Palencia-Santander, pero ese tramo pertenece a la conexión con Madrid y, en ningún momento, se ha contemplado dentro del eje Atlántico, que conecta Bilbao, Asturias y Galicia con Portugal. De hecho, el Gobierno central lo señala como «tramo complementario» con una obra de 217 kilómetros y una inversión de 440 millones. Sin embargo, a pesar de este parche sobre el papel, no se podrán recibir fondos como mínimo hasta 2023, año en que finaliza el periodo de vigencia de la TEN-T actual, si bien las negociaciones entre España y la Comisión Europea empezarán dos años antes.
El mensaje de Ábalos fue la chispa que prendió la mecha del malestar y provocó una reacción en cadena de las dos instituciones. El líder de la CEOE estalló de forma automática en sus redes sociales desde dentro de la presentación: «Asisto perplejo en el Ministerio de Fomento al contundente aislamiento de Cantabria y aquí no están ni consejeros, ni el presidente Miguel Ángel Revilla, ni el delegado del Gobierno, Pablo Zuloaga, y sí los de otras comunidades junto al ministro Ábalos». Minutos más tarde, en conversación con este periódico, consideró que es «alucinante», un «insulto» y una «infamia» que se una todo el norte hasta Portugal y la comunidad autónoma se quede fuera.
Una idea que compartió el consejero de Obras Públicas y candidato del PRC al Congreso de los Diputados el 28 de abril, José María Mazón, que aprovechó su doble condición para arrancar su carrera electoral y cargar contra el Gobierno central, que urgió «una rectificación».
Según Mazón, el documento que dio a conocer Ábalos mantiene a la comunidad autónoma «en el mismo olvido en el que la sumió el proyecto del Gobierno anterior». Así, criticó la ausencia de la conexión ferroviaria entre Santander y Bilbao, reivindicada por el Ejecutivo cántabro, y el «olvido» de la solución intermodal que el ministro se comprometió a propiciar y que resulta «vital» para asegurar la viabilidad de «otro proyecto clave» para la comunidad autónoma, el centro logístico de La Pasiega.
María José Sáenz de Buruaga | PP
Hace escasamente un mes, el consejero de Industria, Francisco Martín, reconoció que hasta ahora Cantabria no ha sabido alzar la voz. Y puso el ejemplo de la zona de Levante, donde políticos, empresarios y sindicatos se unieron para poner a andar el proyecto del corredor Mediterráneo.
Por su parte, la presidenta del PP de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, afirmó que Cantabria ha quedado excluida del corredor Atlántico «por decisión» del PRC y el PSOE. La popular aseguró que «el Gobierno de Revilla y los socialistas de Pedro Sánchez son los que están provocando que la región pierda todos los trenes y quede aislada», y advirtió de que los cántabros están «hartos de manipulaciones y fraudes». «Toda la cornisa quedará conectada, menos Cantabria, que vuelve a quedar aislada», se lamentó la presidenta del PP. ç
Las patronales, los sindicatos, las universidades y las entidades más representativas de Galicia quieren que el Corredor Atlántico transeuropeo de mercancías ferroviarias incluya un ramal costero que una directamente los puertos de La Coruña, Gijón, Bilbao y Santander. La propuesta está recogida en un estudio elaborado por el Consejo Económico y Social (CES) de Galicia, que señala que el proyecto sería similar al previsto para conectar los puertos del Mediterráneo.
La propuesta supone convertir el trazado de la vieja Feve entre El Ferrol, Gijón, Santander y Bilbao en una autopista de mercancías. La adaptación requeriría obras de electrificación, renovación de vías, corrección de pendientes y curvas, desdoblamiento de tramos y ampliación de gálibos para permitir el paso de trenes más largos.
La presidenta del CES, Corina Porro, presentó este documento. Insta a «garantizar la inserción de Galicia y de todo el noroeste peninsular en la red básica del Corredor Atlántico ferroviario, una cuestión ya contemplada pero pendiente aún de aprobación definitiva, que favorecería cuestiones como la «competitividad» o la «atracción de empresas y talento» a Galicia, según las agencias.
El trazado ferroviario a mejorar sería, principalmente, el de la antigua FEVE por la costa cantábrica para que conecte con garantías y con trenes de mayor longitud los tres puertos de la red básica en el norte de España: La Coruña, Gijón y Bilbao. El estudio del CES de Galicia destaca que con la ampliación del canal de Panamá los puertos del Atlántico deberían aprovechar su posición geoestratégica para formar parte de las grandes rutas marítimas y convertirse en puertos de entrada de mercancías para Europa. De ahí, añade el estudio, la importancia de conectar esas terminales con el Corredor Atlántico ferroviario.
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