El Gobierno corrige su Ley del Suelo y permitirá construir en terrenos rústicos en toda Cantabria

Pues bien, parece que ese doble modelo de crecimiento no llegará a aplicarse nunca porque los dos socios del bipartito, con mayoría en la Cámara, han acordado eliminar esa dualidad. No habrá diferencias entre ambos espacios y se podrá construir viviendas unifamiliares en suelo rústico en toda Cantabria, siempre que se cumplan una serie de exigencias. Como ya ocurre desde 2012, pero con menos burocracia. El PRC corrige así a su propio consejero y el PSOE hace lo propio con la postura que había defendido hasta ahora su portavoz en la materia.

El diputado socialista Javier García-Oliva había elaborado un conjunto de enmiendas para «desmontar» la Ley del Suelo justamente en el sentido contrario, casi «una enmienda a la totalidad al modelo que se plantea». Para impedir esta práctica, no para generalizarla y fijar este modelo de crecimiento para toda la región. En cualquier caso, en el PSOE dicen estar satisfechos porque, a cambio, han conseguido introducir mayores garantías ambientales y paisajísticas que impedirán que se concedan permisos que atenten contra «un desarrollo sostenible y un crecimiento ordenado». «Nuestro modelo urbanístico es totalmente opuesto al del Partido Popular», matizaba la portavoz socialista Noelia Cobo.

En total, el bipartito ha pactado 69 enmiendas. En relación a las viviendas unifamiliares en suelo rústico, su postura va en consonancia con lo que viene defendiendo la líder de la oposición María José Sáenz de Buruaga (PP). De hecho, el jefe del Grupo Parlamentario Regionalista Pedro Hernando entiende que hay muchas posibilidades de que la nueva Ley del Suelo salga adelante con unanimidad de los cinco partidos políticos con representanción en el Parlamento autonómico, ya que gran parte de las enmiendas registradas -ayer se cerró el plazo tras dos prórrogas- por PP, Ciudadanos y Vox tienen muchos puntos en común con las del bipartito.

Si esta modificación sale adelante, como es previsible, se podrá construir en suelo rústico de toda Cantabria, pero cuando se cumplan unas condiciones concretas. Además de que solo se dejará construir viviendas unifamiliares, las trabas se incrementan sí aún queda espacio disponible en zonas ya catalogadas como urbanizables.

Las enmiendas introducen más modificaciones. El borrador de Obras Públicas establecía que las corolas -ese espacio alrededor del pueblo en el que se podrá construir aunque sea suelo rústico- ya no se prolongarían a lo largo de 100 metros respecto al perímetro urbanizable. Se eliminaba esa medida y se sustituía por una proporción respecto al tamaño de la localidad. Concretamente, se hablaba de que la corola no podía exceder el 50% de la superficie del núcleo. Aquí PRC y PSOE dan marcha atrás y recuperan esos 100 metros. Por otra parte, a lo anterior se suma que las nuevas edificaciones se tendrán que ubicar en las zonas con menor pendiente dentro de las parcelas.

A quien se pregunte si con esta modificación podrá construir una vivienda en suelo rústico hay que responderle que depende, porque la norma introduce muchas variantes. Y también hay que tener en cuenta otras regulaciones como el Plan de Ordenación del Litoral o las que tienen que ver con espacios de especial protección. Común en todos los casos es que, cuando sea posible poner ladrillos, habrá que hacerlo manteniendo la coherencia con el entorno en aspectos como la estructura, la tipología y los materiales.

Aunque los regionalistas entienden que el espíritu del borrador diseñado por Obras Públicas no cambia y que es positivo que el paso por el Parlamento haya servido para mejorar el proyecto, lo cierto es que desnaturaliza bastante la propuesta inicial de Gochicoa. Su propuesta de ley consistía casi en dos leyes distintas: una para regular el urbanismo en los grandes municipios y otra para los pequeños. Todo para que «la Cantabria rural pueda crecer y tener algún tipo de posibilidad de desarrollo», dijo el consejero el pasado septiembre. Insistió en que, en cualquier caso, la construcción de las nuevas viviendas tampoco iba a ser descontrolada porque «lo que buscamos en Cantabria es un desarrollo sostenible, no una actuación que pueda destrozar los paisajes». Con esta modificación, el PRC responde a una demanda de sus alcaldes. También los alcaldes socialistas, y la presión del socio de Gobierno, han sido fundamentales en el viraje del PSOE.

La extensión de la posibilidad de construir en suelo rústico a toda la región responde a una petición de la Federación Cántabra de Municipios. Otro grupo de enmiendas de PRC y PSOE atiende a la demanda de la CEOE de agilizar algunos trámites para empezar los procesos constructivos antes de tener el permiso -tras firmar una declaración responsable- cuando no haya dudas de que se este se va a conceder. También se facilita al Gobierno la compra de suelo para construir viviendas de sustitución para afectados por los derribos.

Aunque con este cambio la postura de todos los partidos se acerca, el presidente Miguel Ángel Revilla ha respondido favorablemente a la petición de Buruaga de celebrar una reunión con el objetivo de buscar un consenso. «Debería aprobarse con el mismo consenso que suscitó la ley de 2001, porque esa es la garantía de permanencia y durabilidad y la mejor manera de evitar constantes modificaciones en función de los vaivenes políticos», defiende la jefa de la oposición y líder del PP, que mañana se verá con Revilla y que calificaba de «paso atrás» prohibir construir en suelo rústico en municipios de más de 5.000 habitantes.