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El debate sobre las enmiendas a la totalidad presentadas a los Presupuestos del Gobierno de Cantabria tiene el atractivo, a efectos prácticos, de conocer en detalle la posición de los grupos. De los que forman el Ejecutivo y la oposición. Más que nada porque, ... al margen de eso, el resultado de las votaciones está cantado. El bipartito PRC-PSOE, con mayoría en el Parlamento, echa abajo las enmiendas que dicen que las cuentas, en su conjunto, no sirven. Sin embargo, lo visto en los primeros compases del debate de este martes, se cargó con muchos más ingredientes. De Andalucía a las políticas destinadas a combatir la violencia contra las mujeres. De los pactos a nivel nacional para formar gobierno a los resultados de cada uno en las elecciones. De «el trío de derechas» al «gobierno con el apoyo de Rufián y Junqueras». O sea, que el panorama en la primera mitad del debate se bajó a ras de suelo.
La primera en intervenir fue la consejera de Economía y Hacienda, María Sánchez (PSOE). En un discurso sin demasiadas sorpresas, llamó a la oposición a estar «tranquila» ante los Presupuestos porque, a pesar de las críticas, en su opinión son «realistas», no tienen ingresos «sobrevalorados» y traerán «más bienestar» y una «mayor eficacia y eficiencia» en la gestión presupuestaria. Sánchez defendió que las cuentas son «la manifestación de un Gobierno progresista» y que tienen como «punto central la defensa de la igualdad social».
La consejera utilizó buena parte de su tiempo (le sobró un minuto de los 25 asignados) a explicar cuestiones técnicas y, especialmente, a defender que las previsiones se convierten en realidades. Es decir, la ejecución de las cuentas. La socialista destacó el incremento de las partidas para Sanidad, Educación, para plazas concertadas para dependientes o para el contrato programa de la Universidad de Cantabria. Y también aspectos que aparecen «por primera vez» como las medidas vinculadas con la Ley de Memoria Histórica. Va dirigido a impulsar el «cambio de modelo productivo» para que la comunidad crezca «más y mejor», resumió la consejera.
Sánchez dedicó parte de su intervención a defender lo «realista» de los ingresos previstos y a intentar desmontar las previsiones de la oposición de que éstos no se ejecutarán.
Respecto al primer aspecto, subrayó que los ingresos no financieros crecen un 3,7 por ciento, un incremento que, según recordó, procede principalmente de la previsión del aumento de las entregas a cuenta del Estado (+3,5%), una subida que es «muy prudente».
Y en cuanto a los gastos, Sánchez señaló que, pese a las críticas de la oposición, la ejecución de los mismos en los anteriores presupuestos ha sido superior al 96 por ciento en 2016, 2017 y 2018 (el de 2019 aún no se sabe), un porcentaje superior a los de años en los que gobernó el PP, como 2013 y 2014. «Para que luego digan que no se ejecutan los Presupuestos», dijo Sánchez, que también incidió en la reducción de la deuda por primera vez.
Partido Popular
Pasado el turno del Gobierno, María José Sáenz de Buruaga (PP), dejó clara su estrategia desde la primera línea del discurso. Para su partido, el Presupuesto refleja «la ausencia absoluta de un proyecto de región». «Mero trámite», «presupuesto trilero», «corralito particular»... La popular definió el documento como «el más anodino y más irrelevante que nos han presentado nunca en el momento más complicado» y acusó al gobierno de mentir «en su discurso y en las cuentas». Porque, según dijo, no cumplirá con los ingresos y tampoco con los gastos previstos.
Y fue enumerando. Pidió que «dejen de tomar el pelo a los funcionarios públicos» porque lo asignado «para el próximo año es inferior a lo gastado en 2019 y lo saben». Siguió con el aumento de gastos «en la alta dirección» y remarcó que «sólo se destinan 56 céntimos de cada diez euros a inversiones públicas». Especialmente crítica fue con lo relativo a la Sanidad con ataques al consejero y con un gobierno que «va de social» mientras que «las únicas personas de las que cuida este presupuesto son los cien políticos que dirigen la autonomía». «Se antepone el político a la gente, la Administración a la región y las conveniencias de su coalición a las oportunidades de las personas».
En definitiva, consideró «vacío» el presupuesto de Cantabria para 2020 diseñado por PRC y PSOE y vaticinó que dejará «congelada» la región en un momento de «desaceleración» económica.
«Estamos ante otro presupuesto falso y de imposible cumplimiento, otro presupuesto trilero», sentenció en su defensa de la enmienda a la totalidad a las cuentas del próximo año registrada por el Grupo Parlamentario Popular.
La también líder de la oposición pidió al jefe del Ejecutivo, el regionalista Miguel Ángel Revilla, que haga un presupuesto «para la Cantabria real y ponga en orden la Cantabria oficial».
En este sentido, avisó de que «viene el frío» -en alusión a la coyuntura económica- y la comunidad autónoma «se va a quedar a la intemperie, congelada, como congelado está este presupuesto», insistió Buruaga, quien censuró el «engaño, descontrol y pobreza» que conllevan las cifras previstas, de ahí que el PP haya solicitado su devolución para que se elabore de nuevo el documento.
Vox
Esa línea de engordar la Administración «y a los amiguetes« que citó Buruaga fue el eje de la intervención de Cristóbal Palacio (Vox). Reprochó que el documento llegara días después de las elecciones, definió como «estremecedor» el dato de la deuda y habló de «arquitectura contable imaginativa» para cuadrar números. «El problema de la Sanidad es que no pagan», expresó, por ejemplo.
En resumen, que se presupuestan cosas que no se cumplen sólo para hacer propaganda. Para explicarlo, entre otros ejemplos, puso el caso de Industria, con su gran apuesta centrada en el Puerto. «Como debe ser», dijo, pero recordando que, al igual que la otra gran apuesta (el AVE), son asuntos de competencia nacional. «Se nos da mucho mejor pensar lo que pueden hacer por nosotros que cumplir con nuestro deber».
Palacio dejó para el final un hilo del que luego se siguió tirando. Con su posición el día anterior respecto a la declaración institucional sobre la violencia contra las mujeres, el diputado recordó a los socialistas que, en su afán de «colocar amiguetes», se gastarán este año diez veces más en pagar altos cargos que en lo destinado a las mujeres maltratadas. Mecha encendida.
Ciudadanos
Algo de ironía con este asunto hubo también en el arranque de la intervención de Félix Álvarez (Ciudadanos). Enseñó el documento con las normas para elaborar el Presupuesto y preguntó por el Informe de Impacto de Género que debe presentarse, según se estipula. «Se les llena la boca y les cuesta mucho cumplir con sus propias normas».
Luego entró de lleno a los números que, en su opinión, reflejan una «política miope que sirve para atornillarse en el poder». Como el resto de la oposición, habló de unos presupuestos «mentirosos e irreales» que «desatienden el cambio de modelo productivo». Lanzó, en este sentido, una batería de ejemplos para demostrar que ni gastos ni ingresos previstos van a cumplirse. «Y lo saben perfectamente porque para verlo no hay que ser doctor en Economía o la bruja Lola». Insistió además en que, más que lo que se gasta, el problema está en «cómo se gasta».
Cs también puso en duda que el de 2020 sea el «presupuesto más social de la historia», porque «si los ingresos no se cumplen, como no se van a cumplir, la única manera de cumplir con las promesas realizadas es el aumento de la deuda, los recortes en lo presupuestado o subir los impuestos a la clase media y trabajadora de esta región».
Además, Álvarez lamentó que estos presupuestos reflejan un aumento de la presión fiscal sobre los cántabros.
PSOE
Con el discurso oficial de la consejera y los turnos de crítica de los portavoces de la oposición, quedaba por oír en este -largo- arranque a los representantes del grupo socialista y el regionalista. Y si ya había mechas pendientes, las intervenciones les añadieron algo de gasolina. Noelia Cobo (PSOE) asumió el papel de voz de la izquierda y metió a PP, Cs y Vox en el mismo saco de forma permanente: «El trío de las derechas», les definió.
Tras contestar a Álvarez que para ese informe de impacto de género la Ley les da un año, definió la «triada de enmiendas como la representación de un melodrama». La simulación de un «escenario apocalíptico». Cobo centró su discurso en comparar el contexto y las decisiones de Cantabria con las que se han tomado en Andalucía (con PP y Cs en un gobierno apoyado por Vox). «Es normal que no les gusten los presupuestos de este Gobierno. La derecha no defiende los mismos intereses que nosotros». Con un tono vehemente, combativo, Cobo entró de lleno en la idea clásica de derechas e izquierdas. «No les hemos oído reivindicar justicia social en este debate. Ni dirigirse a estas personas. Se han olvidado de lo más importante. Tal vez porque los que nunca pasan hambre siempre piensan que los pobres comen mucho».
PRC
Mientras, el PRC, socio de Gobierno del PSOE, manifestó su rechazo a las enmiendas a la totalidad presentadas por los grupos de la oposición al proyecto de presupuestos regionales para 2020, porque considera que son «serios, rigurosos, contenidos y acordes con las posibilidades reales» de Cantabria.
Así se expresó el portavoz del grupo parlamentario regionalista, Pedro Hernando, que hizo hincapié en que «no se incrementan» los impuestos, sino que, por el contrario, «suben las deducciones» fiscales, por lo que ha pidió a la oposición que «deje de alarmar y reconozca» que este gobierno tiene proyecto económico para Cantabria.
Hernando centró su idea en hacer 'pensar' a la oposición en sus resultados en las urnas frente a los de los regionalistas. Eso y que llevaba «escuchando las mismas críticas cuatro años». «Traen el discurso escrito y lo cuentan». «Es un presupuesto fiable y razonable» y eso lo demuestra, dijo, «el día que hay que meter el voto en las urnas».
Hernando enfatizó que las partidas destinadas a gasto social suben casi 77 millones de euros, de los cuales 47,8 van a la Sanidad, que representa más del 30 por ciento del presupuesto total con 922 millones de euros; mientras que la Educación tiene una consignación de 579,7 (20 millones más) y los servicios sociales 244 (7,4 más que en 2019).
«Es un presupuesto que apuesta por el futuro», añadió Hernando, para quien se da respuesta al presente y a las necesidades reales de los cántabros y «pone énfasis» en las políticas que constituyen los ejes del futuro de Cantabria.
Para el regionalista, se trata de un presupuesto «fiable y razonable» en los ingresos y en los gastos. Y, sobre las críticas a la ejecución presupuestaria que la oposición ve baja, opinó que el ritmo de cumplimiento de las previsiones de ingresos está «muy cerca» de las estimaciones más optimistas.
Con estas exposiciones de motivos, las réplicas se cargaron de pólvora. Como era de esperar a la comparación con Andalucía le siguió, por parte de Cs, un amplio repaso a la sentencia de los ERES y al dinero «gastado y esnifado». La cosa se calentó cuando el portavoz de Vox y Pablo Zuloaga (PSOE), que estaba sentado, se enzarzaron por el asunto del dinero destinado a las mujeres maltratadas. «En mi actividad profesional (Palacio es abogado) defiendo diariamente a mujeres maltratadas. Lo suyo son palabras y me llevo la pasta para casa». Al representante de Vox lo abroncaron desde los escaños cuando respondió a Hernando por usar los resultados electorales para justificar el Presupuesto. «Lo mismo que llevó a Hitler a sostener su modelo»...
Y así avanzó la sesión, con un tono algo más tenso, hasta las votaciones. El resultado, las tres enmiendas a la totalidad rechazadas.
La Ley de Medidas Fiscales y Administrativas ha seguido la misma tónica que los Presupuestos Generales. PRC y PSOE se han valido de su mayoría en el Parlamento para rechazar las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, Cs y Vox , por lo que el proyecto continúa con su tramitación parlamentaria, al igual que ha ocurrido con las cuentas.
Los tres partidos de la oposición -que suman 14 diputados, frente a los 21 que tienen regionalistas y socialistas- han coincidido en que la conocida como 'ley de acompañamiento' no hace «nada» para reactivar la economía y el consumo a través de una rebaja fiscal. Además, han alertado de la reforma de 19 normas autonómicas a través de esta ley, cinco de las cuales apenas llevan un año en vigor.
Frente a ello, el Gobierno ha defendido las «pequeñas modificaciones» en el sistema tributario de Cantabria, donde no hay «opresión fiscal», tal y como ha asegurado la consejera de Economía y Hacienda, María Sánchez, que ha negado que la región sea «un infierno fiscal, sino todo lo contrario».
En cualquier caso, ha señalado que «lo importante son las necesidades sociales a cubrir con los impuestos que se recaudan», esto es, la educación, la sanidad, la dependencia, las pensiones, la justicia o el orden público. «Son necesidades que tenemos que satisfacer y estamos obligados a recaudar para dotar a las personas de una vida digna», ha esgrimido al respecto.
En su comparecencia, Sánchez ha repasado las «pequeñas modificaciones» del Ejecutivo regional en el sistema tributario, en impuestos propios y cedidos, con las que -ha dicho- se «asegura la suficiencia» financiera de la Comunidad.
Por su parte, la oposición ha acusado a PRC y PSOE de no incluir «ni una sola medida fiscal» para revertir la situación económica actual ni tampoco «la más mínima bajada de impuestos tan necesaria en estos momentos».
De hecho, PP y Cs creen que incluso se lleva a cabo una subida impositiva a través del aumento de los límites para acceder a todas las deducciones, que «dificulta» beneficiarse de ellas, algo que, según han dicho, afecta de forma negativamente a las clases medias.
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