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Hace justo una semana, el Gobierno de Cantabria alzó la voz en el Parlamento para defender la gestión de Luz Morán al frente de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP). Mientras la oposición lamentaba la pérdida de prestigio y relevancia de la institución desde ... su llegada, los dos socios del bipartito, PRC y PSOE, expusieron los datos de participación del último verano para tratar de convencer de que, en un contexto de pandemia y con aforos limitados en todas las actividades públicas, la respuesta de los estudiantes había sido positiva. Ayer, el Ejecutivo regional prefirió no valorar su dimisión. No lo hizo ni el presidente, Miguel Ángel Revilla, ni el vicepresidente Pablo Zuloaga, en cuya consejería se integran las políticas de universidades.
Sí lo hizo el PP, que considera que esta salida es la respuesta al «deterioro» que ha sufrido la UIMP desde la llegada de Morán. «Con esta dimisión se cierra este episodio y hay que suponer que con ella se ponga fin al deterioro en que se encontraba la institución», apuntó el portavoz popular, Íñigo Fernández. Aunque el nombramiento del nuevo equipo depende del Gobierno central, en el PP son partidarios de que desde Cantabria se abra un debate sobre cómo relanzar la universidad y sobre su futuro.
En esa misma línea, la alcaldesa de Santander, Gema Igual, agradeció el trabajo del equipo de Morán, pero lamentó que «en este tiempo no se haya conseguido el esplendor de otras épocas» ni haya existido «esa vinculación que la universidad y la ciudad se merecen». En ese sentido, la regidora solicitará que se conforme cuanto antes el nuevo equipo directivo y reclamará «que se incremente la presencia de la UIMP en Santander». Algo que debe ir acompañado de una dotación económica suficiente para relanzar la Universidad Internacional que repercuta en el beneficio cultural y económico de la capital.
«Encontrarán en esta alcaldesa una aliada y nunca una rival, siempre que la ciudad y la cultura converjan en ese punto de encuentro imprescindible para el progreso común», concluye Igual.
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Para Cs, la salida de la exrectora es una buena noticia. «Llegó, arrasó la UIMP y ahora se va a su casa, pero el daño ya está hecho y la pérdida de prestigio no se va a recuperar con esta dimisión», opina Félix Álvarez, que desea que el Gobierno de Sánchez deje de «colonizar» la institución y elija un perfil con experiencia «independientemente de que tenga el carné del PSOE».
Y en Vox creen que la dimisión no es la solución, sino el síntoma de la degradación que sufre la institución. «La utilización política por parte del Gobierno socialista de una entidad del prestigio internacional, a corto plazo, ha podido ser rentable para el PSOE, pero, a Santander, a Cantabria y a España, le ha supuesto una pérdida irreparable a su imagen y a su prestigio», destacada Cristóbal Palacio, que reclama que la UIMP vuelva a ser «un referente de conocimiento libre a nivel internacional».
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