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Cantabria cuenta ya con un documento que regulará la utilización de las playas en la 'nueva normalidad'. Un plan consensuado entre Gobierno regional, ayuntamientos y Demarcación de Costas que va encaminado eminentemente a la labor informativa del usuario y que encontrará su máxima expresión en el portal web donde se podrán contemplar las imágenes de las decenas de cámaras web que el ejecutivo autonómico instalará en los arenales más concurridos de la región para que los ciudadanos sepan cuándo puede producirse una situación de riesgo, y escoger los momentos idóneos para ir a estas zonas. El servicio estará operativo a partir del próximo mes de julio. No es la única medida, también se fijarán corredores de entrada y salida de seis metros de ancho - donde sea posible- y cartelería informativa y dadas las características de Cantabria no se han fijado aforos por playa, pero sí se advierte de una docena de días en los que se esperan pleamares muy fuertes que reducirían el espacio. Una vez Cantabria pase a la fase 3, tendrá la capacidad de controlar el cumplimiento de las normas en las playas y aplicar las medidas necesarias en caso contrario, según ha destacado el presidente Miguel Ángel Revilla.
«Pretendemos que el usuario de las playas tenga la mayor información posible sobre la conveniencia o no de ir a una playa u otra. La idea es que todo el mundo pueda escoger convenientemente, eludiendo aglomeraciones», ha explicado José Luis Gochicoa, consejero de Obras Públicas, que ha sido el encargado de reunir todas las peticiones realizadas por los ayuntamientos costeros de la región en esta normativa.
Así lo ha dado a conocer el Ejecutivo al término de la reunión celebrada hoy, en la que han participado el propio Gochicoa; el consejero de Medio Ambiente, Guillermo Blanco; así como la directora general de Interior, Jezabel Morán; el presidente de la FMC, Pablo Diestro, y los alcaldes de Santander y de Val de San Vicente, Gema Igual y Roberto Escobedo, respectivamente.
Asimismo, se trabaja ya en el diseño de los carteles informativos que se instalarán en las 79 playas cántabras, donde se incluirán indicaciones generales: evitar tocarse la cara y los ojos, lavarse las manos con frecuencia, guardar dos metros de distancia entre toallas y cuatro entre sombrillas, etc; y otras más concretas de cada arenal.
«Esas indicaciones adjuntarán una fotografía de cada playa donde se dibujará un corredor de entrada, que será de seis metros de ancho, para que la gente lo deje libre de cara a que los accesos al arenal estén despejados», ha concretado Gochicoa, que ha insistido en que allí «donde sea posible instalar entrada y salida no hará falta establecer la obligatoriedad de mascarilla». Una precaución que sería sólo imperativa en ese espacio de accesos, no en el interior del arenal.
Gochicoa ha señalado que Cantabria cuenta con alrededor de 2.300.000 metros cuadrados de arena seca, con marea alta, «algo que nos indica, teniendo en cuenta que tiene que haber cuatro metros cuadrados por persona, que podrían albergar de media más de 582.000 personas a la vez y con marea alta. Pero esos cálculos son difíciles de ajustar según las condiciones de los coeficientes. «Por eso siempre nos ha parecido inapropiado hablar de aforos en el mar Cantábrico. No tiene sentido dado que cada día hay unas circunstancias concretas». Por eso la utilización de las playas en la región se basará basa más el distanciamiento que en la acumulación de aforos. Aun así, el propio documento se reflejan una serie de 10-12 días en los que las mareas altas son muy vivas, con coeficientes elevados, lo que implica que la arena seca sea muy inferior a la que se establece con carácter normal el resto de los días.
Ante este hecho, el consejero ha especificado que esos días y a las horas de marea alta «habrá que tener especial cuidado».
De ahí que las medidas del texto que podría empezar a aplicarse mañana mismo apelen más a la labor informativa de las personas.
«Lo importante es tener unas normas de convivencia básica en la playa y que los ayuntamientos puedan establecer cómo controlar que eso se produzca», concretó el consejero, que cerró con este plan una necesidad que se hacía precisa desde que el pasado lunes se estrenase la fase dos en la región y con ella la posibilidad de utilizar los arenales en toda su extensión.
Por su parte, el presidente de la Federación de Municipios de Cantabria ha valorado el encuentro como «muy satisfactorio», ya que de él ha resultado un documento «consensuado» que aporta facilidades a los municipios y a los usuarios sobre cómo hacer uso de los arenales sin necesidad de «estudiarse la normativa».
Asimismo, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha confiado en que la región vivirá «un gran verano» desde el punto de vista turístico porque «la gente está deseando salir», habrá «pocos» viajes al extranjero y porque la Comunidad es «un lugar privilegiado para que vengan».
Entre otras cosas, ha destacado las playas, que suman más de 4,8 millones de metros cuadrados de superficie, algo que «no tiene nadie en el Norte» del país, gracias a arenales de hasta 6 kilómetros como La Salvé en Laredo, Trengandín y Ris en Noja, Somo y Loredo en Ribamontán al Mar y Oyambre.
«Hay espacio suficiente para meter a muchísima gente y aprovechar, eso sí, las mareas», ha apuntado el jefe del Ejecutivo, para diferenciar que no es lo mismo una playa en pleamar -que se «llena» de personas más fácilmente- que en bajamar, pues hay una «diferencia de un millón de metros a casi cinco millones de metros» cuadrados.
Los ayuntamientos tendrán que asumir la responsabilidad de controlar los aforos a las playas, delimitar las entradas y las salidas, velar por el cumplimiento del distanciamiento social, contratar personal extra para atender las playas, ajustar el espacio en función de las mareas, y reforzar o adaptar las duchas, baños y resto de mobiliario, en caso de que se autorice su uso, según ha recordado la regidora de Santander, Gema Igual, tras la reunión. Ésta ha asegurado que su ayuntamiento sufragará los gastos de acondicionamiento de las playas de la ciudad para garantizar las medidas de seguridad y ha hecho un llamamiento a todas aquellas personas que deseen pasar unos días en Santander y ha garantizado la seguridad tanto en las playas, como en los restaurantes y restos de atractivos turísticos. Tras varios días criticando la falta de medidas concretas, Igual ha valorado positivamente los acuerdos de la reunión de hoy.
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Ana del Castillo
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