El Gobierno mantiene las partidas destinadas a la memoria histórica porque las considera «necesarias»

Defendida por el portavoz popular Íñigo Fernández, que ya el lunes pasado había tratado este asunto en una interpelación al vicepresidente, Pablo Zuloaga, que no le dejó satisfecho porque «no contestó a nada», la moción puso enfrente a quienes piensan que esas partidas son ahora mismo un gasto prescindible y quienes, por el contrario, entienden que no lo es.

Para Fernández, por ejemplo, «en la situación que vivimos, con tantas necesidades en sanidad, en dependencia o en educación, es indefendible sostener que parte del dinero de los contribuyentes se esté desviando ahora a pagar estas cosas».

Según el diputado popular, que piensa que la memoria histórica «no ha surgido para cerrar viejas heridas sino para reabrirlas» y «debería afrontarse desde la óptica de la reconciliación y no desde la óptica del revanchismo», estas partidas «no tienen sentido y mucho menos en la situación actual».

Por ello, pidió que se supriman y «que ese dinero se destine a lo que verdaderamente se necesita», «que no se dilapide en estos programas el esfuerzo de los contribuyentes», para los que pidió «un poco de sensibilidad y respeto» antes de concluir con un reproche al propio Zuloaga: «¡Vaya momento que han elegido para poner en marcha esta política! ¡Vaya momento!».

De vuelta a su escaño, Fernández oyó a Armando Blanco (Vox) dar el apoyo de su formación a una propuesta con la que sin embargo no coincide en las formas. «El PP ha encontrado en el covid una justificación para defender la retirada de estas partidas», aseguró Blanco, que cree que la dotación está fuera de lugar porque «esta ley no busca recuperar la historia de nadie sino reescribir la historia de España».

Más en la línea de los populares, Félix Álvarez (Ciudadanos) admitió que cuando se publicó la orden del Gobierno regional sobre la línea de ayudas a la memoria histórica sintió una mezcla «de vergüenza, sorpresa e indignación». Fue tal su incredulidad «que registré una interpelación para que el señor Zuloaga explicara cómo había tenido la irresponsabilidad de pensar en algo así en esos momentos».

También su partido apoyó la iniciativa del PP, aunque no sirvió para nada.

Conduciendo el voto socialista, su portavoz, Noelia Cobo, dijo que la situación de emergencia «no implica que se deban suspender los derechos de los familiares de las personas desaparecidas a conocer la verdad sobre la suerte de sus seres queridos». Para ella, «hay cuestiones que no son aplazables porque tienen que ver con los valores democráticos» y ésta, matizó, es una de ellas, de manera que no hay motivo para suspender unas partidas que «son necesarias».

Lo son para los socialistas y también para los regionalistas, que de acuerdo con sus socios ayudaron a echar abajo la proposición del PP.