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¿Cantabria logrará entrar en el Corredor Atlántico del que fue excluida hace una década cuando la Unión Europea dibujó su red de transportes por ferrocarril? ¿De quién es la culpa de que Cantabria sea en este momento la única comunidad del norte de España ... que no figure en este mapa que da acceso a partidas económicas extraordinarias y que supone una garantía para que los proyectos lleguen a buen puerto? La respuesta a la primera pregunta se conocerá pronto. En unos meses, en el momento en el que la Comisión Europea confirme o nó el reglamento aprobado en 2013 que ahora está en pleno proceso de revisión.
La segunda cuestión, que tiene contestaciones diversas según a quien le interrogues, fue la que monopolizó ayer el debate político en la comunidad autónoma. Todo después del viaje a Bruselas del presidente Miguel Ángel Revilla, al que los partidos de la oposición (PP, Cs y Vox) acusan de llegar una década tarde a la hora de alzar la voz en este asunto, mientras que el bipartito defiende que fueron los gobiernos del PP los que estaban en el poder cuando salió adelante el documento. Eso, y que en la revisión que realizó el exministro Íñigo de la Serna para sumar algunas paradas no estaba Cantabria.
La de Bruselas fue una visita de dos días al más alto nivel en la que Revilla se reunió con representantes de diversas instituciones en busca de aliados. De esta experiencia, el Gobierno regional prefiere destacar que tanto el español Josep Borrell, Alto Representante para la Política Exterior y número dos de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, como el número tres, el siguiente en el escalafón, el vicepresidente griego, Margaritis Schinas, han prometido hacer presión por la causa cántabra.
Miguel Ángel Revilla - PRC
Mª José Sáenz de Buruaga - PP
Pablo Zuloaga - PSOE
«Nos ha dicho que nos vayamos tranquilos a Cantabria», apuntó Revilla tras sendos encuentros. La voz de ambos en Bruselas es más que importante, pero quien está encima del asunto, redactando el nuevo reglamento de la Red Transeuropea al que quiere conectarse la región para dar viabilidad en un horizonte temporal razonable al tren de alta velocidad entre Santander y Bilbao, es otra comisaria, la de Transportes. El regionalista no habló con ella directamente, pero sí con su equipo. Y el diálogo no puede ser más decepcionante. Porque la Comisión Europea no piensa cambiar «ni un ápice»los planos actuales porque los recursos son escasos y las peticiones de territorios de todo el continente son múltiples. «Un jarro de agua fría», reconocía Revilla, que hoy dará más detalles, pero ya adelanta una «dura batalla»para doblar finalmente el brazo a las instituciones comunitarias.
«Otra vez, publicidad sin resultados. Ni siquiera él tenía la menor duda de que iba a regresar de Bruselas con las manos vacías», recriminó ayer la presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, que entiende que el viaje de Revilla llega once años tarde y no ha sido más que una operación de lavado de imagen para tratar de ocultar su negligencia y su propio fracaso. La dirigente popular hace hincapié en que la partida para que Cantabria fuera incluida en la Red Transeuropea de Transportes se jugó fundamentalmente entre los años 2009 y 2011, que fue cuando se negoció el trazado de los corredores: «En ese periodo decisivo gobernaba José Luis Rodríguez Zapatero en España y Miguel Ángel Revilla en Cantabria y, por lo tanto, solo ellos son los responsables de esa exclusión».
Según Buruaga, en el año 2011, la Comisión Europea presentó los reglamentos excluyendo a Cantabria, pero entonces Miguel Ángel Revilla no fue a Madrid a plantarse y tampoco a Bruselas. «Una vez más, no estaba». La presidenta popular recuerda que los reglamentos negociados cuando Revilla y Zapatero eran presidentes se aprobaron finalmente en 2013, después de que los gobiernos del PP intentaran incluir a Cantabria en 2012, en el tiempo de descuento y cuando ya no había nada porque ni la propuesta del Gobierno de España incluía a la comunidad ni Miguel Ángel Revilla había movido un dedo.
Félix Álvarez - Ciudadanos
Cristóbal Palacio - Vox
Esa es la idea en la que insiste también Vox, que califica el viaje de «vacaciones pagadas» y reclama saber el coste de la iniciativa. «Fue advertido del error por el resto de la sociedad civil cántabra en la anterior legislatura y ahora pretende ir a Bruselas a solucionarlo. Ya es tarde», afirma su portavoz, Cristóbal Palacio, que cree que Revilla «no cumplió con su obligación cuando debía y cuando había oportunidad».
«El Gobierno PRC-PSOE nos ha aislado y, por mucho paseo que se den ahora hasta Bruselas, poco o nada van a poder cambiar. Es lamentable que todo el norte, excepto Cantabria, vaya a estar conectado desde Francia hasta Portugal. Lo que ha hecho Revilla es ir a intentar solucionar un problema que él solito creó y, lamentablemente, no creemos que haya arreglado nada», abunda Félix Álvarez, que ha pedido, como portavoz de Ciudadanos en el Parlamento regional, la comparecencia de Zuloaga para que dé cuentas sobre este asunto.
Cs entiende que el problema es muy relevante porque quedar fuera del corredor puede ser «muy grave para el desarrollo futuro de Cantabria, para la implantación de empresas en nuestra comunidad autónoma y la generación de empleo». Álvarez recordó que Castilla y León, Asturias y Galicia, también se quedaron fuera del programa 'Conecta Europa' que traía partidas millonarias para los corredores continentales, pero luego sí fueron incluidas tras la presión del Gobierno de España.
Esa negociación se hizo durante la etapa de De la Serna como ministro de Fomento, motivo por el cual el vicepresidente regional, Pablo Zuloaga, le apunta a él como culpable. «Voy a dedicar muy poco tiempo a buscar culpables, creo que es fundamental buscar soluciones, pero hay que recordar que el ministro De la Serna fue quien dejó a Cantabria fuera de ese Corredor Atlántico», afirmó el socialista, que remarcó que la red de transporte en Cantabria «avanza de forma fehaciente», como demuestra el inicio hace unos días de las obras del AVE entre Amusco y Osorno, en este caso de la línea a Palencia.
A. CERVELLERA / I. DOMINGO
madrid. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha comprometido para 2025-2026 la conexión del corredor mediterráneo desde Almería hasta la frontera francesa. «Creo que estamos en la buena senda. La voluntad política se está traduciendo en hechos tangibles. Todo lo que depende de los fondos europeos tiene que estar ejecutado en 2026», anunció ayer durante su intervención en el acto organizado por la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) en Madrid para reivindicar la ejecución de la infraestructura. Sánchez reconoció el «clamor empresarial» para que se aceleren las obras y ha asegurado que «no nos podemos permitir el lujo de seguir sumando retrasos. Estamos ante un momento histórico y una oportunidad de abordar la transformación de este país».
Además de recordar los 3.300 millones invertidos en el corredor mediterráneo en los últimos tres años, la titular de Transportes ha reivindicado que éste «es un Gobierno comprometido», por lo que los Presupuestos del Estado para 2022 destinan 1.700 millones a la infraestructura. «Nos va a permitir avanzar y poner más tramos en servicio», añadió ante la presencia de 1.300 empresarios procedentes de toda España. El sector económico, que en Cantabria también ha llamado la atención sobre la necesidad de un tren fuerte, ha sido fundamental en Levante a la hora de impulsar el proyecto.
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