Un Gobierno paritario y renovado

Las mujeres vuelven a copar las cotas de poder que alcanzaron en la primera línea política durante el mandado de Ignacio Diego. El exlíder popular alcanzó la Presidencia en 2011 con una mayoría absoluta sin precedentes, provocada por una fuerte crisis económica, y diseñó el primer Gobierno paritario de la región. Ahora, Revilla y su coaligado, Pablo Zuloaga, siguen esta estela por convicción, pero obligados también por una norma diseñada por la aún vicepresidenta, Eva Díaz Tezanos, feminista convencida, que siempre trata de crear grupos paritarios.

El nuevo Gabinete trae gran novedad si se compara con el que se conformó en 2015. De aquella fotografía de la primera reunión del Ejecutivo sólo repiten el propio presidente y el consejero de Innovación, Industria, Transportes y Comercio, Francisco Martín, que pierde las competencias de Turismo para centrarse en el crecimiento del peso industrial del PIB y en el desarrollo del polígono de La Pasiega. Martín aterrizó como el 'fichaje estrella' de Revilla procedente de las filas del PSOE, donde fue consejero de Medio Ambiente entre 2007 y 2011, y ha sido el único que ha sobrevivido. Además, dirigirá Sodercán, la 'joya de la corona' para repartir las ayudas a las empresas y todo un salvavidas.

El resto se estrena. O casi. Porque los regionalistas Paula Fernández, responsable de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior; y José Luis Gochicoa, de Obras Públicas, Ordenación del Territorio; llegaron de 'rebote' hace escasos meses por distintos motivos. La primera sustituyó a Rafael de la Sierra cuando dimitió enfermo del cáncer que le ha costado la vida, y el segundo para remplazar a José María Mazón cuando Revilla le encomendó el reto de convertirse en el primer diputado nacional del PRC en el Congreso.

Su continuidad se daba por hecha por el poco tiempo que llevaban en sus respectivos departamentos y porque eran los relevos naturales en ellos. Los dos, además, ganan peso en sus carteras. Fernández, que es el brazo orgánico de la Administración, se queda con los Asuntos Europeos y la representación ante el Comité de las Regiones, y Gochicoa, que pierde Vivienda en favor del PSOE, pero gana Ordenación del Territorio, Urbanismo y las competencias en obras hidráulicas, una 'macroconsejería' que le permitirá desbloquear algunos de los proyectos que están pendientes, como la tramitación de los PSIR o planes de urbanismo, así como aprobar de una vez por todas el Plan de Ordenación del Territorio (PROT).

Los otros seis miembros del Gobierno, dos regionalistas y los cuatro socialistas, se estrenan por completo. El PRC ha tirado de personas de la confianza del presidente para ocupar las Consejerías de Educación, Formación Profesional y Turismo, en manos de Marina Lombó, y Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, que recaerá en Guillermo Blanco. Ambos conocen la fontanería de Peña Herbosa puesto que llevan muchos años con puestos de responsabilidad dentro de la Administración, bien como directora general, bien como jefe de gabinete.

Lombó es junto a Revilla la más veterana del equipo. A sus 69 años, se pone al frente de Educación, un galimatías que ha desgastado a Francisco Fernández Mañanes. Su mano izquierda y su cintura, que ha ido adquiriendo durante los años que estuvo al frente de la dirección general de Función Pública, le serán de gran utilidad para sentarse a apagar los fuegos que existen en la actualidad con padres y docentes. Esta diplomada en Trabajo Social, que esta legislatura ha estado al frente del Centro de Estudios de la Administración Pública Regional de Cantabria (Cearc), ya hizo tándem con Revilla como su número dos en la lista al Parlamento regional en 2015. En los últimos comicios saltó en el mismo puesto a la lista regionalista del Ayuntamiento de Santander con José María Fuentes-Pila. Ahora dimitirá del Consistorio, lo que provocará la entrada de Myriam Martínez.

Aunque Lombó no tiene experiencia educativa contará con la colaboración de actual consejero de Medio Rural, Jesús Oria, que ya ha aceptado la oferta de ocupar una dirección general. Este docente tiene el mandato de Revilla de poner toda su experiencia en el sector para llevar a buen puerto un área que los regionalistas controlan por primera vez. La nueva consejera plantea una reestructuración del segundo nivel que hasta ahora existía y ya está buscando perfiles para esta etapa. La semana que viene será cuando diseñe el equipo de Turismo, aunque se da por hecho la continuidad de Eva Bartolomé como directora general y de Manuel Bahíllo, en la sociedad Año Jubilar.

El otro estreno regionalista llega de la mano de Guillermo Blanco. Revilla le ha premiado las dos décadas que han trabajado mano a mano y le ha liberado de repetir, una vez más, como su jefe de gabinete. Blanco se estrenó en política como concejal de Suances, pero pronto se dio cuenta de que ese no era su camino y se fue al PRC, donde se ha ganado la plena confianza del presidente. Toma las riendas de un área muy potente, que tendrá también el control de Medio Ambiente. Los regionalistas no habían dirigido antes esta competencia, que ha dado más de un quebradero de cabeza a Francisco Martín durante la presente legislatura durante la tramitación de los proyectos eólicos. En su departamento tendrá dos organismos públicos: el CIMA y MARE.

La veteranía de Revilla (76 años) y Lombó (69 años) disparan una media de edad que los socialistas Pablo Zuloaga (39 años) y María Sánchez (40 años) consiguen balancear. El futuro vicepresidente y portavoz del Ejecutivo, que se queda con Igualdad, Universidades, Cultura y Deportes, es el más joven de todo el Ejecutivo. Tiene 37 años menos que su coaligado. La media de los socialistas está en 47,5 años y la de los regionalistas alcanza los 58 años.

Zuloaga se estrena en una administración tras ser alcalde de Bezana y delegado del Gobierno. Ha elegido unas competencias que le permitan mantener una potente proyección mediática en positivo como Cultura y Deporte, así como la lucha contra la violencia de género, una de las señas de identidad socialistas.

El secretario general de los socialistas ha decidido renovar todo equipo socialista, siguiendo la misma estela que ha marcado en la organización desde que accedió a la secretaría general. Quiere romper con el 'viejo PSOE' por completo y por eso ha buscado tres perfiles independientes, aunque han tenido cargos en distintas administraciones. Todos cuentan trayectoria profesional al margen de la política y tienen donde volver el día de mañana.

La responsable de Economía, María Sánchez, es licenciada en Economía por la Universidad de León y diplomada en Ciencias Empresariales por la Universidad de Cantabria. Miembro del cuerpo de interventores, en la última legislatura ha sido directora general de Economía y Asuntos Europeos y actualmente es diputada del PSOE, un puesto del que tendrá que dimitir.

Ana Belén Sánchez, que se encargará de Empleo y Bienestar Social, es funcionaria de la Administración General de Estado, perteneciente al Cuerpo Técnico de Gestión de Empleo del Inem desde hace 31 años. También fue secretaria de Empleo de UGT, lo que la granjea buenas relaciones con los sindicatos a la hora de sentarse a negociar en una mesa.

El líder socialista, que presentó ayer a su equipo delante de la sede del Gobierno, destacó de Álvarez y de Sánchez la «buena» gestión realizada al frente de las direcciones generales que han ostentado en la Consejería de Economía, Hacienda y Empleo, lo que «avala» su nombramiento. También ensalzó que aportarán la «frescura y renovación» que el PSOE pretende para el próximo Gobierno de Cantabria.

La lista la completa Miguel Rodríguez, que ha desempeñado diferentes puestos de responsabilidad en el extinto Insalud y en el Servicio de Inspección Médica de la Comunidad. Es Licenciado en Medicina y Cirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad de Cantabria, máster en Administración y Dirección de Servicios Sanitarios de la Universidad Pontificia de Comillas-ICADE y máster en Economía de la Salud y Gestión Sanitaria de la Universitat Pompeu Fabra-IDEC.

Todos los recién elegidos han pasado por la Universidad, un requisito que parece indispensable en las tres últimas legislaturas. Desde 2007, de la totalidad de los consejeros, solo uno -Francisco Rodríguez, integrante del último Gobierno popular- carecía de titulación superior. En esta ocasión, seis de ciencias y cuatro de letras o humanidades. De los primeros están Revilla, Martín, Zuloaga, Gochicoa, Rodríguez y Sánchez; mientras que los segundos lo integran Álvarez, Fernández, Lombó y Blanco.

En lo personal, los miembros del Ejecutivo a estrenar podrían ser calificados como gentes de familia. Todos los regionalistas están casados y tienen hijos. Y lo mismo en la parte socialista: todos tienen hijos, a excepción de Miguel Rodríguez.