Secciones
Servicios
Destacamos
No es la Biblia de la obra pública, porque como bien denunció el Partido Popular durante la anterior legislatura había muchas actuaciones contempladas sobre el papel que finalmente no se llevaron a cabo en tiempo y forma, pero el Plan Plurianual de Carreteras de Cantabria ... es algo así como la guía que sigue la Consejería para adjudicar los trabajos de mejora de las vías regionales y crear nuevos trazados durante el periodo de vigencia del documento. En 2023 concluyó el plan anterior –el cuarto de los impulsados por el Gobierno desde el arranque de la autonomía– y el que estará en vigor de aquí a 2030 está a punto de aprobarse. La primera propuesta la dejó elaborada el exconsejero de Obras Públicas José Luis Gochicoa (PRC) y su sucesor en el departamento –ahora bajo la denominación de Fomento–, Roberto Media (PP), ha decidido utilizar el grueso de ese borrador para diseñar el documento final y darle el visto bueno a corto plazo con el objetivo de perder el menor tiempo posible y que las máquinas puedan ponerse a funcionar cuanto antes.
El V Plan de Carreteras 2024-2030, a falta de que el Ejecutivo popular deje su impronta e incorpore un puñado de proyectos que no aparecían en el primer boceto, incluye 185 actuaciones en materia de carreteras de muy diferente calado. De ellas, diecisiete corresponden a nuevos trazados, ya sea para la construcción de variantes con las que sacar el tráfico de los cascos urbanos o vías «de acceso a interés comunitario» que no existían hasta ahora. Así figura en el documento de alcance del estudio ambiental del documento, que acaba de ser publicado por la Consejería después de recoger las alegaciones presentadas por otras administraciones públicas –entre los ayuntamientos, solo se han interesado con aportaciones concretas los de Arnuero, Bárcena de Pie de Concha y Villaescusa– y grupos proteccionistas como Ecologistas en Acción.
Lo que explica la Consejería es que ha decidido aprovechar el trabajo hecho por el bipartito PRC-PSOE porque el nuevo equipo de Fomento entiende que tiene sentido seguir adelante con casi el 100% de las actuaciones que se recogían –no está todo lo que hace falta, pero hace falta todo lo que está–, pero sobre todo por una cuestión práctica: comenzar de cero el diseño del Plan de Carreteras con una nueva lista de prioridades habría supuesto elaborar también un nuevo estudio de impacto ambiental estratégico. De esta forma, se puede aprovechar la tramitación administrativa que arrancó en mayo del año pasado y que está a punto de concluir. Y a partir de ahí hacer pequeñas modificaciones.
Pequeñas en número, porque entre los puntos que se añadirán sobre el borrador está la futura carretera Reinosa-Potes, una reivindicación histórica que María José Sáenz de Buruaga sacó del cajón e incluyó en su programa electoral. De hecho, aunque faltan años para que sea una realidad, ya han comenzado los estudios preliminares. Desde que tomó posesión Media en el mes de julio hasta ahora ha tenido un gran número de reuniones con alcaldes, que han llegado al despacho de la Consejería de Fomento con un gran número de reclamaciones en materia de infraestructuras viarias. Aquellas que encajen y que no estuvieran ya en el plan de Gochicoa también se sumarán a esas 185 iniciales.
Nuevas variantes en la Red Autonómica Primaria (siete). Ronda de Comillas, variante de Sarón, cincunvalación de Los Corrales de Buelna, variante de Cabezón de la Sal, variante de Potes, variante de Renedo y carretera Viveda-Duález.
Nuevas variantes en la Red Autonómica Secundaria (cuatro). Variante de Ampuero, variante de Bádames, variante de Mortera y variante de Escalante.
Nuevas carreteras de acceso a interés comunitario (seis). La carretera y puente entre Requejada y Polanco, la carretera entre Cortiguera y Suances, la conexión Beranga-Costa Cantábrica a través de Escalante, Meruelo, Arnuero y Noja, el tercer y último tramo de la conexión al polígono de Morero en El Astillero, la nueva vía desde la salida de la S-30 en Villaescusa hacia Sarón-Cabárceno y la carretera que dará acceso al futuro centro logístico de La Pasiega desde Villaescusa a Carandía y Renedo.
Paseos peatonales y travesías en la Red Autonómica Primaria (cuatro). Paseo de Villafufre a Villacarriedo, travesía de La Matanza (Valle de Villaverde), paseo Reinosa-Monegro y paseo La Costana-La Población.
Paseos peatonales y travesías en la Red Autonómica Secundaria y Local (dieciocho). Entre otras actuaciones incluye la mejora de la accesibilidad al puerto de Santoña, el paseo de Ampuero a Carasa o las sendas peatonales a la playa de Luaña y entre Novales y Caborredondo, ambas en el municipio de Alfoz de Lloredo.
Rehabilitación de pasarelas (tres). Incluye las obras de los puentes de Somo, de Pontejos y el de Santa Lucía entre Cabezón de la Sal y Mazcuerras.
Mejora de la seguridad vial en glorietas e intersecciones (cuatro). Polígono de Pontejos (Marina de Cudeyo), Somo (Ribamontán al Mar), El Alvareo (Escalante) y playa de Helguera (Noja).
Obras de mejora de trazado, plataforma o firme (139). Son el grueso de las actuaciones contempladas en el Plan. Una de las más emblemáticas es la carretera Mar-Mogro.
Cuantitativamente, son muchas más las obras de mejora de las carreteras existentes –acondicionamiento de plataforma o del firme y rediseño del trazado–, de creación de paseos peatonales y ciclistas y las relativas a la seguridad vial, pero cualitativamente lo más llamativo –y lo más caro– es la construcción de nuevas vías. Esos diecisiete trazados que se sumarán a la red autonómica y que, aunque son nuevos, suenan a viejos porque se lleva hablando de ellos, en algunos casos, durante décadas.
De las siete variantes proyectadas en la Red Primaria de Cantabria y que como tarde tienen que entrar en funcionamiento en 2030 (Comillas, Los Corrales de Buelna, Sarón, Cabezón de la Sal, Potes, Renedo y la que se logrará con la carretera Viveda-Duález), solo en los dos primeros casos habrá que iniciar los trabajos de cero. El resto, o ya se han detallado los trazados, o en el mejor de los casos las actuaciones están licitadas o adjudicadas, como ocurre en Santa María de Cayón.
Actualización del mapa. Marcar las prioridades para conseguir una red de carreteras más segura, verde y humanizada.
Económicos. Gestionar eficientemente los recursos presupuestarios destinados al área de carreteras hasta 2030.
Revisión continúa. Establecer sistemas y medios que permitan la detección de nuevas necesidades de interés público, de forma que se puedan incorporar las actuaciones que surjan como respuesta a nuevas necesidades de interés público.
Conservación del patrimonio. Tener en cuenta este criterio a la hora de llevar a cabo las actuaciones, desde la planificación hasta la ejecución.
Intervención controlada. Proteger el medio ambiente y cumplir con la normativa vigente en materia de carreteras.
Además, hay otras cuatro variantes incluidas ya en la Red Autonómica Secundaria, las de Ampuero, Bádames, Mortera y Escalante. Completan esa lista de diecisiete nuevas infraestructuras el futuro puente entre Requejada y Cortiguera –otra de las promesas habituales de los consejeros de este departamento– y los tramos Cortiguera-Suances, Beranga-Costa Cantábrica, Villaescusa-enlace de Cabárceno, la futura conexión al polígono de La Pasiega y la tercera y última fase del polígono de Morero a Liaño, recientemente licitada.
Además, antes incluso de introducir las aportaciones de última hora del PP, son 139 las obras para arreglar las carreteras autonómicas ya existentes. Por otra parte, hay tres actuaciones para mejorar pasarelas (los puentes de Somo, Pontejos y Santa Lucía entre Cabezón y Mazcuerras) y cuatro las mejores en intersecciones (Pontejos, Somo, Escalante y la playa de Helguera).
El propio estudio de impacto ambiental que se acaba de publicar y que tiene como objeto «tratar de evitar que las acciones previstas puedan causar efectos adversos en el medio ambiente» recuerda que el V Plan de Carreteras 2024-2030 «da continuidad a los planes anteriores». Que se ha elaborado analizando «las nuevas necesidades detectadas» por el Gobierno de Cantabria, pero también incluyendo de nuevo «proyectos no ejecutados en el anterior plan, pero cuya necesidad vuelve a detectarse».
Cuando el consejero Media presente el Plan de Carreteras al completo le tocará también aportar una estimación –estimación, porque los costes se actualizan de forma continua por los incrementos en el precio de las materias primas– del presupuesto que suman todas estas actuaciones. Lo que es seguro es que la cifra será muy superior a los 120 millones de euros que el Gobierno de Buruaga tiene intención de destinar a esta capítulo durante su mandato. El Ejecutivo recuerda que parte de los proyectos trascienden la actual legislatura. Solo el puente de Requejada y la carretera Reinosa-Potes, que quizás no estén ni en obras antes de volver a votar en Cantabria, suman ya 150 millones de euros.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.