El Gobierno rechaza de momento el uso de test de antígenos en farmacias

A juicio del consejero, los cribados poblacionales «detectarían algún contagio», pero «no cumpliría con la prioridad de la Consejería de Salud de ser eficiente en sus actuaciones», defendió. Fue la respuesta que dio ayer durante su comparecencia parlamentaria a la propuesta del portavoz de Ciudadanos, Félix Álvarez, que se mostró a favor de la iniciativa planteada por Madrid de realizar pruebas de antígenos en farmacias y propuso seguir el ejemplo en Cantabria para «luchar de forma efectiva contra la pandemia».

El SCS dispone de 40.000 test de antígenos -ya se están usando de forma rutinaria en las urgencias hospitalarias- y está pendiente de recibir un pedido adicional de otros 20.000, que se ampliará cuando se empiecen a utilizar en los centros de salud, previsiblemente a finales de mes.

La comunidad de Madrid fue la primera en hacer la petición a la Comisión Europea para realizar este tipo de pruebas en las farmacias como forma de detectar nuevos casos entre población asintomática y así frenar la transmisión con vistas a la Navidad. El Gobierno catalán se sumaba a la propuesta con la idea de descongestionar la Atención Primaria. Una demanda que fue rechazada en un primer momento por el Ministerio de Sanidad con la justificación de que podría generar una «falsa seguridad» entre la población. Sin embargo, finalmente, el Gobierno central autorizó a las dos comunidades a realizar estas campañas, siempre y cuando los ejecutivos regionales cumplan con la condición de presentar un protocolo detallado, en el que se especifiquen la forma en la que se van a realizar las pruebas, la capacitación del personal y los métodos que se utilizarán para evitar los contagios.

La decisión de autorizar a las farmacias a realizar este tipo de pruebas ha desatado críticas desde diversos sectores. La Organización Médica Colegial (OMC) expresaba su oposición a la decisión al considerar que las farmacias «no son los lugares adecuados». Los técnicos de laboratorio mostraban también su rechazo, al igual que la Mesa de la Profesión Enfermera, que trasladaba al Ministerio la falta de competencias y formación del personal farmacéutico para realizar este tipo de tareas y el riesgo de provocar nuevos focos de contagio.

El Colegio de Farmacéuticos de Cantabria muestra su «disposición a colaborar, pero siempre dentro de una estrategia de salud». «Si el consejero de Sanidad dice que hay que hacer test de antígenos en farmacias, lo haremos», subraya su presidenta, Rita de la Plaza. Las boticas ya colaboran, por ejemplo, en el cribado y detección precoz de VIH. De la Plaza descarta que estos establecimientos pudieran ser un foco de contagio, ya que para desarrollar esta propuesta se debería contar con un plan consensuado por Salud Pública. «En el caso de que fuera necesario, el protocolo estaría perfectamente estudiado para que hubiese una entrada covid y utilizaríamos equipos de protección (EPI), entre otras medidas importantes», añade.

La presidenta recalca el papel que las 277 farmacias abiertas en Cantabria han realizado durante la pandemia y la predisposición de la mayoría de profesionales a asumir las tareas que se les encomienden: «Nos corresponde como sanitarios hacer lo que nos pidan, siempre que estemos acreditados para hacerlo y de forma voluntaria. En caso hipotético, si vemos que los 'coroautos' no dan abasto o no hay suficientes médicos o enfermeras, pues nosotros estamos ahí, pero siempre que se perciba realmente esa necesidad y dentro de la estrategia de salud pública», concluye.