Secciones
Servicios
Destacamos
Aunque se trata de una iniciativa privada, la creación del parque eólico de El Escudo era uno de los grandes proyectos de legislatura. De la anterior legislatura. El bipartito lo utilizó durante cuatro años como ejemplo de esas grandes inversiones previstas en Cantabria llamadas ... a impulsar la transformación de la región y a crear empleo de calidad, pero cuando se produjo el cambio de inquilinos en Peña Herbosa las máquinas todavía no habían empezado a trabajar sobre el terreno. De hecho, no se ha producido ningún avance administrativo reseñable desde el pasado mes de marzo, cuando el Consejo de Gobierno, a iniciativa de la Consejería de Medio Rural, puso en marcha los trámites para autorizar la ocupación de los terrenos y declaró este polígono energético de «interés general», la fórmula legal para esquivar la oposición de parte de las juntas vecinales, que no veían con buenos ojos la instalación de los aerogeneradores en fincas de su propiedad.
Lo cierto es que el expediente administrativo, que ya acumulaba retrasos importantes -el exconsejero José Luis Gochicoa avanzó hace un año que todo el proceso habría llegado a su fin en octubre de 2022-, está hoy igual que estaba hace cinco meses. Todavía tienen que incluirse dos informes para que el asunto se debata en la Comisión Regional de Ordenación del Territorio y Urbanismo (Crotu) y reciba, previsiblemente, el visto bueno urbanístico. El primero es el de la ocupación de los terrenos, ese que Montes inició en el mes de marzo y todavía no se ha resuelto definitivamente a la espera de responder a las alegaciones de los afectados, y el segundo es el que tiene que emitir el Servicio de Patrimonio de la Consejería de Cultura. «Estamos preocupados por el tema y por todos los retrasos», confirman desde la promotora del parque.
En cualquier caso, confían en que ambos informes, transcurrido ya el tiempo que ha podido necesitar el nuevo Gobierno para asentarse y conocer el estado de los proyectos, estén listos a lo largo del mes de septiembre.
A partir de ahí, el último hito será lograr las licencias de obras por parte de los ayuntamientos afectados (Molledo, San Miguel de Aguayo, Luena y Campoo de Yuso). Una vez que el Ministerio de Medio Ambiente ya emitió la declaración de impacto ambiental favorable y cuando la Crotu haga lo propio con la parte urbanística, los municipios no tienen ningún margen de maniobra y solo pueden aprobar la autorización. El proceso no es muy distinto al que sigue un particular cuando quiere hacer una obra en su vivienda o en su empresa, aunque es cierto que no todos los consistorios son igual de rápidos a la hora de sacar adelante el papeleo. Sobre todo si no tienen mucho interés.
En teoría, el de El Escudo será el primer parque eólico que entre en funcionamiento en Cantabria en más de una década. Impulsado por Biocantaber, una filial de Iberdrola, contará con 25 aerogeneradores y 105 megavatios de potencia, lo que le convertirá además en el más importante de los que están proyectados y autorizados en la comunidad autónoma. También en uno de los de mayor capacidad de producción del norte de España. A día de hoy solo están activos en la región el parque eólico de Cañoneras I y Cañoneras II en Soba y un molino experimental de Vestas en Campoo. Tras los procesos de evaluación ambiental, muchos de los proyectos presentados han decaído por las afecciones ambientales, pero siete tienen ya todos los parabienes. Si los promotores lo consideran oportuno y no han cambiado de planes, podrán seguir adelante.
En el proyecto inicial de El Escudo aparecían 36 molinos, pero 11 de ellos decayeron por exigencias de la declaración de impacto ambiental, que se aprobó en Madrid en mayo de 2021. Desde entonces, el grueso de la tramitación no ha dependido de la administración estatal, sino de la regional. «Aunque parezca mentira, está siendo más larga y complicada la parte de Cantabria que la del Ministerio», lamentan desde la compañía. En todo caso, creen que el proceso está llegando a su fin y confían en comenzar la obra en invierno. Primero con algunos trabajos previos y después, cuando se dé por concluido el periodo de lluvias, con la instalación de los molinos. La compañía estima que la inversión superará los 100 millones de euros -en el proyecto inicial eran 114-, dará trabajo durante su construcción «a más de 200 personas» y proporcionará «energía limpia a una población equivalente a 95.000 hogares».
En el caso del informe de ocupación de terrenos, lo que tiene que hacer Montes es fijar, a través de unos pliegos, las cuantías que recibirán las juntas vecinas propietarias del suelo en concepto de arrendamiento. Finalmente, los propietarios aceptaron 24 de los 25 aerogeneradores. Los únicos que se opusieron fueron el Ayuntamiento de San Miguel de Aguayo -donde va instalado uno-, así como las juntas vecinales de Resconorio y San Miguel, en Luena, en su caso afectadas por el trazado de la línea de evacuación.
Y el informe de Patrimonio tiene que confirmar que el parque eólico no afecta al yacimiento que existe en las inmediaciones de la sierra de El Escudo. Iberdrola encargó ya un estudio al respecto en el que también han participado técnicos del Gobierno. Ahora, lo que tiene que hacer la Consejería es validarlo -o no- y establecer las condiciones en las que se puede hacer la obra sin que se produzcan afecciones.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.