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Mientras los niños de San Ildefonso bombardeaban por televisión con el soniquete de la Lotería de Navidad, el Parlamento de Cantabria aprobaba el Presupuesto de ... 2023, el último de la legislatura y que asciende a 3.504 millones, con los votos a favor de PRC y PSOE y con toda la oposición en bloque en contra. Nada nuevo, por otra parte, aunque más allá del choque ideológico o de los modelos de gestión, lo que quedó patente fueron dos modos muy distintos de interpretar la realidad de Cantabria. Dos visiones muy alejadas sobre el estado de salud de la economía regional y sobre la fuerza con la que se está estrangulando financieramente a las familias, hosteleros, ganaderos y empresas de la región. El PP, muy agresivo con el ala socialista del gobierno y no tanto con el PRC, dibujó un panorama pesimista, casi rozando el desastre, frente a un bipartito instalado en una euforia contenida y, desde luego, mucho más optimista con el presente y futuro de la región. Así que los mismos datos de deuda, de inversión o de crecimiento del PIB sirvieron a unos, los socialistas, para elogiar el Presupuesto «más social de la historia», y a otros, al PP, para tacharlo de «delirante y vergonzoso» con el respaldo de Vox y Ciudadanos.
No hay discusión en que se trata del Presupuesto más alto de la historia –un 4,9% mayor respecto al de 2022–, pero sí se pueden hacer muchos matices al destino del dinero. En gastos de personal (que suben un 7,82%), en nóminas, se van más de 1.165 millones. En los gastos corrientes (desde comprar folios a pagar la luz, teniendo en cuenta la escalada de precios), otros 576 (un 4,2% más). Y en deuda –entre los 423 para amortización y los más de 57 para intereses, una cantidad por encima de los 480 millones. Total: 2.222 millones de euros. Eso es un 63% del total.
Acercamiento
Uno de los momentos más llamativos de la mañana en el Parlamento fue el afectuoso saludo que dio María José Sáenz de Buruaga a Miguel Ángel Revilla. Pese a que podía ser interpretado como un acercamiento entre los dos líderes, la realidad es que el apretón de manos no tenía nada que ver con la política. La dirigente del PP felicitó al presidente las fiestas y las buenas noticias de salud de su esposa, Aurora Díaz, que en los últimos meses había tenido problemas médicos graves. El propio Revilla, durante el Congreso de su partido, en noviembre, había agradecido a los sanitarios de Valdecilla su labor durante el tratamiento recibido por su esposa. Por eso, Buruaga quiso ayer darle su apoyo.
En estas cuentas, además, las inversiones se elevan por encima de los 500 millones de euros, un 12% más que el pasado año. «Es la mayor cifra de la historia para dinamizar la economía y apoyar el tejido empresarial», destacó la consejera de Economía, Ana Belén Álvarez, que optó por una intervención poco agresiva para evitar la bronca que este mismo debate generó hace un mes en el Parlamento. Se ciñó a las cifras y a las motivaciones más que a los reproches, pero no pudo evitar increpar a la oposición por sus «malos presagios incumplidos». «Oponerse a este Presupuesto es ir en contra de la mayoría social, de todos aquellos que quieren reforzar la educación pública –623,6 millones– y que la sanidad pública –1.087 millones– tenga la tecnología más avanzada», denunció.
Su realidad, compartido tanto por el PSOE como por el PRC, es que a pesar del contexto de incertidumbre, achacable exclusivamente a la pandemia y a la guerra de Ucrania, Cantabria no está tan mal, al contrario, está mejor que muchas otras comunidades del país. Y mencionó el crecimiento del PIB del 5% en 2021 y el 4% de este año, y los más de 2.500 nuevos empleos creados. «La situación no es idílica, pero algo habremos hecho bien, algo habrán tenido que ver las medidas adoptadas», dijo.
Pero, claro, los datos se pueden leer desde muchos ángulos. El portavoz de Ciudadanos, Félix Álvarez, por ejemplo, criticó que el 47% del dinero vaya a pagar nóminas y deuda, lo que provoca que el Presupuesto esté «secuestrado por la vorágine del gasto incontrolado».
Mientras que su homólogo del PP, Íñigo Fernández, se llevo las manos a la cabeza porque el Gobierno se vanaglorie de una subida del 4% en el PIB. «Pero si venimos de una caída brutal. Lo venden como un éxito y venimos de un batacazo que nos pone a la cola de Europa. Engañan a la gente y se burlan de la sociedad», les recriminó.
El PP, incluso, se atrevió a vaticinas las consecuencias electorales de presentar un Presupuesto «delirante» y una gestión «vergonzosa» durante la legislatura. «Fuisteis –le recordó Íñigo Fernández al PSOE– la tercera fuerza más votada, apenas 50.000 votos y el segundo peor resultado de vuestra historia en 2019. Y el año que viene vais a sacar menos, y vosotros lo sabéis».
Fernández, que se abstrajo más de los datos para profundizar en el espíritu del Presupuesto, fue el que más recriminó al PSOE por su «distancia con la realidad» y por «aburguesarse». «Tenemos la inflación más alta de los últimos 40 años; se le pide a la gente el mayor sacrificio fiscal de la historia; está media industria de Cantabria parada y con ERTE; las hipotecas y la luz más caras... ¿Pero en qué mundo vive usted? ¿Qué nos ha venido a contar aquí?», le recriminó Fernández a la consejera de Economía.
El portavoz del PRC, Pedro Hernando, disparó datos como una ametralladora para llevar al rincón al PP. Porque, como hemos dicho, hay cifras para todos los gustos. Hernando eligió los 3.462 euros por habitante en servicios públicos que colocan a Cantabria a la cabeza de España; o los recortes que Vox ha querido hacer a las partidas de transición energética o al Parque Científico; o el millón que los populares pretendían recortar a la construcción de centros médicos... «Sus propuestas son ideología pura, cero sociales o de apoyo a las familias y a los proyectos laborales. Apuestan por la sanidad privada y el resto les importa muy poco», dijo.
Armando Blanco, que ayer ejerció de portavoz de Vox, insistió más que ningún otro en la falta de atención del Gobierno a Santander, pese a que allí vive un tercio de la población. «Intentan estrangular financieramente al ayuntamiento», se quejó.
En bambalinas, la salsa de la mañana no la puso ninguna de las grandes partidas presupuestarias, sino la encuesta electoral del CIS para Cantabria que se hizo pública durante la mañana, en la que se da al PSOE una proyección de 10-13 diputados y al PRC solo de 5-7. Risas en el PP e incredulidad en los regionalistas, que lo achacaron, en un primer momento, a una errata del propio CIS. O simplemente a un exceso de optimismo de la cocina de Tezanos. Fue lo segundo.
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