Gómez-Pomar: «Ha habido una falta de peso de la región a la hora de la distribución de infraestructuras»

Habló de la estructura radial que dibuja el mapa de la alta velocidad en el país, en el que aún no figura Cantabria, sin que se haya tejido una malla de conexiones entre los puntos periféricos. En cifras, el trazado de la alta velocidad supone 3.000 kilómetros de los 15.000 que suma la red ferroviaria.

Sostuvo que el desarrollo de la alta velocidad «tiene sentido» por su efecto en la estructuración del territorio y su papel para potenciar «el desarrollo económico y la movilidad». Pero admitió que también ha tenido un efecto negativo: «Durante todos los años dedicados a eso, la red convencional ha ido sufriendo un cierto deterioro. Hay que retomar ese esfuerzo e invertir en cercanías y redes regionales».

Se mostró convencido de que los proyectos ferroviarios ya en curso que afectan a la región seguirán adelante, un optimismo que no comparte respecto a la conexión entre Santander y Bilbao. «Me caben serias dudas de que se acabe asumiendo como un proyecto de Estado importante de vertebración». En cualquier caso, sí defendió el «enorme interés» del enlace entre las dos capitales, mayor, a su juicio, que el que tienen los de Oviedo, Galicia o el interior. «La comunicación con Bilbao debería ser uno de los objetivos», sacando adelante el proyecto independientemente de que cuente o no con fondos europeos.

Gómez-Pomar intervino en el Ateneo invitado por la asociación Foramontanos Siglo XXI para analizar el estado de las infraestructuras en Cantabria, un acto que contó con la asistencia, entre el público, de la alcaldesa de Santander, Gema Igual; el presidente del Puerto, César Díaz, y el consejero de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Roberto Media.

El ponente subrayó tres claves que marcan la configuración de las infraestructuras en España: la organización del país en comunidades autónomas –que impulsa la aparición de nuevas infraestructuras–, la caída de la inversión en este ámbito desde la crisis de 2008 –2007 tuvo un pico, alcanzado gracias a los fondos europeos de cohesión y de desarrollo regional–, y la continuidad de la actuación de los sucesivos gobiernos, pese a sus diferencias y distintas prioridades.

Sin salir del ámbito de las infraestructuras ferroviarias, el expresidente de Renfe insistió en la objetiva importancia del desarrollo del área logística de La Pasiega. «Se han hecho muchas inversiones en el lado del mar, y hay que completarlas con conexiones ferroviarias con los puertos, que es el sentido natural del movimiento de las mercancías. Hay muchas terminales ferroviarias que no tienen ningún sentido, y ésta –La Pasiega–, tiene todo el sentido. La lógica de los acontecimientos acabará imperando: es objetivamente importante y tiene todo el sentido. Las cosas caen por su propio peso, pero hay que empujarlas».