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Las viviendas con sentencias de derribo han sido uno de los desafíos históricos a los que se han tenido que enfrentar desde hace años los sucesivos responsables del Gobierno de Cantabria, con cientos de familias que llevan décadas con la espada de Damocles sobre ... sus cabezas ante el miedo a ser obligados a abandonar sus hogares a causa de una orden judicial. Aunque ellos no lo sepan, en esa misma situación están los inquilinos de la Casa de los Gorilas de Cabárceno, un recinto que se inauguró en 2007, pero que se construyó sin licencia municipal. Durante 15 años, Nicky y Nadia -los primeros moradores, un macho y una hembra procedentes de un zoológico de Madrid- y el resto de compañeras y crías que se han ido sumando a la manada desde entonces han residido en una de las instalaciones para la vida en cautividad de este tipo de primates más avanzadas de Europa, pero de forma irregular.
Tras todo este tiempo, están a punto de dejar de ser okupas. La empresa pública Cantur, responsable de la gestión del parque, y el Ayuntamiento de Villaescusa, donde está levantado el inmueble, acaban de dar el último paso para culminar el proceso de legalización. El Boletín Oficial de Cantabria (BOC) publicó la semana pasada la concesión definitiva de la licencia de primera ocupación, que en un mes será firme si es que nadie pone ningún inconveniente. «No creo que se presenten alegaciones. En todo este tiempo ha habido otros momentos en los que se podían presentar y nadie ha puesto ninguna pega», explica Constantino Fernández, alcalde de la localidad.
Agosto de 2005 El entonces consejero de Turismo, Javier López Marcano, anuncia la intención del Gobierno de crear este nuevo recinto en Cabárceno.
Mayo de 2007. Tras meses de construcción, se inaugura la Casa de los Gorilas y llegan al parque de la naturaleza los dos primeros moradores el macho Nicky y la hembra Nadia.
Abril de 2010 La familia crece con la llega de Wilma y su cría. La gorila adulta muere meses después por un parásito.
Abril de 2014 Sale la sentencia por la denuncia presentada por Cantur (entonces en manos del PP) contra Marcano por la supuesta contratación a dedo de la Casa de los Gorilas. El TSJC falla que no hubo delito, pero sí confirma la situación de ilegalidad del recinto.
Finales de 2014 El Ayuntamiento de Villaescusa cambia una ordenanza urbanística que permite al Gobierno iniciar el trámite para su legalización.
Febrero de 2020 Cantur inicia la pequeña obra que permite la legalización.
No ha sido fácil. Ni desde el punto de vista administrativo, ni por las muchas derivadas que provocó aquel conflicto. De hecho, mientras por la Casa de los Gorilas iban pasando miles de visitantes, el asunto se convirtió en un problema político y judicial de primer orden por las denuncias de contratación de los trabajos a dedo. Aunque la Justicia absolvió al entonces consejero de Turismo, Javier López Marcano, en todo este tiempo sobre el recinto ha pesado una sentencia de derribo. No había responsabilidad penal, pero la sentencia sí reconocía la irregularidad del recinto, aunque dejaba abierta la puerta a su regularización si las dos partes -Cantur y Villaescusa- estaban de acuerdo.
El primer paso para legalizar la casa de Nicky y compañía se dio en 2014. Como dijo el arquitecto municipal durante el juicio, este se negó a dar el 'ok' a la actuación al detectar incumplimientos «leves y fácilmente subsanables» en la cubierta y en la altura de las instalaciones. Una ordenanza aprobada en el Ayuntamiento en 1983 obligaba a las nuevas edificaciones, entre otras cosas, a utilizar teja árabe para unificar los criterios de edificación. «No valía que la teja fuera negra o tejados de hormigón», detalla el regidor, que explica que lo que hizo el Consistorio fue adaptar esa ordenanza y suprimir la exigencia para los edificios singulares. Singulares, como los del interior de Cabárceno.
A partir de ahí fue el Gobierno de Cantabria el que tuvo que empezar a mover los papeles. También encargó una obra -básicamente, los trabajos consistieron en la sustitución de la cubierta y en la instalación de nuevo aislamiento térmico- de 100.000 euros para cumplir otros condicionantes. Y con eso llevó el expediente a la Comisión Regional de Urbanismo (Crotu), al mismo tiempo que el pleno de Villaescusa aprobaba la concesión de licencias.
«Por fin está», celebra el alcalde, que reconoce que las dos partes implicadas no han dado prioridad administrativa al asunto porque han puesto más esfuerzo en los temas más urgentes y porque sabían que, pese a que la Casa de los Gorilas tenía sentencia de derribo, era muy difícil que los jueces exigieran su ejecución. Y no se equivocaban. Ajenos a los problemas, Nicky, el espalda plateada, ha seguido conviviendo con las cuatro hembras que han ido llegando en distintos momentos y con sus tres crías. Todo en un espacio que, más allá de las vicisitudes legales, les da gran libertad, ya que les permite elegir cuándo estar dentro y cuándo salir al exterior. También descansar en el momento que decidan.
Cuando se anunció su construcción en agosto de 2005, Marcano lo presentó como «un verdadero parque dentro de otro parque». Con un coste de 2,8 millones de euros, se ubicó en una zona al sudoeste del parque, cerca del recinto de los tigres. La superficie total es de 14.500 metros cuadrados y las edificaciones ocuparan 813 metros cuadrados. El proyecto, en el que primó el hormigón y el vidrio, es obra del arquitecto cántabro Eduardo Fernández Abascal , que diseñó un edificio con grandes cristaleras que permite observar a los primates en el espacio exterior, lo que facilita el contacto «casi directo con los gorilas».
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