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«Es un día muy especial», comenta Marina de Cos, residente de último año de Nefrología en Valdecilla. Las emociones son muchas porque «es el cierre de la etapa de aprendizaje más importante de la formación», ha resumido esta mañana poco antes del inicio del acto de despedida de 103 MIR celebrado en el hospital. Los residentes emprenden ahora un camino nuevo después de dejar atrás cuatro o cinco años de formación que también han estado marcados por la pandemia. «Ha sido un año de incertidumbre», ha reconocido la joven a la que han entregado uno de los premios a 'Mejor Residente'. No obstante, «también hemos aprendido mucho» gracias, precisamente, a la situación con la que se han topado. Unos meses en los que ha destacado el compañerismo y que «hemos estado más unidos todas las especialidades». Urgía trabajar en equipo y adaptarse a los cambios en la estructura del hospital.
La crisis sanitaria ha sido, además, un periodo en el que «reflexionar» y que, al menos a ella, le ha servido para «plantearse muchas cosas» sobre el futuro que arranca ahora. «Justo lo estábamos comentando, es un día de sensaciones encontradas», ha coincidido Elsa García, residente de psiquiatría, acompañada por dos compañeros de la misma especialidad. Los tres han entrado esta mañana al acto de despedida con esas «ganas» de empezar un camino nuevo, pero también el sentimiento que deja el saber que termina una etapa. Quizá en algunos momentos la formación «se ha visto deteriorada», ha reconocido Laura Boada, de la misma especialidad, pero «en momentos de adversidad sacas herramientas que no sabías que tenías». Cosas programadas no se han podido hacer a la par que les ha tocado desarrollar un papel en funciones que no habría sido necesario en otro contexto. En una palabra, han tenido que aprender a ser «flexibles», ha definido Elsa García.
¿Y con qué se quedan? «Con los compañeros», esa es la parte triste de la despedida, decir adiós. También con cómo «todo el mundo se ha implicado para aportar». Una experiencia que también suma a sus años de residentes. «Es algo que nos va a marcar», ha opinado Marina Fayos, residente de Medicina Interna. Ella vuelve a subrayar la «red de apoyo» que han creado entre los profesionales.
En el acto lo ha inaugurado Rafael Tejido, director gerente de Valdecilla que ha subrayado la «vocación docente» y de desarrollo del hospital tras repasar algunos de los hitos conseguidos por el centro en sus 90 años de historia. Y ha agradecido a los residentes su «compromiso durante la pandemia». Porque este ha sido un «año duro». Una despedida en la que han estado presentes Rosa Ana García, dirección médica; Gema García, dirección de enfermería y el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez. La directora médica ha destacado como la pandemia ha servido para «recuperar» aspectos de la profesión que estaban «ocultos en la rutina» como la vocación.
Además ha pedido a los residentes que mantengan «el espíritu de Valdecilla» allí donde vayan. Dejándoles una lista de consejos como no olvidar que «trabajan para sanar» y «cultivar la empatía», entre otros. La directora de enfermería ha aprovechado para destacar el papel de la enfermera que es «cada vez más importante» y la importancia de seguir caminando en «promover la excelencia de los cuidados». Y, sobre todo, que todos los profesionales implicados en el cuidado de los pacientes trabajen de forma común.
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