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Ya son 45.000 voluntarios los que han pasado por el pabellón 20 de Valdecilla. El proyecto Cohorte Cantabria impulsado por el Idival hace ... casi cuatro años tiene más cerca que nunca la línea de meta que se fijó como objetivo: 50.000 participantes. La iniciativa que trabaja para crear una gran plataforma biomédica de datos y muestras de la población de Cantabria, se encuentra disponible para investigadores de diversas áreas y busca mejorar la medicina personalizada y, por lo tanto, llevar a cabo un abordaje más efectivo de cada paciente a la hora de controlar la evolución de su salud.
Para los que todavía no conocen el proyecto, se necesita tener entre 40 y 70 años de edad y haber residido un mínimo de seis meses en Cantabria para poder apuntarse. Los voluntarios pueden hacerlo de forma autónoma a través de la página web -donde se pueden encontrar todo tipo de información como preguntas frecuentes, datos y la actividad científica- o por un correo electrónico, aunque también se realizan llamadas aleatorias de captación desde la propia oficina. «Tenemos un censo de personas inscritas en el SCS y se les llama para ver si quieren participar. Se les explican las dudas y si se animan, se les proporciona una cita para venir al hospital. Lo único que tienen que hacer es rellenar un cuestionario que viene a durar entre 35 y 40 minutos», señala Marcos López Hoyos, investigador principal del proyecto y director científico del Idival. En el cuestionario se realizan preguntas relacionadas con los hábitos de vida (actividad física, horas de descanso), enfermedades previas y de realidad sociocultural como pueden ser el nivel de estudios y poder adquisitivo. «Es un cuestionario no muy profundo, pero muy amplio para acoger una serie de hábitos de vida que nos ayudan a complementar todos los datos de acceso de historial clínico que tenemos de los voluntarios», concreta.
1.100
son las variables registradas en el catálogo de Cohorte Cantabria
Marcos López Hoyos
Investigador principal de Cohorte Cantabria y director científico del Idival
El siguiente paso para los inscritos es acudir en persona y firmar una hoja de consentimiento en la que al voluntario se le informa de todo lo que se realiza con sus datos y de los que quiere ceder para la investigación. Pasado ese trámite se pasa a una sala justo al lado de la sala de espera y en la que se realizan una serie de estudios al participante. «Sacamos unas muestras de sangre para realizar una analítica mínima de bioquímica, hemograma y una prueba de serología para detectar agentes infecciosos. También se guardan muestras de plasma y de ADN para estudios genéticos posteriores», puntualiza. Después de realizar la extracción, los participantes se descalzan para proceder a medir su altura, peso, perímetro de cintura y un estudio de la composición corporal (masa grasa, masa muscular e incluso composición de agua).
A partir de ese momento pasan a formar parte de Cohorte Cantabria como voluntarios y reciben un carné. «Como tenemos sus datos y nos dan permiso para acceder a su historial clínico, les llamamos para esos proyectos colaborativos que van surgiendo y en los que cumplen las características», añade.
«Lo importante es conseguir los 50.000 voluntarios y hacer un seguimiento a los cuatro años», subraya el director científico del Idival. Y es que en el mes de abril se cumplen cuatro años desde el lanzamiento del proyecto y se llamará a los voluntarios inscritos -de forma progresiva- para tomar nuevas muestras biológicas y realizarles una nueva encuesta. Un ciclo que se repetirá cada cuatro años. «Estamos cerca de cumplir un hito porque la población de Cantabria es muy activa y colabora con todo lo que tiene que ver con la investigación en el entorno del sistema de salud», valora López Hoyos.
A día de hoy, el proyecto cuenta con 1.100 variables registradas en el catálogo -se va a realizar una migración de datos a la nube al ser «imposible» mantener servidores físicos- y diez investigaciones en marcha a través de los datos y muestras de Cohorte Cantabria: «Se están haciendo estudios de obesidad, de hígado graso y de inmunidad frente al SARS-CoV-2 después de la pandemia, entre otros», asegura.
Para acceder a la base de datos y desarrollar una investigación se necesita cumplir una serie de requisitos. La primera es conseguir la aprobación de la Comisión de Dirección de Cohorte Cantabria y contar con una financiación competitiva. Este último aspecto es muy importante porque asegura haber pasado por una evaluación científica y significa que es un «proyecto de calidad». Aunque desde Cohorte Cantabria señalan que es muy importante que sean investigadores cántabros: «Lo que queremos es que los investigadores de nuestro entorno, de la región, puedan acceder a los datos del proyecto».
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