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El puente del Pilar cerró ayer la temporada turística veraniega en Cantabria. Las playas de Santander congregaron a un buen número de visitantes –con más ropa de lo habitual por el viento frío– y el sector hostelero aplaudió los buenos datos tras un verano complicado ... por las restricciones del covid y el mal tiempo.
«Contento, pero con matices». Así se mostró Ángel Cuevas, presidente de la Asociación de Hostelería. Igual que la alcaldesa de Santander, que calificó el puente con una nota de «muy bueno» para el turismo en la ciudad. «La ocupación media ha sido del 85% y algunos hoteles están llenos», aseguró Gema Igual el pasado lunes.
Miles de visitantes se han topado con una sorpresa en Santander: el cierre de la Oficina de Turismo ubicada en El Sardinero. Según explicó el Ayuntamiento, el motivo de la persiana bajada es el mismo que está detrás de otros tantos cierres: el covid. En esta sucursal comparten espacio habitualmente dos personas. No obstante, al tratarse de un espacio reducido, no es posible mantener la distancia de seguridad. Y uno solo no puede abarcar el volumen de trabajo, por lo que permanece cerrada.
Tras el éxito de los últimos días, muchos negocios echarán ya la persiana hasta el año que viene. En especial, en los municipios del interior y, sobre todo, en aquellos costeros más turísticos, como Castro Urdiales, Laredo, Noja, Arnuero, San Vicente... Esto es debido a que en Cantabria hay tres o cuatro niveles de estacionalidad de los negocios. Están los que abren los tres meses de verano; bastantes que comienzan en Semana Santa y terminan en el Pilar; otros que fijan su apertura desde el 1 de marzo para aprovechar San José y hasta el puente de la Inmaculada y, finalmente, los que abren todo el año. Por ello, muchos negocios «cerrarán a partir de hoy», señaló Cuevas.
El presidente de los hosteleros recalcó la importancia que ha cobrado la gastronomía para atraer turistas a la región. Una encuesta de la Universidad fijaba este aspecto en tercera posición a la hora de elegir Cantabria como destino turístico, por detrás del paisaje y las playas.
Hay que tener en cuenta, según Cuevas, que el 20% de los turistas han venido a Cantabria diez o más veces, «por lo que ya conocen de sobra Cabárceno, el teleférico, El Soplao...». Por eso, la Asociación de Hostelería, en busca de nuevos atractivos que ofrecer a sus clientes, tiene treinta ofertas de planes diferentes que se regalan en los hoteles.
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