Secciones
Servicios
Destacamos
ANA GIL ZARATIEGUI
Sábado, 14 de noviembre 2020, 07:38
El Banco de Alimentos atendió durante los meses de confinamiento a casi 45.000 personas en toda Cantabria. Los pedidos se llegaron a quintuplicar tras la irrupción de la pandemia en la economía de miles de familias. Ahora, la organización afronta la Gran Recogida ... de Alimentos anual en plena pandemia y adaptándose a las nuevas circunstancias para recaudar donativos en medio de «una crisis alimentaria sin precedentes» y con los bancos «totalmente desbordados». La campaña se llevará a cabo en toda España a través de los 54 Bancos de Alimentos. En concreto, en Cantabria se realizará en 200 supermercados de las principales cadenas.
Debido a la complicada situación de la pandemia, la recogida no se desarrollará como siempre a partir de donaciones físicas, sino a través de bonos. Durante la próxima semana, del 16 al 21, al realizar la compra, en la caja del supermercado se ofrecerá al cliente la posibilidad de realizar una donación a la organización y se añadirá esta cantidad al tique de compra. Ese dinero quedará en crédito en el establecimiento para que, una vez finalizada la campaña, el Banco de Alimentos compre los productos más necesarios en la cadena correspondiente. Así se evita el contacto entre voluntarios y donantes y se elimina la posibilidad de contagio que podría suponer la forma habitual, en la que los clientes entregan en mano los productos que acaban de adquirir.
Marcela Calle, coordinadora de la Gran Recogida en Cantabria, confía en que esta nueva fórmula sea bien acogida por la ciudadanía: «Sabemos que la gente está acostumbrada a entregar su kilo de arroz o pasta y que este cambio puede ser un poco extraño, pero queremos que entiendan que es la única forma de garantizar la seguridad de todos y que, ahora más que nunca, necesitamos que aporten su granito de arena».
El año pasado consiguieron recaudar casi 250.000 kilos de alimentos, cantidad que equivale a unos 100.000 euros. El objetivo de este año es, al menos, igualarlo, sobre todo ante la necesidad de volver a crear una reserva de alimentos tras la gran demanda surgida durante el confinamiento. En un mes se agotaron las provisiones con las que contaba la organización para seis meses. Gracias a las reservas con las que contaba el Banco, pudieron hacer frente a la situación, algo que hubiera sido inviable sin ese colchón creado durante meses.
Marcela Calle asegura que en el verano hubo una pequeña recuperación con menos peticiones como consecuencia de los trabajos de temporada que se crearon. Sin embargo, están volviendo a experimentar un rápido aumento de las peticiones de ayuda. «Ahora mismo atendemos a unas 30.000 personas en la comunidad y estamos en una situación de total incertidumbre. No sabemos lo que va a pasar y tenemos que estar preparados con importantes reservas de productos para cualquier situación futura». Muchos de los usuarios que acuden son trabajadores en ERTE o familias que vivían al día, con una economía sumergida o sin apenas ahorros, y que no han podido recuperarse. Ante la gran cantidad de nuevas peticiones, el Banco de Alimentos de Cantabria solicitó ayuda a la sociedad y la respuesta fue muy positiva.
Ahora esperan que los donantes sigan colaborando para tener previsiones para los próximos meses. La organización remarca el papel que realizaron los 1.400 voluntarios durante la campaña pasada y que este año no podrán estar presentes. «Nos tenemos que adaptar. Es crucial que la sociedad done para conseguir o superar la cantidad del 2019», concluye Marcela Calle.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.