Los grandes municipios cántabros, en «riesgo extremo» por covid, según el criterio de Sanidad

El dato constituye otra señal de alarma sobre la crisis sanitaria en la región, donde la enfermedad ha provocado otras dos muertes, con las que el total de fallecidos asciende ya a 247, 14 de ellos registrados durante lo que se lleva consumido de octubre. Los últimos decesos corresponden a dos hombres de 74 y 83 años con problemas de salud previos, según la información facilitada por la Consejería de Sanidad.

La tendencia negativa que caracteriza la evolución de la pandemia en los últimos días en la región quedó confirmada una jornada más con el diagnóstico de 132 nuevos enfermos de coronavirus. Con ellos, la suma de personas que han contraído el mal supera la barrera de los 10.000, según el recuento oficial, mientras el número de casos activos es de 1.706.

Salvo algún caso puntual como el de Villacarriedo, con un número desproporcionado de contagios en relación a sus habitantes, como consecuencia del reciente estallido de un brote, el aumento de positivos se localiza sobre todo en los municipios con mayor población de Cantabria, que son los que, con alguna excepción, encabezan siempre el listado de ayuntamientos afectados. En algunos, la aparición de focos menores ha propiciado una carga adicional de positivos, aunque la tónica general es que el covid se haya extendido sin necesidad de brotes especialmente significativos.

En términos generales, sí puede explicarse la mayor incidencia de casos en las localidades que atraen a mayor número de visitantes: poblaciones costeras y con atractivo turístico como Santander, Castro Urdiales y Laredo probablemente estén pagando un peaje por la llegada de visitantes durante el puente del Pilar. Precisamente la villa castreña, donde tantos vascos cuentan con segunda residencia, es donde se registra la incidencia más alta entre los municipios grandes, 397. Esta cifra refleja la proporción de personas que enferman en un periodo de catorce días y se obtiene dividiendo el número de casos aparecidos en este tiempo -con la variación de los casos activos, por no disponer de los diagnosticados-, entre la población total, con datos por 100.000 habitantes.

Quizás resulte chocante ofrecer cifras por cada 100.000 cuando las localidades apenas superan los 10.000 individuos, pero es la forma de comprobar cuál es la situación en función de los criterios ministeriales: riesgo bajo hasta 25; medio hasta 150; alto con más de 150 y extremo a partir de 250.

Laredo, otra población con muchas similitudes con Castro, en lo que se refiere al tipo de visitante que recibe, es la segunda con un indicador más alto, 359. Santander también sobrepasa holgadamente la barrera del riesgo extremo, con 292 casos por 100.000.

Santoña, pese a ser otra población costera, turística y en el área de influencia del País Vasco, y que ya sabe lo que es quedar confinada, ha conseguido mantener se por debajo de ese índice crítico, con 190.

Torrelavega, la segunda ciudad de la región, lo sobrepasa por poco, 257. Superado el brote del barrio de La Inmobiliaria ha registrado algunos casos nuevos en sus centros de enseñanza.

Camargo y El Astillero, otros dos grandes municipios del arco de la bahía, están igualmente por encima de la barrera de los 250, y por tanto en riesgo extremo, con 304 y 309, respectivamente.

Los Corrales de Buelna ofrece el mejor resultado entre los municipios de más de 10.000 habitantes de Cantabria, con una incidencia acumulada de 147 casos por 100.000 y el único en situación de riesgo medio. Los dos restantes son Piélagos (151) y Santa Cruz de Bezana (162).

Independientemente de dónde se localice el mayor aumento de casos positivos, la consecuencia de la propagación del coronavirus es una mayor carga en el sistema asistencial, que va creciendo progresivamente. Actualmente hay 85 pacientes de coronavirus hospitalizados, siete más que la jornada previa; 14 de ellos son atendidos en la Unidad de Cuidados Intensivos, uno más que el día anterior.

Haciendo un pequeño repaso de lo ocurrido en los últimos meses hay que recordar que la cifra de ingresados se redujo al mínimo en julio, hasta 4 personas. Tras un ligero aumento en agosto, la situación empeoró notablemente en septiembre: el 21 de ese mes se alcanzaron los 94 hospitalizados. En los primeros días de octubre se dio por superada esta segunda oleada, pero desde mediados la tendencia se ha vuelto negativa, rebasando frecuentemente el centenar de positivos diarios, hasta que el día 21 se batió el récord desde el inicio de la pandemia, con 213.