La gripe agita el 'cóctel' de virus y suben los síntomas respiratorios y las gastroenteritis

«Sucede a veces que se da ese doble componente de patología: cuadros que empiezan con vómitos y diarrea, y que 24 horas después se convierten en infección respiratoria (tos, fiebre, congestión nasal...)». Pero no es la gripe la única posible responsable de esa combinación. «Hay que tener en cuenta que también hay adenovirus y enterovirus en circulación que pueden causarla», precisa Viloria. Y de ello dan fe varios médicos de familia consultados por este periódico (en línea con lo vivido antes por los pediatras), que aseguran que «estamos a tope de todo: gripe, catarros, gastroenteritis... Este año no hay 'respiro' en Navidad».

Tal y como se preveía, el Virus Respiratorio Sincitial (VRS), causante de la epidemia de bronquiolitis en los más pequeños, ya ha dejado atrás su pico de incidencia. El último informe de Salud Pública refleja una «disminución sensible», con 48 diagnósticos nuevos de bronquiolitis, que suponen 8,1 casos por cada 100.000 habitantes, «un 25% menos que la semana anterior». Sumados a los contagios detectados en adultos -los más vulnerables son las personas de edad avanzada-, el balance de VRS es de 89. De hecho, sigue siendo el principal motivo de hospitalización por infección respiratoria, dado que «la gripe aún no está teniendo impacto hospitalario. Constan tres o cuatro ingresos en la última semana».

No obstante, las autoridades sanitarias cuentan con que, a la vueltas de las celebraciones navideñas, esa demanda crecerá. Es por eso que ayer, aprovechando el informe de situación, se volvieron a recordar las medidas preventivas: higiene de manos, cubrirse el estornudo y la tos con el pliegue del codo, nunca con la mano, y evitar el contacto con otras personas si se está enfermo. Además, es recomendable la mascarilla en pacientes con procesos respiratorios. Y en la medida de lo posible, fomentar el uso de espacios al aire libre y ventilar a menudo los cerrados.

Además, desde Salud Pública reiteran que tanto la gripe como los catarros comunes y resfriados son procesos víricos que no responden a los antibióticos. «En casos no graves, es conveniente limitar, en lo posible, la asistencia a consultas médicas en hospitales o centros de salud, puesto que supone un elemento de transmisión de la enfermedad en entornos altamente vulnerables». De ahí que se insista en que solo es preciso acudir al médico cuando se presentan síntomas llamativos o señales de alarma, como fiebre muy alta, tos persistente, dificultad para respirar o malestar general.

Las pruebas de laboratorio confirman que, al menos hasta la fecha, la gripe dominante esta temporada es la tipo B (así se ha visto en el 80% de los casos), que fue la protagonista por última vez en el año 2019, recuerda Viloria.