La gripe y el resto de bajas merman el 10% la plantilla de médicos de Primaria

Es en estos momentos de mayor demanda asistencial cuando más se percibe la falta de médicos, un problema que no es exclusivo de Cantabria, sino común a toda España y a muchos otros países, y para el que tampoco hay una solución a corto plazo: como reconoce Rubén Cebrecos, director médico de Atención Primaria, «tenemos un balance negativo de puestos de médicos que creamos respecto a los que se jubilan, y ahora nos encontramos en el punto más crítico». «Esto no es algo que ocurra a día de hoy –continúa–, llevamos con esta situación de déficit varios años y es algo que va en aumento. Se trata de un problema que ya existía y tenemos que buscar las herramientas que palíen este déficit. ¿De qué manera? Pues cuando no dispones de más médicos se les ofrece a los profesionales la posibilidad de trabajar más: absorciones de demanda, consultas de tarde de otros que no están, guardias de más... Muchas ausencias las cubrimos con los propios profesionales, como sucede también en los hospitales. Claro que la gente no lo hace gratis, pero no supone un aumento del gasto, que está ya previsto. También tratamos de crear puestos o plazas que ayuden al resto de apoyo; no tengo sustitutos pero cuento con plazas de apoyo que sirvan de comodín y que me permitan, en caso de ausencia, cubrirla con un profesional que ya tengo».

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Según explica el director médico de Atención Primaria, tras el establecimiento de la especialidad de médico de familia se crearon numerosas plazas que, con el paso del tiempo y la jubilación de los profesionales, no se han ido reponiendo. «Aunque hayamos aumentado las plazas de médico de familia no son suficientes para paliar al aumento de las jubilaciones, y ahora estamos en la fase más crítica». Cebrecos sostiene que el efecto de esas medidas que se están tomando ahora tardará aún años en percibirse.

Mientras tanto, defiende, la Sanidad deberá sacar partido de todos los recursos a su disposición, como la tecnología. «Hay que ir incorporándola porque resulta de mucha ayuda en medicina: no nos va a sustituir, pero sí que nos puede ayudar. Toda la información sobre los pacientes estaba antes estaba en la cabeza del médico, algo que ahora ya no es necesario con los medios informáticos de que se dispone; también puede suponer una ayuda para los medios diagnósticos. La tecnología va a ser un apoyo hacia la excelencia, que nos permite abarcar mucho más».

«La razón de la falta de médicos es que la gente busca pastos más verdes en otros sitios», resume Alfonso Valcarce, presidente en Cantabria de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). «Los médicos jóvenes que salen de las especialidades ven el agobio de las consultas de Atención Primaria, piensan que la situación no es halagüeña y buscan alternativas de trabajo con estabilidad y contratos más largos de los que se ofrecen aquí», expone.

«Debemos afianzar a la gente que sale ahora de la especialidad. No puede ser que casi tres cuartas partes se nos vayan de Cantabria: cuesta mucho formarles, es un personal valiosísimo y tienen una formación espectacular tanto hospitalaria como en Atención Primaria. Tenemos que ofrecerles unas condiciones que les apetezcan a los que salen», añade.

«La pandemia nos ha agotado a los profesionales y ha puesto de manifiesto las carencias, que ya se conocían y que se han agudizado por esta situación de agotamiento y de carencia de sustitutos: acabas quemado por la falta de reconocimiento, por las condiciones de trabajo... Los trámites burocráticos cansan mucho también. En 2024 se van a jubilar 91 médicos de Atención Primaria. Según el Servicio Cántabro de Salud, muchos se van a reenganchar, pero no podemos generar planes en base a suposiciones: hay que acelerar las oposiciones de estabilización y buscar fórmulas para atraer médicos», concluye Valcarce.