Un grupo de trabajo fijará los contenidos sobre Cantabria que se estudiarán en Primaria

El grupo echa a andar al mismo tiempo que lo hace la Lomloe, la conocida como 'ley Celaá', que prevé que los nuevos currículos educativos estén vigentes dentro de dos cursos. Sin embargo, es un proyecto que la Consejería dirigida por Marina Lombó se había comprometido a abordar con independencia de la nueva normativa. ¿Por qué? Porque ha detectado un «déficit» de contenidos y de desarrollo. Si bien la crisis sanitaria retrasó el inicio de los trabajos, ahora la Consejería ha aprovechado el empuje de la Lomloe para ponerlos en marcha.

¿Qué ocurría hasta ahora? Que eran los docentes, dentro de su autonomía, quienes establecían qué partes de la historia, de la geografía o del patrimonio de Cantabria se abordaban en el aula, pero lo hacían sin que en el currículo oficial estuviese definido, al contrario de lo que ocurre en otros territorios. «Gracias al esfuerzo de los docentes se estaba haciendo un buen trabajo en ese sentido, pero ahora tenemos la oportunidad de fijarlo de forma oficial en el currículo de Cantabria», indica Lombó.

¿Y qué fija la nueva ley? A partir de ahora, el Ministerio de Educación fijará el 50% del currículo en las autonomías con lengua propia, y el 60% en el resto, Cantabria entre ellas. Así lo establece la Lomloe, aunque las anteriores normas, recuerda la Consejería, dejaban también «un amplio margen a las comunidades autónomas para fijar qué contenidos cursa el alumnado en ese porcentaje restante». Y dentro de ese 40% propio, se dedicará una parte a contenidos curriculares relacionados con Cantabria.

La meta de la Consejería de Educación, por tanto, es «desarrollar» y «estandarizar» estos contenidos de modo que sean «similares» para todos los centros de Cantabria. Para eso está el grupo de trabajo. Lo componen Daniel Lobete y Manuel Alegría, profesores especializados en Geografía e Historia, que imparten docencia en el IES Santa Clara y el IES Nuestra Señora de los Remedios, respectivamente; José Ramón López Bausela, también especialista en esas áreas de conocimiento, maestro de Primaria, y miembro en activo del Servicio de Inspección Educativa de la Consejería; Mario Crespo, director del Centro de Educación de Personas Adultas CEPA-Escuelas Verdes (Santander), especialista en Lengua Castellana y Literatura; y la maestra María José Rioseco, directora del CEIP Aguanaz (Entrambasaguas) y portavoz de la Comisión de Directores de Infantil y Primaria. Completa el grupo de trabajo el escritor y profesor-tutor del Centro de la UNED en Cantabria Marcos Pereda, especialista en la historia, arte y patrimonio cántabros.

Su cometido es trabajar en los próximos meses para establecer tres aspectos clave: contenidos, criterios de evaluación y competencias que se han de cursar. El grupo fijará «qué han de conocer los estudiantes de 6 a 12 años, de 1º a 6º de Primaria, y en qué momento de esa etapa educativa», resume la Consejería de Educación y FP.

La sesión constitutiva se celebró hace un par de semanas. Marina Lombó participó en ese primer encuentro, el pistoletazo de salida para establecer criterios «profesionales, pedagógicos y unificados» de los contenidos que se abordarán en las aulas de Primaria de la región. Para la responsable educativa es una «buena noticia» que el alumnado cántabro vaya a integrar un conocimiento «más profundo de su tierra».

«Cuando uno compara el currículo actual de Cantabria y el de otras comunidades autónomas, se da cuenta de que ahí tenemos un amplio margen de mejora, de recorrido, para que las niñas y niños de Cantabria aprendan en las aulas cómo es su tierra, como el alumnado de otros territorios», opina Lombó. Además, la consejera adelanta que su idea es establecer un grupo paralelo en Infantil.