La Guardia Civil disuelve 25 botellones, nueve de ellos con más de 50 personas

Por seguir con el desglose. La Guardia Civil interpuso 53 denuncias por consumo de alcohol en la calle. Otras cuatro por incumplir los horarios de cierre vigentes actualmente y 43 por no utilizar la mascarilla. Una de las fiestas que ha concentrado más de treinta denuncias es la que hubo en El Puntal el sábado por la tarde en la que un grupo de jóvenes se reunió para hacer botellón en las inmediaciones del chiringuito 'El Capricho'. Allí se tuvo que detener a un joven por resistencia y desobediencia a los agentes. A parte de este hecho, en Ribamontán al Mar «no ha habido más incidencias ni por el uso de mascarillas ni por el cierre del ocio nocturno», explica Araceli Colina, primer teniente de alcalde del municipio.

Por su parte las policías locales de otros municipios también han prestado especial atención a estas restricciones para las que ha hecho falta tirar de refuerzo. Es el caso de Santander. En la capital cántabra se ha establecido un importante despliegue que deja 120 denuncias por beber en la vía pública y «casi 200 por no llevar la mascarilla», resume Pedro Nalda, concejal de Personal y Protección Ciudadana del Ayuntamiento. Sobre el límite de horario para los establecimientos de ocio nocturno, «no ha habido ninguna incidencia reseñable», añade el edil. Solo dos denuncias. Una por problemas con la terraza y la otra con el aforo.

En Castro un bar no cumplió el horario y hay, provisionalmente, 11 denuncias a personas por no llevar mascarilla después de haber sido advertidas por algún agente. A lo que se suma la intervención en dos lonjas juveniles. El municipio puede presumir de movimiento y, en general, la gente atiende y responde a las normas. Aunque por el día «sí hemos tenido alguna intervención por el tema de las playas», explica Domingo García, jefe de la Policía Local.

En Torrelavega el uso de las mascarillas deja diez denuncias. En el municipio sí ha habido problemas con el cumplimiento del horario de cierre. Tres locales alargaron la noche hasta pasadas las dos de la mañana. Además «se han disuelto dos botellones», añade Pedro Pérez Noriega, concejal. Cerrado el ocio nocturno, la gente continuó por la calle, algo que también ocurrió en Comillas. Pasadas las tres de la mañana la gente aún andaba por ahí. Ahora preocupa que el límite del horario se traduzca en más fiestas particulares, señalan en la policía. De modo que tocará prestar atención al número de personas en esas posibles reuniones.

Al contrario que hace unas semanas, este fin de semana en Laredo «ha transcurrido con relativa normalidad», señala Juanjo Revuelta, concejal de Seguridad Ciudadana. «Salvo mínimos incidentes registrados en la puebla vieja por un reducido número de jóvenes» que celebraban el ascenso de su equipo. De modo que «no se ha impuesto ninguna denuncia», resume. También tranquilos han estado en Potes y Reinosa donde la tónica ha sido de cumplimiento de la normativa.