Borrar
Marc se toma un café en la cocina del piso que comparte. Roberto Ruiz
«Me gustaría vivir solo, pero económicamente no alcanza. Es inviable»
Inquilino. Comparte piso con otros tres compañeros

«Me gustaría vivir solo, pero económicamente no alcanza. Es inviable»

Marc Lara ·

Álvaro Machín

Santander

Domingo, 20 de octubre 2024, 07:34

Estudia y trabaja. Está en quinto de Ingeniería Química en la universidad pero, ahora mismo, en el paro. Lleva trabajando las últimas siete temporadas de verano en Ibiza («soy medio de allí, medio de Santander, pero eso es otra historia»). Comparte piso con otros tres compañeros en la capital cántabra y pagan, cada uno, unos 300 euros cada mes. «El trabajo en hostelería no es el sueño de mi vida, pero es la vía que tengo para poder seguir estudiando y acabar la carrera. Me gustaría vivir solo, pero económicamente no alcanza. Hace un año estuve buscando piso, pero algo para uno andaba por los 700 euros. Imposible. Y en pisos en los que, en general, la habitación, la cocina o el salón estaban todo junto. La situación de mis compañeros es parecida. Esto aquí es lo más común entre estudiantes y entre gente de mi edad. Salvo que lo compartas con tu pareja, es complicado poder alquilar. De hecho, ninguno de mi entorno vive solo. Tenía un amigo que sí, pero el esfuerzo que tenía que hacer era inviable», resume Marc Lara, que tiene 27 años. Uno de sus compañeros de piso (está encantado con ellos) hace un máster académico, otro tiene un trabajo de investigación en la universidad y el cuarto, un empleo fuera del ámbito estudiantil.

El fenómeno de compartir piso por los altos precios de los alquileres (o alquilar únicamente una habitación, o volver a casa de los padres) es otro de los que más proliferan en Cantabria –El Diario sacó un reportaje recientemente–. Más de 15.000 hogares en la comunidad eran compartidos en 2021. Un 6,38% del censo total de la región. Y eso, en 2021. En 693 convivían por entonces dos o más familias, según el Icane. Es obvio que esas cifras han crecido mucho. «Entre los más damnificados por esta situación estamos los jóvenes. Tus padres tienen que ayudarte y poner dinero y, aunque haya becas, por ejemplo, no alcanzan para solventar el problema. Ayudan, claro, pero no lo solucionan», explica Marc justo después de prepararse un café en la cocina del piso.

–¿Qué piensas en este debate sobre los alquileres?

–Yo entiendo que una persona que alquila un piso ha hecho una inversión y tiene que sacarle un rédito. Entiendo que lo alquila porque quiere obtener un beneficio. Pero también es cierto que muchos de los alquileres exceden el precio de lo que ofrece el piso. Tú pagas una renta, pero también pagas por unas condiciones, y muchas veces lo que se pide no es acorde a esas condiciones. La solución pasa por arreglar las vías legales para tener a todos tranquilos.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

eldiariomontanes «Me gustaría vivir solo, pero económicamente no alcanza. Es inviable»