Secciones
Servicios
Destacamos
Daniel martínez | josé carlos rojo
SANTANDER.
Viernes, 18 de septiembre 2020, 07:05
Hacía días que una vecina del barrio de la Peña del Cuervo, en Santander, venía denunciando en el Ayuntamiento de la capital los malos olores en un paseo de piedras que transcurre rodeado de arbustos junto al elevador de la Calle Alta. Ayer, ... la Policía Nacional descubrió la causa del hedor al encontrar en el lugar el cuerpo de una mujer descuartizado y en avanzado estado de descomposición. Una escena que impresionó a los agentes que se desplazaron al lugar y que confirmó lo que ya sospechaban, que la desaparición de esta persona podría tener un final trágico. Porque el cuerpo era la última pieza de un puzle que ya tenían casi montado y que apuntaba a su pareja como responsable de esta muerte violenta. Él, el presunto autor del homicidio, ya ha sido detenido.
El hallazgo se desencadenó a última hora de la mañana. La Policía Científica llegó ayer a la zona pasado el mediodía, acordonó las entradas al paseo -más bien una pista con suelo de grava- que se encuentra junto al acceso del elevador de la Calle Alta, y comenzó a trabajar. Según fuentes de la investigación, los agentes localizaron en la espesura hasta siete bolsas de basura con restos humanos. Los de esta mujer, de nacionalidad guatemalteca y vecina de Ciudad Real, donde convivía con su pareja, natural de Colombia. Por el momento no ha trascendido el motivo por el que se encontraban en Santander. La sospecha es que el detenido planeó el viaje con la única intención de abandonar su entorno social y esconder el cuerpo. Porque que la víctima haya aparecido aquí, en Cantabria, no quiere decir que el crimen no pudiera cometerse en un territorio distinto.
No fue el fuerte olor ni las denuncias de la mujer en el Ayuntamiento lo que facilitó el hallazgo del cuerpo desmembrado, sino la labor de investigación de la Policía Nacional. Todo arrancó a raíz de una denuncia por desaparición que se registró en la ciudad manchega en la que ambos residían. Algo debió de hacer sospechar a los agentes, que giraron la vista hacia la pareja de la víctima. Desde el principio se tiró de ese hilo. De hecho, el hombre ya estaba detenido cuando ayer por la mañana se localizó el cuerpo. Esa detención no se produjo en Cantabria sino en Madrid, donde prestó declaración antes de ingresar en el penal de Soto del Real en régimen de prisión provisional. Y allí continúa.
¿Cómo se hizo la investigación? Ayer, tanto Policía Nacional como Delegación del Gobierno prefirieron no dar detalles a la espera de recopilar los últimos datos y de la rueda de prensa (lo podrán seguir en directo a través de esta página web a partir de las 11.00 horas) que protagonizarán hoy los responsables de ambas instituciones, Héctor Moreno y Ainoa Quiñones, respectivamente. No se conoce el grado de colaboración del que parece el único implicado, pero sí que los agentes utilizaron diversas cámaras de seguridad repartidas por Santander para reconstruir sus movimientos, además de otras técnicas propias de este tipo de rastreos.
Aunque las evidencias son claras y la investigación llevada a cabo por la Policía Nacional en Cantabria no deja lugar a dudas, oficialmente -sobre el papel- todavía está por confirmar la identidad de la víctima localizada ayer. Eso requiere un proceso protocolarizado que pasa por el Instituto de Medicina Legal de Cantabria, donde está previsto que hoy mismo los forenses realicen la autopsia. No sólo servirá para confirmar que se trata de la mujer guatemalteca cuya desaparición fue denunciada en Ciudad Real, sino también para aportar detalles de cómo se produjo el crimen.
También se ha trabajado en la búsqueda del instrumental que el presunto homicida utilizó para llevar a cabo el asesinato. Aunque una «parte importante, la sustancial», ya está en poder de los investigadores, ayer las autoridades policiales realizaron distintos trabajos de inspección en el mar con el objetivo de localizar otros elementos que contribuyan a reconstruir el relato de este suceso. Según fuentes policiales, el caso lleva semanas judicializado y las pesquisas apuntan a que pudo tratarse de un crimen de violencia machista. La investigación se desarrolló en estrecha colaboración con agentes de la Policía Nacional de Ciudad Real, donde vivía la pareja. En concreto, el contacto ha sido continuo con los grupos de Homicidios de Castilla-La Mancha y de manera especial con el Grupo de la Brigada de Policía Judicial de Ciudad Real, en cuya capital la víctima y su presunto asesino tenían una vivienda. Ya en Cantabria, fue la Científica la que logró reconstruir los movimientos de la pareja para seguir la pista al hombre hasta llegar a Santander, al punto donde ayer se encontró el cadáver descuartizado.
«Han venido los GEO (Grupo Especial de Operaciones) porque todo estaba escondido entre los arbustos y había que descolgarse por la pendiente que da a las vías del tren», relata uno de los vecinos de esta zona próxima a la Peña del Cuervo, que observó ayer toda la operación desde la distancia porque es un punto de difícil acceso, enmarcado entre la calle Duque de Ahumada y las vías del tren. Un lugar arbolado, rodeado de arbustos y maleza, donde el presunto asesino pensó que sería más complicado encontrar los restos del crimen.
Pero los agentes lo consiguieron tras una labor de más de tres horas en la que lograron recuperar el cadáver desmembrado de una mujer cuya desaparición se había denunciado hacía varias semanas. Las fuentes consultadas no son capaces de concretar, pero «alrededor de un mes».
«Cuando después de todo ese tiempo terminaron los oí decir que habían encontrado todo lo que estaban buscando», certifica el testigo del trabajo policial. «O sea, supongo que habían encontrado todo el cuerpo».
Otro residente de la Peña del Cuervo confirmó que el lugar es un camino muy transitado. Él mismo pasea todas las noches con sus perras. «Hacía unos días que uno de los animales marcaba esos arbustos. Lo hacía con mucha insistencia; pero no pensé jamás que fuera por esto, porque de verdad que siempre era de noche y nunca tuve curiosidad por ver qué era», relató. Ahora el paseo permanece acordonado hasta que finalice la investigación de un caso sobre el que este viernes se conocerán más detalles.
Hasta el lugar también se desplazó la autoridad judicial, que llegó al punto donde se encontraba el cadáver alrededor de las 14.00 horas. Allí se encargó del levantamiento del cuerpo y de la apertura de diligencias, aunque el asunto ya se encontraba judicializado. La encargada de hacerlo fue la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Santander, el que estaba de guardia.
Se trata del mismo que está instruyendo otro caso de gran relevancia mediática, la presunta estafa cometida en la oficina que la entidad Novo Banco tenía en Santander. De hecho, afecta a más de 70 inversores y asciende a 50 millones de euros, por los que hasta ahora sólo se investiga al exempleado Jacobo Vidal.
En la rueda de prensa que darán hoy la Policía Nacional y la Delegación del Gobierno también se aclararán otras cuestiones, como quién fue la persona que interpuso la denuncia de desaparición, por qué el presunto autor decidió esconder el cuerpo en Santander o los detalles de la investigación.
Este asesinato es, además, el primero registrado en la Comunidad Autónoma en 2020, un año en que la pandemia ha reducido de forma drástica los niveles de criminalidad. Todo lo contrario a lo que fue el pasado 2019, donde se llegaron a registrar hasta seis homicidios.
Además, de confirmarse las sospechas de los investigadores, este caso pasaría a engrosar la triste lista de crímenes machistas ocurridos en la comunidad. Uno de los últimos, que llamó la atención de toda España por ser le primero de 2019, ocurrió en la localidad de Laredo. Rebeca, de 26 años y nacionalidad dominicana, murió el 3 de enero del pasado año desangrada tras una agresión que pudo desencadenarse por los celos.
Fuentes de la Policía Nacional aseguraron ayer, a la hora del cierre de este periódico, que las pesquisas continuaban abiertas en la bahía de Santander, concretamente en el entorno del Barrio Pesquero, donde una lancha de la Policía Nacional se desplazó con varios buzos para buscar el arma homicida con la que el hombre de nacionalidad colombiana presuntamente terminó con la vida de la mujer. Todo apunta a que utilizó un machete y que probablemente más tarde se sirvió de un pequeño carretillo para transportar los restos humanos que había introducido en bolsas negras de basura. Las mismas que los agentes de los GEO lograron recuperar ayer de la zona arbolada junto a la Peña del Cuervo.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.