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Una decena de componentes de la Brif asciende a uno de los focos que existían ayer por la mañana en el monte Dobra.

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Una decena de componentes de la Brif asciende a uno de los focos que existían ayer por la mañana en el monte Dobra. Sane

Hartos de apagar incendios

453 fuegos han abrasado los montes de Cantabria en los últimos 34 días. Ya no queda ningún foco activo en la región, aunque el operativo de extinción sigue en alerta máxima

J. M. Gutiérrez | j. gangoiti

Santander

Jueves, 7 de marzo 2019, 07:08

El ir y venir de los efectivos de emergencias a un lado y al otro ilustraba ayer la actividad frenética y la impotencia de la enésima jornada de incendios este año. Ya van 501 fuegos desde que arrancó 2019. «Muchas, muchas hectáreas», respondían los profesionales de Medio Rural que trabajaban en el monte Dobra y en la zona de Llanos (Penagos) al ser preguntados por una aproximación de los daños. La respuesta en cualquiera de las 18 focos registrados desde la noche del martes llegaría en forma de un paraje gris, sin vida, a primera hora de la tarde y después de quince horas de trabajo incansable por parte de los operarios que luchan contra las llamas. Y las que acumulan. Incontables. Hasta el hartazgo después de semanas y semanas consecutivas de lucha contra el fuego.

Cuando un incendio en una cara del bosque parecía controlado, otro se abría paso. El fuego que parecía más o menos extinguido, se levantaba bruscamente tras una fuerte bocanada de aire (las rachas superaron los 120 kilómetros por hora y obligaron a activar los avisos naranja y amarillo por fuerte viento en el interior de la comunidad). El cóctel devastador de viento, calor y falta de agua marcaron ayer de nuevo el paso de los servicios de extinción. Como en las últimas semanas. «Se nos hace imposible estar en todos lados», se oía. La frase de los profesionales y voluntarios que permanecían en los bosques volvió a escucharse por la mañana. Una jornada más. Horas antes de que la llegada de la esperada lluvia y el cambio de viento (de sur a componente oeste) ayudara a controlar de forma definitiva los incendios. Por ahora.

Sus testimonios, sus caras y su actitud gestual son reflejo del agotador trabajo que llevan desarrollando durante días, semanas, los casi 300 efectivos que conforman el operativo. «Entre el lunes, el martes y medio miércoles hemos apagado 87 incendios forestales», contaba ayer por la tarde el director general de Medio Natural y responsable de la emergencia, Antonio Lucio. Un balance que da buena idea, por un lado, de la virulencia de la nueva ola de fuegos intencionados y, por otro, de «la eficacia y el esfuerzo del operativo» y de cómo «con coordinación y colaboración se consiguen resultados».

La llegada de la ansiada lluvia y el cambio de viento ayudaron a controlar los fuegos

Satisfecho, Lucio se expresaba así después de que el Gobierno de Cantabria desactivara el Plan Especial de Incendios Forestales (Infocant), vigente desde la madrugada del lunes. Desde entonces han hecho frente a 89 fuegos, de los que anoche permanecían activos solamente dos: en Abionzo (Villacarriedo) y en La Penilla (Santa María de Cayón), aunque estaban en «avanzado estado de control».

Más cifras que sumar a un negro listado. Desde principios de febrero, el número de incendios forestales provocados que se han registrado en Cantabria asciende ya a 453. En 34 días exactamente. A los 336 del pasado mes, hay que sumar los 117 contabilizados durante estos primeros seis días de marzo. Los datos asustan, pero más saber que la mayoría son intencionados.

«Jornada muy provechosa»

La situación «normalizada» gracias al trabajo llevado a cabo por el operativo puesto en marcha para la extinción de las llamas, la no existencia de un número elevado de nuevos focos, el cambio en la dirección del viento, el aumento de la humedad del aire y las lluvias llevaron a Lucio a tomar la decisión de desactivar el Infocant después de 43 horas consecutivas activado.

El director general destacó que no ha habido que lamentar «ningún daño personal» a ciudadanos ajenos al operativo y, dentro de este, «ninguno relevante», teniendo en cuenta que han trabajado de noche y en condiciones «extremadamente complicadas».

El Gobierno desactivó ayer el Plan Especial de Incendios Forestales, aunque mantiene en alerta al operativo

Ayer, el operativo de extinción de incendios forestales estuvo formado, por parte de la Dirección General de Medio Natural, por cuatro ingenieros, un emisorista, 51 agentes, 28 cuadrillas y 15 bombas forestales; por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, diez técnicos de la Brigadas de Refuerzo contra Incendios Forestales (Brif); nueve personas de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias y de la Sala del 112; seis parques de emergencias autonómicos; cuatro parques municipales de bomberos; el helicóptero del 112 y los medios aéreos del Ministerio -un helicóptero Kamov y un hidroavión anfibio- aunque el fuerte viento complicó su trabajo e incluso les obligó a replegarse a sus bases en los momentos de rachas más fuertes. «Ha sido una jornada muy provechosa sobre el terreno», reflejaba Lucio a modo de balance.

La logística, como en toda la duración del Infocant, fue responsabilidad de Cruz Roja, con un coordinador, seis vehículos y doce personas, y de las Agrupaciones de Voluntarios de Protección Civil. Por su parte, la Guardia Civil aportó una treintena de efectivos. Un nutrido equipo al que se sumaron en el incendio de Vargas los efectivos del servicio de extinción de la empresa Álvarez Forestal.

Tanto el director general de Medio Natural como el de Protección Civil y Emergencias, Luis Sañudo, agradecieron «la colaboración» de todos los organismos implicados en la extinción después de otra batalla ganada al fuego. Pero no será la última. De hecho, Antonio Lucio admite que «desgraciadamente vamos a seguir teniendo incendios». Por ello, aunque el Infocant ha quedado desactivado, su departamento mantiene el nivel máximo de alerta de su operativo -en esta situación desde el día 14 de febrero-, con 102 agentes del medio natural, 32 cuadrilla forestales, cuatro ingenieros y seis emisoristas.

Buenas condiciones y ningún foco activo, por ahora

La lluvia que apareció ayer en la segunda mitad del día y que aumentó en intensidad entrada la noche, volverá a ser protagonista al menos hoy y mañana. Este jueves están previstos chubascos débiles y dispersos por la tarde, que pueden ser generalizados en toda la región con el paso de las horas. El agua también hará acto de presencia el viernes, pero de forma débil. Buena noticia para los montes, como la ausencia de viento sur, que cede al de componente oeste.

Y así ha ocurrido que se han extinguido los incendios que permanecían activos ayer por la tarde, por lo que en estos momentos no hay ninguno.

Desactivado ayer por la tarde el Infocant, el Gobierno de Cantabria mantiene el nivel máximo, el 2, de alerta de su operativo de extinción de incendios forestales.

Así lo estará mientras las condiciones es meteorológicas no tengan un cambio significativo. Se mantiene igualmente la vigilancia y la investigación de los causantes por parte de las autoridades correspondientes.

Además, el Ejecutivo reitera la llamada a la colaboración ciudadana, tanto para evitar prácticas de riesgo, ya que las quemas continúan prohibidas en todas las comarcas, como para colaborar con la identificación de quienes provocan los incendios.

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