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Según asegura Gema Igual, flamante alcaldesa de Santander, su llegada a la política fue pura casualidad, y el hecho de que su hermano José Manuel ya estuviese metido en ella –era y es regidor de Arnuero–, tuvo poco que ver. Debió de ser allá por el cambio de milenio, cuando aún estaba viviendo en Madrid y volvió a casa por Navidad a ver a la familia. «No tenía nada que hacer, y estaba tan colgada que acompañé a mi hermano a una fiesta del PP». Allí, en la desaparecida discoteca Aqua, surgió la chispa. A ella le agradó la gente y se sintió cómoda en aquel ambiente. Unos meses después recibió la llamada de Gonzalo Piñeiro, que había visto algo en ella y le ofrecía formar parte de su equipo para el Ayuntamiento de Santander.
En el caso de los hermanos Mantecón el parentesco tampoco resultó determinante: si bien Agustín, actual alcalde de Bárcena de Pie de Concha, ya tenía cierto contacto con la política por su amistad con la regionalista Paula Fernández –ahora consejera de Presidencia en funciones–, Verónica, que repite al frente del Ayuntamiento de Molledo, también con el PRC, no se planteó dar el paso hasta que llamaron a su puerta para que echara una mano en la Junta Vecinal de Santa Cruz de Iguña.
En Lamasón, Marcos Agüeros, que acaba de revalidar su condición de alcalde, recogió el testigo de su hermano Luis Ángel –ambos con el PP–, que decidió remangarse forzado por las circunstancias: alrededor de 2010 se mataron muchas vacas tudancas en el municipio debido a la incidencia de enfermedades, con vaciados sanitarios que se llevaban por delante tanto a los animales enfermos como a los sanos. «A mí eso me parecía una injusticia. Esa fue la única motivación».
Los parentescos no son del todo excepcionales después de estas últimas elecciones en los 102 ayuntamientos de Cantabria, donde se da todo tipo de combinaciones, con alcaldes casados con concejalas –como en Marina de Cudeyo y Santillana del Mar–; un regidor que es padre de uno de los ediles –sucede en Meruelo–; primos de distintos partidos en la misma corporación, tíos y sobrinos, etc. A veces la política parece cosa de familia.
José Manuel y Gema Igual Alcaldes de Arnuero y de Santander
A diferencia de su hermana Gema, a José Manuel Igual sí le atraía la política desde joven, y eso que su padre, que fue teniente de alcalde en Arnuero durante una legislatura con UCD, no quedó demasiado satisfecho de la experiencia. «Había acabado la carrera, abrí una asesoría y sentía esa inquietud», reconoce. Empezó con el CDS, que después sería absorbido por el PP, aunque él se integró más tarde, siendo ya alcalde independiente del municipio. Pesó en esa decisión su relación con María Luisa Peón y Félix de las Cuevas, con quienes coincidió estudiando Derecho, y también su amistad con Quico Rodríguez y Samuel Ruiz.
Lo de Gema, como se ha apuntado antes, fue distinto: después de pensar en ella como posible concejala de Festejos y Turismo en su equipo en Santander, Gonzalo Piñeiro habló con el padre, que debió de decir algo así como que con un político en casa ya había bastante, pero tampoco se opuso. Y ahí la tienen ahora, regidora en la capital con el cargo revalidado por mayoría absoluta. «Mi hermana es muy superior a mí», admite José Manuel. «Es una trabajadora nata y una persona muy social, no es postureo, y no lo dice la pasión de hermano. Desde pequeña era así, inquieta, trabajadora y honesta: se preocupa por los demás, se implica en causas sociales. Para mí lo hace bien todo, lo digo desde la razón y desde el corazón también».
La admiración es mutua, porque ella reconoce el buen trabajo de su hermano en Arnuero, «Apostó por el territorio y no por construir pisos en una época en que era lo que se hacía en otros sitios, aunque a veces no tuvieran ni agua en ellos. En aquel momento parecía más atractivo conceder licencias de construcción, pero hoy Arnuero tiene mejor calidad de vida, un ecoparque que es la envidia de otros ayuntamientos; han aprobado un Plan General con total consenso y tienen un plan de gestión para los afectados por los derribos. Para mí eso es un ejemplo».
Ese nuevo Plan General de Arnuero es motivo de orgullo para su alcalde. «No es un Plan cualquiera: tenemos seguridad jurídica y urbanística. Ha sido aprobado por todos los grupos políticos y los tribunales nos han dado la razón en todos los recursos, presentados por particulares. Tenemos una legislatura por delante bastante enfocada en lo urbanístico y lo turístico».
Esta buena sintonía no significa que ambos hermanos estén siempre de acuerdo. «Políticamente tenemos nuestros más y nuestros menos. Ella ha tenido un camino y yo he tenido otro. Yo era diputado regional, más bien díscolo, y apoyé una opción en el congreso del partido –en el pulso entre Diego y Sáenz de Buruaga–y ella otra. A partir de entonces dejé la política de altos vuelos y me centré en Arnuero».
Agustín y Verónica Mantecón Alcaldes de Bárcena de Pie de Concha y de Molledo
«Soy Verónica Mantecón. Llámeme urgentemente». Eso ponía en la nota que la actual alcaldesa de Molledo le entregó a Miguel Ángel Revilla en el Día de las Carretas de Reinosa, hace ya más de quince años. Hay que contar la historia desde el principio: le propusieron formar parte de la Junta Vecinal de Santa Cruz de Iguña, y aunque entonces tenía una niña muy pequeña y poco tiempo libre, terminó accediendo a ser segunda del alcalde pedáneo. Lo que pasó es que, un par de años después, este dimitió, y se quedó al frente de todo sin tener mucha idea, así que aprovechó la ocasión –ella, que también es campurriana, desfila siempre con la carreta de Proaño–, para pasarle el mensaje a Revilla. «Al día siguiente me llamó Guillermo Blanco de parte del presidente, y le dije que no sabía por dónde empezar y que quería que me asesorase. Enseguida me dio un contacto, el de Rafa de la Sierra, y también el de Paula Fernández. Guardo muy buen recuerdo, sobre todo de Rafa, mi ejemplo a seguir, y a Paula la admiro profundamente».
Después de foguearse en la Junta, su partido, el PRC, le propuso ser candidata al Ayuntamiento, elegida por los militantes. Después de gobernar con mayoría absoluta la pasada legislatura, en esta le tocará hacerlo en minioría. Entre el público que el sábado de la semana pasada asistió a su toma de posesión se encontraba su hermano Agustín, que minutos después haría lo propio para repetir como alcalde de Bárcena de Pie de Concha.
Fue él, de hecho, el primero en dejarse atraer por la política, a través de su amistad con la ya mencionada Paula Fernández. «Ella tenía una idea de cómo mejorar el municipio, y yo les encajaba por mi forma de ser. Fui a algunas reuniones, me gustó y me convencieron. La primera vez fui en la candidatura que encabezaba Paula: sacamos uno, y yo empecé a ir a los plenos de vez en cuando para apoyarla y ver un poco de qué iba. En 2011 ya fui de número uno y también sacamos uno: me vi un poco solo, pero teníamos la llave. Los únicos que apostaban por hacer algo en aquel momentos eran los del PP, llegamos a un acuerdo y entré en el equipo de Gobierno de teniente de alcalde con Pepín de las Cuevas, que tenía mucho tesón: yo siempre procuro, en todas partes, coger las cosas buenas que te enseñan y aprendes, y en cuanto a dedicación y entrega a los vecinos era un ejemplo». En las siguientes elecciones le llegaría por fin su turno.
Ahora los dos están al frente de municipios vecinos y «hermanados». «Compartimos partidas, ahorrando gastos en cosas que hacemos en común, como los albergues y la Semana de la Nieve», explica Verónica. «Siempre nos hemos llevado muy bien, y nos apoyamos el uno al otro. A mí me gusta hacer las cosas sin dejarlas reposar; él es más de hacerlo con calma y tranquilamente, y a veces me pone de los nervios, pero nos complementamos».
Luis Ángel y Marcos Agüeros Alcaldes consecutivos en Lamasón
Para dar con otro político en la familia de los Agüeros hay que remontarse hasta un tío abuelo, que fue alcalde durante treinta años en la época de Franco, que les pilla lejos. La verdad, como explica Luis Ángel, alcalde de Lamasón entre 2011 y 2019, es que por su parte no hubo militancia política ni nada parecido, y que se debió a su deseo de ayudar a los demás. «En casa no llevamos el ADN de la política», asegura, y dice que en Lamasón, «un pueblo que está lejos de los servicios y de todo», ser regidor significa otra cosa.
«Básicamente, el motivo por el que me presenté fue que en aquellos años se mataron muchas vacas tudancas en Lamasón, un municipio que depende totalmente de la ganadería. Había incidencia de enfermedades entre el ganado y se hacían vaciados sanitarios, incluyendo a las vacas sanas. A mí, que habíamos tenido vacas, me parecía algo injusto, y esa fue la única motivación».
«Mi idea era estar ocho años en el Ayuntamiento, porque trabajo en Santander y eso me suponía desplazamientos constantes, así que tenía claro desde el principio que iba estar solo durante ese tiempo».
Cree que su hermano, Marcos, que le cogió el relevo en el cargo, optó a la Alcaldía por idénticos motivos que él. «Ser alcalde en un pueblo como Lamasón consiste en intentar ayudar a los vecinos, con independencia de la ideología –ambos se presentaron con el partido Popular–. En los pueblos la gente vota a la persona, y se puede comprobar con los datos de las votaciones: en las municipales los vecinos votan a la persona, y en las regionales votan a la ideología».
«Lo que hace bien es que lo lleva supertranquilo y que vive allí, así que lo tiene más fácil que yo. Es mucho más tranquilo, lo lleva todo con más filosofía y sabe decir que no mucho mejor que yo».
Para Marcos, esta será su segunda legislatura como regidor, una ocupación que nunca se le pasó por la cabeza. «Cuando mi hermano decidió no presentarse, lo que menos pensaba era hacerlo yo, pero los vecinos me insistieron, porque no hay tantos para presentarse y hay mucha gente mayor. Fue por los vecinos, porque él más bien me recomendaba que no lo hiciera».
«Al principio estaba muy perdido: no tenía mucha idea porque nunca había sido concejal. Ahora, después de estos cuatro años, tengo algo más de experiencia, así que esperemos que esta legislatura sea fructífera y saquemos algo más que hasta ahora. Tenemos pocos recursos y no es mucho lo que podemos hacer si no nos ayudan desde Santander. A ver si ahora con el cambio podemos sacar alguna cosa más».
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