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«Mi opinión personal es que fue un pirómano». Luis Trueba, la persona que hasta ahora se encontraba al frente de la agrupación municipal de voluntarios de Protección Civil de Ramales de la Victoria lo tenía claro. El lunes por la mañana estaba trabajando junto a otro compañero sofocando el incendio que la noche anterior alguien había originado en la sierra de La Alcomba e hizo un descanso para atender a los periodistas que se habían desplazado al lugar junto a Miguel Ángel Revilla. A él le explicaba con todo detalle que el fuego se había originado en cinco puntos diferentes, por lo que no quedaba duda de que era intencionado. «Nosotros estamos para extinguir. De la investigación se encarga la Guardia Civil», decía a El Diario Montañés, que le fotografió en acción. Seguramente, cuando el presidente regional unos minutos después ponía en valor la labor de los voluntarios, se estaba acordando de Luis. Este jueves, Revilla leía en este periódico que ese chaval de 26 años había sido detenido como presunto autor de este incendio que calcinó unas 140 hectáreas de eucaliptos y monte bajo. Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) que se han hecho cargo del caso no tienen dudas de que el coordinador de la agrupación de voluntarios de Ramales es el responsable. No tienen dudas de que Luis tenía razón: uno de los mayores incendios de la última surada es obra de un pirómano. Él mismo.
Oficialmente, la Guardia Civil afirma que tiene «fundadas sospechas» sobre su responsabilidad en, al menos, este incendio –no se descarta que también en otros–, pero extraoficialmente deja claro que cuentan con pruebas suficientes para señalarle. De hecho, cuando el pasado fin de semana detuvieron y posteriormente pusieron en libertad con cargos a otras dos personas en Los Tojos y San Roque de Riomiera por episodios similares, ya adelantaban que tenían más nombres en su lista. Según apuntan en un nota de prensa, ha sido muy importante la colaboración ciudadana. Eso, y los datos que han aportado su dispositivo GPS, que le sitúan en los mismos puntos donde se registraron algunos focos momentos antes de que surgieran.
Luis Trueba, el joven de 26 años que hasta ahora se encargaba de coordinar el servicio municipal de Protección Civil y al que la Guardia Civil señala como responsable de uno de los incendios que afectó esta semana a Ramales de la Victoria, aseguró ayer que no tiene nada que ver con estos hechos. «Yo no he hecho nada. Me han hecho la cama. Yo no prendí ese fuego y demostraré la inocencia», afirmó ayer a preguntas de este periódico. Trueba defiende que alguien le ha señalado por razones que nada tienen que ver con su actividad. Además, critica que se le esté sometiendo a un «escarnio público» en todos los medios de comunicación y espera que «cuando sea absuelto o se retiren los cargos, cosa en la que confío porque yo no fui», se haga lo mismo para limpiar su imagen.
Si los vecinos del municipio consideran surrealista el hecho de que una persona encargada de extinguir los incendios sea la detenida como presunto responsable, Trueba utiliza esta misma palabra para definir su actual situación. «Sólo digo que me parece surrealista que detengan a la persona que hace lo posible para evitar los incendios. Yo soy el que se juega el pescuezo por cuidar y salvar los montes», insiste el investigado, visiblemente afectado por la situación.
Trueba confirmó que prestó declaración en el cuartel de la Guardia Civil de Ramales de la Victoria durante menos de una hora y poco después regresó a su casa, donde apenas pudo pegar ojo durante toda la noche. Además, cuenta que tuvo que recibir atención médica por el estado de nerviosismo en el que se encontraba.
Considera que «hacían falta culpables y me ha tocado a mí». Aunque confía en que tarde o temprano podrá demostrar su inocencia, piensa que el daño contra su imagen ya está hecho. Es más, está tan seguro de que el asunto quedará en nada y que tiene forma de demostrar su inocencia que incluso duda de que llegue a celebrarse el juicio.
Trueba recuerda que han sido varios los incendios que se han producido estos días en la zona y que él no los ha podido provocar porque o no estaba en el lugar o se encontraba con otras personas. Y el único momento en el que no estaba acompañado es el que, según su versión, han utilizado para inculparle: «Es que soy voluntario. Si cobrase dietas o horas como otros, pues vale... Pero yo no gano ni un céntimo con esto...»
Con Luis Trueba son ya tres las personas investigadas por la Guardia Civil de la región como presuntos responsables de diversos incendios forestales ocurridos durante la última oleada de fuegos que afectó a Cantabria. Los otros dos son vecinos de Los Tojos y San Roque de Riomiera y ambos se encuentran en libertad con cargos tras prestar declaración en el cuartel.
El primero de ellos, Laureano Puente, de 35 años, ha reconocido los hechos pero afirma que lo hizo sin intención de que el fuego se propagara y con la única finalidad de «limpiar» el acceso a su finca;cuando se iba en su tractor, el Seprona le dio el alto y comprobó que había utilizado un mechero para prender «22 metros cuadrados» de terreno. En el segundo caso, otro hombre de 39 años, fue fundamental la denuncia ciudadana de un anónimo. Ambos vivían en la zona donde ocurrieron los hechos.
Las pesquisas realizadas y las diferentes pruebas conseguidas culminaron el miércoles por la tarde. A continuación, el sospechoso fue citado para declarar en el cuartel de Ramales de la Victoria y se procedió a su detención pasadas las 21.00 horas. Tal y como ha podido saber este periódico, acudió ya acompañado de su abogado y en todo momento negó su responsabilidad en los hechos. Ya está en su casa a la espera de que sea llamado a declarar por la autoridad judicial.
Aunque Trueba llevaba tres años integrado en la agrupación de voluntarios de Ramales –el Ayuntamiento ya ha anunciado que está apartado–, el pueblo de su abuela, reside en Santander. Además, antes de formar parte de este grupo local de Protección Civil también había estado en los de la capital y Suances. «Era como Antoñita la Fantástica, aquí lo llamábamos cariñosamente el pequeño Nicolás, porque estaba en todos los saraos», asegura un excompañero, que también recuerda su «afán de protagonismo». El mismo que muchos vecinos piensan que le ha llevado, supuestamente, a prender un monte que estos días se ve negro desde cualquier punto del casco urbano.
También ha estado muy vinculado a las peñas del Racing: «Estaba en Juventudes Verdiblancas y le echaron de la grada por chivato. Iba donde los policías a decir los movimientos de otros socios cuando había algún jaleo». Aparece, por ejemplo, en las imágenes en las que algunos jóvenes trataban de impedir la entrada a la famosa junta de acciones de mayo de 2012 a los representantes del indio Alí Syed. Otros aficionados al club santanderino le recuerdan como voluntario en los controles de las puertas del estadio. Allí tampoco pasó desapercibido. En cambio, en Ramales de la Victoria, hasta esta última semana, Trueba no era tan popular. Era habitual verle al volante del 4x4 de la agrupación de Protección Civil o tomando un café en alguno de los bares de la localidad, pero poco más.
El jefe de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil de Ramales fue detenido por la Guardia Civil como presunto autor un incendio forestal gracias a los indicios contra él aportados por sus propios compañeros, según ha revelado hoy el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, quien lo ha calificado como un «psicópata de libro».
Revilla ha desvelado que la detención el pasado miércoles del acusado, al que conoció personalmente durante una visita a Ramales para inspeccionar los incendios, se produjo tras los «muy buenos indicios» de los que advirtieron sus compañeros. «Lo de Cantabria ha sido tremendo pero no es un caso aislado. Esto ha ocurrido en más lugares, gente que está perturbada y que (cree que) una manera de reafirmarse y hacerse un cierto héroe es generar el problema. Esa gente tiene una patología, sin duda», ha señalado Revilla.
El presidente ha confesado sentirse «alucinado» tras convivir dos días con el presunto pirómano. «No lo conocía pero le conocí esos días, con un activismo desaforado que me hizo preguntar ¿y ese muchacho?. Una máquina de trabajar, está todo el día de un lado para otro», ha relatado.
El pasado fin de semana Revilla se desplazó a Ramales de la Victoria para interesarse por el incendio forestal en el que resultaron afectadas unas 130 hectáreas de arbolado y monte bajo en la Sierra de esta localidad, y «allí me lo encuentro porque sabía que yo llegaba, manguera en mano. Le felicito, como a todos, digo esta gente es una gente excepcional. Y ya al día siguiente me llega el rumor de que están investigándole y con muy buenos indicios», ha referido.
Y ha subrayado que estos indicios los han aportado sus propios compañeros, lo que prueba que ha habido «una solidaridad entre los voluntarios, que son lo mejor que tenemos en Cantabria».
En este sentido, ha instado a no «empañar» el trabajo de los 600 voluntarios que hay en Cantabria, «que hacen una labor completamente altruista», con este «caso aislado, que es tema de análisis clínico». «Este muchacho, que le miren, porque hay una psicopatía ahí en el caso de que sea él, que lo parece», ha reiterado.
El presidente ha enfatizado que esta persona es «un psicópata de libro, que tendrán que mirar los médicos si es que se confirma, que los indicios son clarísimos. Y a ver qué pasa en la mente humana para que ocurran esas cosas», ha dicho.
Revilla ha apuntado que además de la gente que quema el monte «porque se piensa que se recupera la hierba», hay otra «que tiene una obnubilación por el fuego». Al respecto, ha calculado que de los 160 incendios que se han provocado en Cantabria, «probablemente personas que haya intervenido pueden ser 40, que hay varios focos que los ha podido provocar el mismo».
Finalmente, ha incidido en desterrar la «solidaridad mal entendida de no denuncio» pues «la mayor solidaridad es denunciar cuando se tiene indicios de que una persona sale al bosque con esa intenciones».
«Porque cargarse el medio ambiente es un desastre. Los vecinos tienen que ser los primeros en darse cuenta de que recuperar lo que se quema cuesta año, que Cantabria es una maravilla y no se puede permitir que la destrocen cuatro personas», ha remarcado, apuntado que Cantabria pedirá indemnizaciones por los incendios, que ya son «un problema crónico» en esta comunidad, ha dicho.
Si el lunes en Ramales se hablaba con orgullo del chico del pueblo que había salido en los telediarios dando explicaciones sobre los incendios manguera en mano, este jueves su nombre volvía a estar en boca de todos por el motivo contrario. De héroe a villano en 72 horas. «Venía de salvapatrias y resulta que lo había quemado él. Salió en la tele presumiendo de que llevaba muchas horas trabajando y mira...», lamentaba Delfina Pérez mientras observaba la foto en la que Trueba aparece junto a Revilla durante las labores de extinción:«Ahora da mucha risa verlo».
Risa, asombro, sorpresa... A María Ángeles Gutiérrez, otra vecina de Ramales de la Victoria, los sentimientos que le brotan son pena y enfado.«Siempre he dicho que ese es uno de los peores delitos que hay. Con lo necesario que es para todo. No, porque es una barbaridad aún mayor, pero habría que meterles a ellos en el fuego», asegura la mujer. Mientras toma un café con otros jubilados, se acuerda de los ganaderos a los «que todo el mundo está culpando» de los incendios.
En el bar de al lado se enteró de la noticia Santi Liendo. Acababa de salir de casa para dar un paseo con los perros y todas la conversaciones que tuvo hasta esa hora habían sido sobre el joven: «Es verdad que siendo una persona de Protección Civil es un poco surrealista. Pero bueno, se le habrá ido la pinza como se le puede ir a cualquiera...». Este vecino recuerda que fue justo durante los seis meses que estuvo trabajando para el Ayuntamiento cuando se dotó de más medios materiales y de una sede propia a la agrupación. De hecho, hasta ayer la opinión general era que este servicio «funcionaba muy bien».
En medio de todas las reacciones, apoyos y críticas que se sucedieron a lo largo de la jornada de ayer, hubo un colectivo que prefirió mantenerse en silencio, a pesar de su proximidad con el conflicto y el detenido, Luis Trueba. Se trata del propio colectivo de voluntarios de Protección Civil de Ramales de la Victoria, que, según pudo saber este periódico, ha decidido «no ofrecer declaraciones por el momento para no dar más pábulo a la oleada de críticas». Es la decisión tomada conjuntamente por la agrupación tras sentirse «acribillados por todos lados». De esta forma, los voluntarios optaron por «no entrar en la polémica» ni en «una cadena que no se va a romper nunca».
Este jueves, la nave de los voluntarios, donde tienen su oficina y donde guardan los vehículos que utilizó Trueba para extinguir los incendios –quizás también para provocarlos– permanecía cerrada. Desde ella hay una vista privilegiada de la sierra de La Alcomba, que quedó arrasada por el fuego. Hasta allí se desplazaron a primera hora de la mañana los investigadores del Seprona y de la Consejería de Medio Natural para reconstruir los pasos del inculpado y buscar nuevas pruebas.
La Guardia Civil recordó este jueves que continuará con las investigaciones de los incendios que se consideren intencionados y las actuaciones preventivas para intentar evitar otros nuevos. En este sentido, afirma que resulta «de gran interés» la colaboración ciudadana y la información que puedan facilitar de la presencia de personas o vehículos sospechosos en zonas boscosas o lugares donde se esté produciendo un incendio forestal.
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Mikel Labastida y Leticia Aróstegui (diseño)
Óscar Beltrán de Otálora y Gonzalo de las Heras
José A. González y Álex Sánchez
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