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En el solar de Puertochico donde se levantará el futuro Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (Mupac )apenas se oía una mosca ayer por la mañana. Palas excavadoras paradas y cuatro operarios cortando las ramas de los árboles de la calle Juan de la ... Cosa que se adentran más allá de la valla de obra. No había más. Los trabajos se ralentizan a la espera de que llegue definitivamente la hidrofresa, una máquina con la que romper la roca del suelo antes de iniciar la cimentación. La consejera de Cultura, Eva Guillermina Fernández, anunció que esta máquina estaría en Santander el 1 de septiembre, paso fundamental para la reanudación de las tareas,pero ayer, martes, aún no había llegado.
Lo previsible es que la hidrofresadora llegue próximamente dividida en piezas, pues es una máquina compleja que necesita un montaje. Con la llegada el día 1, la consejera estimaba que podría arrancar sus labores –la contención de esos terrenos del solar de Puertochico, duros y con sustratos rocosos– en el mes de octubre. «Si todo va según lo previsto y, si no surgen más inconvenientes, no debería haber más retrasos en los 30 meses de ejecución del proyecto», dijo Fernández el pasado 28 de agosto;pero los retrasos ya han comenzado.
En los últimos días de actividad, la tarea estaba centrada a la altura del esquinazo del solar vallado entre las calles Juan de la Cosa y San Martín (frente al muro del jardín de Los Escolapios). Allí picaba una pala excavadora con gran estruendo. La imagen era la de un martillo percutiendo sobre la roca entre grandes piedras y junto a un charco de dimensiones considerables. Ahí comenzaron a verse los llamados «problemas de cimentación». Los que han abocado a esta ralentización, a replantear el proyecto y a engordar el presupuesto en 3,5 millones de euros, según pudo conocerse a inicios del pasado mes.
El Gobierno de Cantabria anunció hace semanas que espera poder «acelerar la ejecución de las obras». Tratará de «velar» porque se cumpla el plazo de ejecución de 30 meses, de manera que si el proyecto se puso en marcha el 17 de marzo, esté terminado «a finales de 2025 o principios de 2026», resumió la presidenta, María José Sáenz de Buruaga;pero no es algo que pueda garantizar el Ejecutivo regional, que consultado ayer por este periódico respondió que aún desconoce cuándo llegará la nueva máquina para continuar con el trabajo sobre el terreno.
«El Mupac tiene que seguir adelante, es una apuesta firme del Gobierno regional y es verdad que han surgido algunos problemas que no estaban previstos y con los que nos hemos encontrado, pero se han resuelto con toda la rapidez que ha sido posible para no seguir dilatando los tiempos y no perjudicar el desarrollo de la obra», aseguró Buruaga cuando comenzaron a aparecer los problemas.
La hidrofresa excava el terreno mediante una cabeza cortadora (hidrofresa) suspendida de un brazo grúa articulado. La cabeza cuenta con dos ruedas provistas de dientes de corte que giran en direcciones opuestas para expulsar el material excavado. Es una tecnología que se utiliza para trabajar en suelos de esta naturaleza rocosa.
La construcción del Mupac está planificada sobre el conjunto de solares que cuenta con 18.441 metros cuadrados construidos, de los cuales 7.500 están destinados al edificio administrativo. Finalmente la obra superará los 49 millones de euros y está prevista que finalice a finales de 2025. El museo está llamado a convertirse en uno de los mayores atractivos culturales de Santander, que además servirá para poner aún más en valor todo patrimonio prehistórico de Cantabria.
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