¿Qué es la hiperplasia benigna de próstata que afecta a la mitad de los mayores de 50 años?

En UMI Urología se interviene la HBP, gracias a la tecnología, con una cirugía menos invasiva y con menor tasa de complicaciones

Miércoles, 5 de enero 2022, 07:10

Con el paso de los años es normal que el varón empiece a experimentar cambios en la forma de orinar que le incomoden y le limiten su calidad de vida consecuencia del crecimiento benigno de la próstata, conocido como hiperplasia benigna de próstata (HBP). La HBP está presente en el 50% de los varones de 50 años, aumentando de forma progresiva hasta estar presente en el 90% de los varones de 90 años. Los doctores Enrique Ramos y Mario Domínguez, especializados en Urología y responsables de Urología Mínimamente Invasiva, ofrecen de un modo didáctico cómo afrontar este problema de salud.

– ¿Qué síntomas produce la hiperplasia benigna de próstata?

– Fundamentalmente lo que ocurre es que el varón empieza a orinar con más frecuencia de lo normal, el chorro de orina es más flojo y a veces disperso, cuesta más aguantar las ganas llegando a producirse, en ocasiones, pequeños escapes de orina, y por las noches tiene que levantarse una o varias veces al servicio.

– ¿Es grave la hiperplasia benigna de próstata?

– No. Sin embargo, en función de la severidad de los síntomas, la calidad de vida de muchos varones puede verse afectada. Despertarse muchas veces para ir al baño puede perturbar el descanso. Episodios de imperiosidad a la hora de orinar pueden hacer que a nivel social sea un incordio estar pendiente de servicios públicos si estamos en la calle, e incluso en personas mayores puede provocar caídas. Si el chorro es muy fino puede llegar el día en el que no consiga orinar y necesite que le coloquen una sonda en la vejiga para vencer la obstrucción. En alguna ocasión de gente que toma medicamentos anticoagulantes o antiagregantes pueden producirse también sangrados en la orina de menor o mayor intensidad.

– ¿Cómo sé si padezco hiperplasia benigna de próstata?

– Si usted presenta alguno de los síntomas anteriormente descritos es posible que tenga hiperplasia benigna de próstata (HBP) No dude en ponerse en contacto con un especialista en Urología para que le asesore.

– ¿Qué pruebas me harían si tengo hiperplasia benigna de próstata?

– Entrevista personal con cuestionarios validados y una ecografía urológica para medición del tamaño prostático. En determinadas ocasiones se realiza una analítica de orina y otra de sangre para conocer el PSA, que es un marcador prostático para el despistaje del cáncer de próstata.

– ¿Si me diagnostican hiperplasia benigna de próstata, qué puedo hacer?

– El tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata varía en función de los síntomas que padezca el paciente. Si los síntomas son leves las medidas higiénicas y dietéticas pueden mejorar los síntomas. El alcohol, el café, el tabaco y los picantes son irritantes vesicales, y reducir su consumo puede ayudar a mejorar los síntomas. Cuando los síntomas son moderados o severos existen distintos fármacos para tratar de mejorar el chorro y reducir la frecuencia urinaria.

–¿Tiene operación la hiperplasia benigna de próstata?

–Sí, y en la elección del tipo de operación el tamaño sí importa. Tradicionalmente se realizaba la resección transuretral de próstata en próstatas pequeñas y medianas, y la cirugía abierta (adenomectomía prostática) que se reservaba para próstatas grandes. Sin embargo, la cirugía de la HBP ha sufrido una gran revolución en los últimos años con el desarrollo de láseres y equipos de endoscopia más avanzados ampliando el abanico de posibilidades, menos invasivas y con menor tasa de complicaciones.

–¿Qué tipo de intervenciones novedosas existen para la hiperplasia benigna?

Con los grandes avances tecnológicos en este campo se han desarrollado numerosas técnicas novedosas. La tendencia hoy en día es realizar la intervención de forma endoscópica a través del conducto de la orina minimizando el sangrado, favoreciendo la recuperación y disminuyendo al máximo los efectos secundarios de la cirugía.

– El sistema REZUM utiliza el vapor de agua para despejar la obstrucción y aliviar los síntomas. No requiere ingreso, se realiza en régimen ambulatorio y sólo requiere sedación. No está indicado en próstatas muy grandes.

– La fotovaporización prostática con láser verde XPS, emplea la energía láser para vaporizar el tejido prostático, reducir el adenoma prostático y mejorar los síntomas obstructivos. El sangrado durante el procedimiento es imperceptible y puede realizarse de forma ambulatoria o con un ingreso corto, pudiendo retirar la sonda en las primeras 24 horas de la cirugía. Se puede realizar con anestesia loco-regional.

– La adenomectomía prostática por vía laparoscópica es superponible a la técnica de abierta. Se reduce la herida abdominal, sustituyéndose por pequeñas incisiones a través de las cuales se trabaja con instrumental laparoscópico. Se consigue así un tiempo de recuperación muy corto. Se emplea en próstatas grandes y requiere anestesia general.

– La enucleación prostática con láser de Holmium (HOLEP). Esta técnica permite extraer gran cantidad de tejido prostático con gran seguridad, no tiene limitaciones de tamaño prostático y permite retirar la sonda, generalmente, en las primeras 48 horas, reduciendo considerablemente la estancia hospitalaria con respecto a la cirugía abierta.

–¿Qué intervención es mejor para mí?

–En la toma de decisiones influirán diversos aspectos como el tamaño prostático, la edad, las enfermedades previas y las expectativas del paciente. Déjese asesorar por su urólogo de confianza que le ayudará a elegir la técnica más adecuada para usted. A todos los pacientes que van a ser intervenidos se les realiza previamente una prueba PCR cumpliendo con las máximas normativas de seguridad.