Hipocresía
El Lápiz de Penélope ·
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El Lápiz de Penélope ·
Nos resignamos frente a comisionistas y prevaricadores. Pero lapidamos a los hipócritas, a riesgo de convertirnos en uno de ellosHay un asteroide que lleva millones de años desplazándose en sentido contrario al resto de planetas. A contracorriente. Así se conducía Pablo Iglesias cuando, en ... origen, inspiró una enardecida fraternidad contra la casta y juró fidelidad a la austeridad de Vallecas. Frugalidad ética que se ha derretido al contacto con el primer sillón. El veterano jarrón chino de la dinastía Suresnes tardó un poco más en sucumbir al confort de yates y puertas giratorias. Rectificada su trayectoria, el asceta arrepentido ya circula en la misma órbita que otros políticos: prometer que mejorarán nuestras vidas mejorando la suya antes. Quién iba a esperar de Iglesias el pecado burgués de la hipocresía.
Más difícil es que nos defrauden otros, simplemente porque nunca proclamaron su honradez en televisión. Condenan a los populares en Gürtel y detienen a Zaplana por blanquear millones. Éste no viajaba a contracorriente, sino en el frondoso pelotón de los casos aislados. Pero no causa tanto reproche porque nunca hizo voto de pobreza. Nos resignamos frente a comisionistas y prevaricadores. Pero lapidamos a los hipócritas, a riesgo de convertirnos en uno de ellos. Iglesias simula la bendición de sus bases, que le refrendarán tapándose la nariz como muchos votantes del PP en las urnas. Hay hipocresías más discretas. Censuramos las guerras y permitimos el comercio de armas desde el Puerto de Santander. El PNV se traga sus principios y aprueba los Presupuestos con el 155 en vigor. Que auditen el Servicio Cántabro de Salud –brama la oposición– pero solo desde que gobiernan otros. Rajoy proclama que «velará para que nadie que se lo merezca quede fuera de la universidad», cuando ahora el predicado correcto es que nadie salga titulado sin merecerlo.
Llamar 'casa de campo' a la controvertida propiedad podemita es otro eufemismo hiperbólico. Pero también caen otras etiquetas. Ana Botín se declara feminista y Pablo Iglesias se muda a una urbanización de pedigrí. La contracorriente desafía algunos prejuicios. Hace unos días, el científico Francis Mojica auguró que pronto se crearán humanos a la carta mejorados –solo– genéticamente. No nos engañemos. Interesa vivir más, no ser mejores personas.
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