Todas las historias de vida cuentan

Cuando Marta Peredo (Santander, 1936) coge el teléfono a El Diario Montañés, responde anticipando que esta vez va a ser concisa: «En la entrevista cuando me grabaron estuve hablando más de siete horas». Y se ríe apiadándose del equipo que se trasladó a su domicilio de la Calle del Sol de Santander para grabar lo que tenía que contar de sí misma, de su infancia en ese barrio donde nació, donde aprendió trabajando de niña «la noción de clase», donde empezó su militancia por una sociedad «igualitaria y libre». Peredo quiere ser concisa, pero es una lástima pedir que resuma a una mujer que ha visto y oído y olido y vivido un mundo que ya no existe salvo en su memoria. ¿Son, por tanto, suficientes siete horas para narrar una vida, una sociedad previa a la nuestra que tanto ella, como toda su generación, levantó para aupar este presente? «Se nos hizo tarde, así que se quedaron a comer conmigo y con mi hija y continuamos por la tarde», dice evidenciando el grado de complicidad que se generó.

A quien invitó fue a Zhenya Popova y a Txatxe Saceda, entrevistadora y cámara que realizan desde el pasado mes de febrero el 'Proyecto Legado', una iniciativa que surge de la Unate y que, con el apoyo del Patronato Europeo de Mayores (PEM) y la Vicepresidencia del Gobierno de Cantabria, ha visto la luz este año. «Es una deuda que tenemos con nuestra propia historia», dice Paco Gómez Nadal, ideólogo de la iniciativa: «La historia la escriben los expertos y académicos, a través de fuentes indirectas, pero tenemos las fuentes directas que han vivido y viven, que han recorrido todo el curso de la vida, y pocas veces podemos preguntarles de una manera estructurada».

La esencia por tanto de 'Legado' es recoger y conservar el patrimonio inmaterial de la región a través de la memoria de los mayores, ¿pero cómo se articula la memoria de una vida de 100 años, como la de Lucrecia Diego? Nacida en 1921 en Valvanuz, recibió al equipo en su casa de Tezanos donde siempre ha vivido dedicada a la ganadería de vacas y ovejas, y a elaborar queso. Soltera, independiente y con un siglo de memoria vivida, ahora su existencia queda registrada en los vídeos.

Lucrecia no es famosa y, como el resto de protagonistas de este proyecto, no tiene nada parecido a títulos deportivos, ni ha hecho aportaciones al mundo de la ciencia o la investigación, pero su legado es inigualable en tanto único: vivió y sobrevivió en Cantabria a la posguerra mientras a otros cántabros como Jesusa de la Vega los mandaban al exilio o a un campo de concentración, otro de los testimonios que también están recogidos en este proyecto, que tiene vocación de continuar, abriéndose a otros colectivos: «'Legado' pretende ser un reflejo de la sociedad real, y van a participar todas las personas que quieran», dice Gómez Nadal.

Todas las historias de vida cuentan, y por eso el papel de Zhenya Popova no se limita a dar al 'play', sino a facilitar el tránsito por la memoria hasta construir un relato, de ahí que en el proyecto se la denomine la 'facilitadora': «Primero contacto con la persona, voy a su casa, le explico el proyecto y en ese primer contacto ya tomo muchos datos. Luego consiste en escucharlos sin juzgar. Al narrarse a sí mismos se ríen, se entristecen, y al final les hago siempre la misma pregunta: echando la vista atrás, con todo el recorrido vital realizado, ¿cómo te sientes? Y todos me responden que satisfechos. Eso es 'Legado'».

«Ahora que el mundo rural se deteriora y se viene abajo, nuestro 'Legado' permite ver que éramos capaces de todo, en los pueblos había un liderazgo maravilloso. Este proyecto tiene mucho valor para la sociedad actual», dice Guillermo Lanseros, de 81 años, que será el próximo en ponerse ante la cámara para narrar su experiencia como párroco en Valladolid, y su posterior viaje a Francia, donde trabajó la uva con sus manos y encontró otro sentido a la vida que le llevó a casarse y, tras estudiar Magisterio, a enseñar en a escuela en Peñacastillo: «Este proyecto me ha permitido tomar conciencia de toda mi vida con calma», afirma Lanseros. Marta Peredo, en cambio, lo define como gratificante: «Recordar las etapas políticas y sentimentales de lo que me ha pasado y que he superado me ha hecho sentirme fuerte a mis 84 años; recordar todo con tanta lucidez me ha fortalecido».

Así se construye 'Legado', como un gran puzle de lo cotidiano que quedará en un vídeo editado bajo custodia en la Filmoteca de Cantabria, pero también alojado en la web del proyecto para consulta -previa solicitud- de investigadores sociales y académicos. El criterio de selección de los participantes es que sean mayores de 70 años y residan en Cantabria. El contenido audiovisual que se genera en las entrevistas se entrega en un USB para que lo tenga siempre la familia.

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