La condición para que Miguel Ángel Revilla (Polaciones, 1943) repitiera como candidato del PRC era que los médicos le confirmaran que, a día de hoy, ... es capaz de aguantar el ritmo que se ha marcado desde que es presidente de Cantabria. Pero que pueda ser candidato a punto de cumplir 80 años no quiere decir que tenga que serlo. De hecho, el regionalista tiene planes para no hacer vida de jubilado cuando deje la política. «La razón fundamental para seguir es la petición unánime de mi partido y sería muy egoísta por mi parte no hacerlo. Digo de verdad que hay gente mejor que yo en el partido, pero el tirón que tengo yo...», dice Revilla, consciente de que cambiar el cartel electoral supondría para el PRC perder varios diputados y que, incluso con él como cabeza de lista, «va a haber que pelear mucho para ganar las elecciones».
Hay otro motivo más. Insiste en que, para una región pequeña como esta, sacar los proyectos del Estado adelante es muy complicado. Ahora que «por primera vez tenemos todo o casi todo lo gordo en marcha», y después de haber logrado que Madrid salde la deuda de Valdecilla y que inyecte 44 millones –hasta ahora– en el Mupac y La Pasiega, Revilla considera que su capacidad de sacar los colores al Gobierno en las televisiones es garantía de que no se cortarán las inversiones para el AVE o el tren a Bilbao. «Que esté yo vigilando eso o que haya otra persona no es lo mismo, porque conmigo tienen muchos compromisos personales».
–¿Garantiza que si es reelegido agotará el mandato?
–Sí. Con más fuerza que nunca. Para mí es un reto también. Me voy a 80 años, una edad con la que no han estado tantos en un gobierno, y quiero responder. Claro que no se me pasa por la cabeza tirar la toalla. Igual alguien piensa que tengo preparada alguna operación para, a los dos años, hacer una transición con otro compañero de partido. Para darle la oportunidad de que se foguee para tener más notoriedad. No.
–Tampoco sería una locura hacer eso. Pasa habitualmente…
–Solo se hará si es que a mí me ingresan en Valdecilla y me dicen que estoy jodido. Si estoy bien, estaré al pie del cañón durante cuatro años.
–¿Y si los ciudadanos le mandan a la oposición?
–Tampoco tengo intención de dimitir en el caso de que no salga presidente. Ya me quedé en su momento. Mucha gente auguraba en 2011 que cuando el PRC perdiera el poder se iba a disolver como un azucarillo. Que no iba a quedar ni un alcalde… Pues acertaron de pleno (ironía). No se fue nadie porque este ya es un gran partido y aquí están los mejores. Tengo unos tíos en el Gobierno que no los tiene Pedro Sánchez.
«Continúo por la petición unánime del partido. De verdad que hay gente mejor, pero el tirón que tengo yo...»
–Si repite es probable que tenga que gestionar una crisis económica, que aparentemente no es el mejor escenario para estar en el Gobierno. ¿Le preocupa?
–Muchísimo. Pero no tengo una bola de cristal ni creo que la tenga nadie. Lo más frustrante de enfrentar al futuro es cuando en tu mano no tienes ningún resorte para controlarlo. Si la guerra va a más qué podemos hacer… Yo tengo una pequeña esperanza de que alguien empiece a hablar de soluciones, aunque no veo que eso esté pasando.
–Es cierto que en Cantabria ha habido datos de empleo y crecimiento mejores que en España, pero parece que esa dinámica está desapareciendo.
–Claro… Es que si continúa la dinámica de la guerra y del aumento del coste de la energía sin que Europa ponga remedio… Yo tengo la confianza de que se alumbre algún tipo de solución.
–Dice que está en contra de la carrera fiscal a la baja, pero se ha subido a ella. ¿Cómo se entiende? Sobre todo después de la salida de la exconsejera de Economía por una propuesta similar.
–Yo es que no entiendo cómo no hay una homologación fiscal en todo el país. Ya criticamos los paraísos fiscales, como para que haya competencia interna. Perder la unidad de mercado es un fallo. Pero en el momento en el que todos los territorios entran en la dinámica de la barra libre fiscal, nosotros también tenemos que defendernos y compensar eso. En Madrid pueden bajar impuestos porque allí tienen todo y todo el mundo va a allí a gastar. Nosotros no podemos competir con eso y no podemos bajar los impuestos a su nivel, pero tampoco quedarnos atrás.
«Si no me ingresan en Valdecilla estaré al pie del cañón los 4 años. Tampoco dimitiré si no salgo presidente»
no habrá relevo en el cargo
–¿El PRC apostará por eliminar Patrimonio en su programa electoral?
–Nos están haciendo un estudio, gente muy preparada, para ver qué incidencia ha tenido el impuesto. Ver qué grandes fortunas se han ido de Cantabria a otros lugares por no cobrar ese impuesto. Si vemos que el impuesto ha creado una fuga de residentes que tiene más perjuicio que los 16 millones que ingresamos nos lo tendremos que plantear y llevarlo a la campaña.
–Ahí chocarían directamente con el PSOE.
–A nosotros nos da lo mismo chocar o no chocar. Nosotros vamos con nuestras ideas. Cuando estamos en una coalición, los temas pactados los respetamos, como se ha visto. En esta legislatura también ha habido más de 30 mociones en el Parlamento que no se han votado con el PSOE y sin problema. Eso no nos impedirá defender que, si nos dicen que el impuesto es negativo, lo cambiemos. Entiendo que el que más tiene, tiene que pagar más, pero el impuesto igual no compensa si esto ha originado que 20 o 30 familias hayan llevado a Madrid su residencia.
–Hasta septiembre, el Gobierno había utilizado solo 43 de los 280 millones que ha enviado el Estado de los fondos europeos. ¿Le preocupa este ritmo?
–Se va a gastar todo, porque además hay prórrogas. A la hora de hacer un gasto, es terrible los tiempos de la administración. Que se lo digan a Marcano con La Pasiega, pero eso ya está… Se va a gastar todo, ¡cómo no!
«No contemplo ni en sueños que gane el PP. Igual está más ajustado, pero el PRC ganará las elecciones»
–¿Se arrepiente de la elección de carteras que hizo al PRC al inicio de la legislatura? ¿Habría sido mejor gestionar Economía en vez de Educación?
–Que la cartera sea del partido o no me da un poco igual si quien está al frente es una persona capaz. Y la que está ahora es muy capaz. Yo en su momento di algún nombre al PSOE que no me lo tuvieron en cuenta y el primer nombramiento no resultó acertado. Estuvimos un tiempo trampeando. Pero ahora sí, Ana Belén es una persona muy sería. Vale mucho. Es dialogante y tiene una relación extraordinaria con todos los consejeros.
–¿Cree que Buruaga sería una buena vicepresidenta?
–En el tema de los pactos, influyen más las personas que las ideas. Salvo partidos como Vox, que ideológicamente se coloca fuera de lo que es la defensa de la autonomía. Yo me fijo en lo personal: a mí me cuesta pactar con alguien que durante toda la legislatura me ha llamado inútil o diga que no valgo para nada. Esos que no me llamen al día siguiente de las elecciones. En cambio, yo con esta señora tengo buena relación. En el grupo del PP hay alguno que dice cosas terroríficas, pero María José es una mujer educada. Es dura y da caña, pero guarda las formas. No es lo que era el señor Diego. Yo en 2015 ya sabía que iba a ganar y dije claramente que Diego no me llamara. No tengo nada contra el PP y tengo una relación entrañable con gente como Martínez Sieso.
–¿A día de hoy, hay más opciones de un pacto con el PP o con el PSOE?
–Depende. No hay nada decidido. El partido tiene flexibilidad para pactar con el PP y el PSOE. Y hemos cambiado la política de Cantabria porque desde que está el PRC en el Parlamento y en el Gobierno hay estabilidad. No como antes.
–Después de cuatro legislaturas juntos, ¿el roce con el PSOE no ha hecho algo de cariño? ¿Va a depender de lo que pase en España?
–No va a depender seguro de España. Eso sería por nuestra parte de un egoísmo que no procede. Aquí hay que pactar en función de un programa para que tengamos claro qué vamos a hacer para que, como siempre ha hecho el PRC cuando hace un pacto, llega hasta el final.
«Los tiempos de la administración a veces son terribles, pero se va a gastar todo el dinero. ¡Cómo no!»
ejecución de fondos europeos
–Si hay acuerdo con el PP y es Buruaga quien gana las elecciones, ¿se ve como su vicepresidente?
–Yo es que no contemplo ni en sueños que el PP gane las elecciones. El PRC va a ganar las elecciones. Tenemos una base muy sólida. Igual está más ajustado que la otra vez, pero yo lo sé. A mí me preocuparía mucho el pacto PP-Vox, porque eso tocaría los cimientos de esta autonomía.
–Para evitar ese pacto regional PP-Vox, el PRC pondría las cosas fáciles a Buruaga para alcanzar un acuerdo.
–En la medida de que podamos evitar que Vox gobierne en Cantabria, yo creo que haríamos cualquier cosa. Yo voy con mucha ilusión y ya veréis que campaña voy a hacer. Como dije hace poco en la tele, yo entro ahora en la época de la berrea electoral.
«Cuando me vaya no puede haber una guerra interna. No pueden hacerme eso»
–¿Ya ha decidido cómo será su proceso de sucesión? ¿Marcará de algún modo el camino?
–Nunca me he metido en esas cosas. Soy el menos cacique de todos los políticos del mundo. Nadie puede decir que yo le he llamado para poner a uno o hacer una lista. Mi misión solamente es elaborar la lista autonómica y nombrar la Ejecutiva del PRC. Fuera de eso, no me meto en nada.
–¿Teme que si no marca el camino se pueda generar una batalla interna por la sucesión?
–Yo intuyo que no. Además, a mí no me pueden hacer eso. No me pueden amargar el final de mi vida viendo una lucha en un partido que he mantenido cohesionado. Y si me hacen eso, me voy de aquí. Imagínate que creas una obra en 1976 y llegas a ver la casa terminada con una gran familia dentro maravillosa, y luego se convierte en una torre de Babel… No me lo pueden hacer. Hay al menos media docena de personas en el PRC que teóricamente pueden sustituirme y todos saben que no me lo puede hacer.
–¿Por ejemplo? Dé nombres.
–Están en la mente de todos. Igual me dejo alguno por el camino, pero están capacitados Paula Fernández, Marcano, Guillermo Blanco, Gochicoa, la alcaldesa de Polanco, Lombó… Puedo llegar a dar hasta diez, todos muy preparados. Cuando se aproxime el final de la próxima legislatura ya les he dicho que esta es la última. Si con 85 años vuelvo a presentarme ya vendrá gente de fuera a estudiar el caso de Revilla.
–No es la primera vez que dice eso…
–Pero no es lo mismo decirlo con 76 que con 80 años.
–Ya antes de 2015 decía que sería una locura presentarse.
–¿Sí? Bueno a los compañeros, cuando tenga 84 años, les diré que necesito unos años para conocer Granada o Toledo. Que un presidente autonómico de mi edad diga que no conoce estos sitios…
–El PRC tiene candidato en Cantabria y en Torrelavega, pero no en la capital.
–Nosotros tenemos un sistema y la decisión es de los comités locales, que también deciden con quién se pacta. Lo único que puedo decir es que yo convoco mi Congreso el día 20. Y hasta media hora antes, cualquiera de los 9.800 militantes puede presentarse a presidente.
–Pero tendrá alguna ascendencia sobre los comités locales.
–No hablo con nadie de eso. Estoy a lo mío, al AVE y a esas cosas. Eso lo lleva la secretaria de Organización.
–¿El candidato en Santander volverá a ser Fuentes-Pila?
–Si le votan, será. No tengo ni idea. No sé cuándo es su congreso.
–¿Está contento con el resultado que sacó el PRC en Santander en 2019?
–Con el que saqué yo, sí. Barrí.
–¿Y con el del PRC municipal?
–Todo es mejorable. Es muy difícil Santander, porque ha gobernado el PP toda la vida. Para mí, la mayor satisfacción frente a los que decían que yo no podía ganar en la capital, fue ganar.
«Sánchez tiene obsesión por gobernar, pero me gustaría ver cómo estaríamos con Rajoy»
¿Cuál ha sido el gran proyecto del bipartito esta legislatura? ¿Ha dejado alguno apartado?
–Dejar apartado no dejamos ninguno, pero sí algunos se han demorados por el efecto de la pandemia. Ha habido un momento, casi dos años, que no teníamos otra cosa en qué pensar.
–De los grandes proyectos en marcha, ninguno estará acabado antes de las elecciones.
–Hay tres o cuatro. Lo que vamos a hacer con el Mupac, como hablaba con la alcaldesa el otro día, va a dotar a Santander de un circuito museístico que no lo va a tener nadie y va a contribuir a prolongar la temporada turística. En el Puerto se inaugura en febrero la terminal de contenedores y a partir de ese día aumenta la capacidad automáticamente en un millón de toneladas. Consolidamos las rutas del aeropuerto, donde hemos hecho una campaña terrible desde que en 2003 llegamos y había solo una ruta. Y La Pasiega. Y convertir Valdecilla en un referente no de España, sino de Europa, con la protonterapia. Esto podía haber estado antes, pero lo cierto es que está en obras. La razón es la pandemia.
–¿Cómo es ahora su relación con Pedro Sánchez?
–Hace mucho tiempo que no hablo con él, pero el Presupuesto del Estado es extraordinario para Cantabria. Hasta el punto de que me cuesta creerlo. Es que está todo. Ahora sí, trabajado por nosotros. A Pedro no le he llamado, pero sí mucho a la señora Montero y a la ministra de Transportes.
–Parece que Sánchez no ha tomado represalias por votar en contra de su investidura.
–No. Más le ha valido, porque entonces habríamos empezado una guerra contra él. Cuando tocan temas del comer de Cantabria yo soy mal enemigo. Sánchez ha respondido y sobre todo sus ministros.
–Más allá de los temas cántabros, ¿qué nota le pone a Sánchez?
–Me gustaría saber cómo estaríamos ahora si en vez de Pedro hubiera estado Mariano. A Pedro le critico el pecado original, que es muy gordo y condiciona todo, de los pactos contranatura con los independentistas. Yo sería incapaz de hacer un pacto con estos por gobernar. O con Vox, que quieren juntar Cantabria con Castilla. Lo que hay que decir de Pedro es que ha resistido como una roca. No tiene amigos y tiene obsesión por gobernar. Creo que hay dos temas en los que sí lo ha hecho muy bien. Primero, en Europa ha conseguido cosas y le valoran. Y después ha conseguido que se deje de hablar del problema de Cataluña. ¡Los ha machado!
–¿Cree que Rajoy o Feijóo lo habrían hecho mejor que Sánchez?
–Pues eso es lo que me pregunto. Pero aguantar como ha aguantado este… Consiguió las vacunas, los fondos europeos... En la época de Mariano, o en la de Zapatero, tuvimos que sufrir todos los recortes de Europa. ¿Qué hubiera sido de este país si en vez de ir 5 millones de personas al ERTE van al paro? Nos comemos todos entre nosotros. Estamos en la calle a puñaladas.
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