Los hospitales cántabros superan los 200 pacientes positivos, sobre todo mayores de 80 años

En todo caso, el número de ingresados positivos en la actualidad ya supera los 200, contando no sólo los pacientes que han acudido por complicaciones de la infección –92 había al cierre del lunes, diez más que la jornada previa–, sino también los que han acabado en el hospital por otras razones (operaciones de urgencia, patología cardíaca, accidentes, partos...) sin saber que estaban contagiados hasta que se les hizo el test de control. «En concreto, son 204, un número importante, el más alto de esta onda, que no llega al nivel de hospitalización máxima que dejó la sexta ola (entonces fueron 241, de ellos 167 ingresados por covid), pero que sí está por encima de los datos de la séptima», explica Wallmann, que confía en que en Cantabria se reproduzca la tendencia que ya se está viendo en otras comunidades autónomas, donde la curva de contagios ha entrado ya en fase de meseta.

425urgencias de adultos se regitraron en Valdecilla el lunes, pero sólo 44 fueron ingresos.

106profesionales sanitarios han dado positivo en covid en los últimos cinco días.

Mientras tanto, la presión en los hospitales crece. «Estamos peor que la semana pasada», admite Beatriz López, subgerente de Valdecilla, que días atrás reconocía su «preocupación» por el previsible incremento de la demanda y el impacto de la pandemia sobre la plantilla justo en el periodo de encaje de vacaciones de los profesionales y de reducción de la actividad programada (Valdecilla cerró 120 camas y un tercio de sus quirófanos están fuera de servicio este verano).

En los últimos cinco días se han registrado 106 bajas por covid entre el personal sanitario del SCS, incluyendo hospitales y centros de salud. Si se amplía el recuento desde hace una semana, el resultado asciende a 171 profesionales contagiados. Y las previsiones en cuanto al incremento de la presión hospitalaria se han cumplido: sólo en la última semana han ingresado cien pacientes positivos en Valdecilla. «Nos está ayudando que se están dando altas con fluidez», apunta la subgerente, que destaca como ejemplo «los 103 de la jornada del lunes, un dato que no es habitual en el arranque de semana». Además, otra de las novedades a la que se ha recurrido para descongestionar las plantas ha sido derivar pacientes covid al servicio de hospitalización domiciliaria: están ingresados, pero en casa. «En este momento, hay diez. La mayoría de los ingresados por covid es gente mayor», que sufre descompensaciones de sus patologías de base. De hecho, el 86% de las personas que llegan al hospital por complicaciones ocasionadas por el virus son mayores de 70 años. El grupo que predomina es el de 80 a 89 años, con 30 casos, casi siempre con más hombres afectados que mujeres; seguido de los nonagenarios (otros 24). Hay incluso dos personas centenarias hospitalizadas por covid (un hombre y una mujer). La mediana de edad entre los ingresos por covid es de 83 años, y entre los pacientes con covid (los 'incidentales'), de 80.

Donde más se está notando el aumento de la actividad estos días es en los servicios de Urgencias. Valdecilla registró el lunes uno de los días con más movimiento del año. Se contabilizaron 425 urgencias en adultos –«aunque sólo generaron 44 ingresos», precisa López–, además de un centenar de menores atendidos de forma paralela en el servicio de Pediatría.

También desde el Hospital de Sierrallana (Torrelavega) destacan «una mayor afluencia de pacientes en Urgencias, por lo general con un índice de gravedad relativamente bajo», como se desprende de la cifra de ingresos. La mayoría se va para casa tras ser explorado. Es por eso que el gerente del hospital, Pedro Herce, vuelve a insistir en que «se debería hacer un uso racional de los dispositivos de urgencia hospitalarios en esta coyuntura estival y con mucha población flotante». Pese a los momentos de atasco, que se repiten en determinadas franjas horarias con más frecuencia que en otras, «el hospital comarcal no ha tenido que derivar ningún paciente ni suspender ninguna actividad», destaca Herce.

El Hospital de Laredo también soporta la época de mayor presión del año, no sólo por la octava ola sino porque en verano su población de referencia se multiplica de forma considerable con los turistas y visitantes de segundas residencias. Desde allí, la gerente del centro, Mónica Hernández, habla de «cierta estabilización de los ingresos», aunque el pasado fin de semana se tomó la decisión de habilitar el hospital de día para ganar camas en vista de la alta ocupación alcanzada.

Esa medida ha contribuido a frenar las derivaciones a Valdecilla, ahora limitadas a los pacientes más graves o que requieren atención en la Unidad de Cuidados Intensivos. No obstante, como apunta Beatriz López, «lo positivo que se está viendo en esta ocasión es que la tendencia de la UCI no se agrava».Ayer eran seis los pacientes covid atendidos en la unidad de críticos, dos más que 24 horas antes, lo que supone una ocupación del 3,6%. La nota negativa del informe diario fueron los cinco fallecimientos que se sumaron al negro contador de la pandemia en Cantabria –van 18 en esta última oleada de Ómicron–, que llega así a las 928 víctimas.