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Los hospitales cántabros ya están listos para la 'operación verano', la época del año en la que hay que conjugar la actividad asistencial, que no sólo no para sino que se acompaña del siempre previsible aumento de urgencias debido a la afluencia de visitantes, con las vacaciones de buena parte de la plantilla sanitaria. Los planes, con las medidas organizativas adoptadas a las circunstancias de cada centro, se ponen en marcha desde hoy, con un punto en común: la reducción de la actividad quirúrgica programada. Es práctica habitual en cualquier hospital rebajar entre los meses de julio y septiembre las cirugías que pueden esperar para aligerar la ocupación de camas y garantizar a la vez los recursos disponibles a la cobertura de la asistencia no demorable. Pero a partir de ahí cada centro se adapta a sus peculiaridades para afrontar los picos de actividad del periodo estival.
Así, por ejemplo, el Hospital de Laredo requiere un plan de contingencia específico por su propia ubicación, como epicentro de una de las zonas más turísticas de la región, por lo que ya se prepara para doblar la actividad asistencial que recibe el resto del año. «Siempre tenemos un repunte de las urgencias durante el verano. En algunas semanas de julio pasamos de tener una media de un centenar de casos diarios a recibir más de 200, lo que nos obliga a activar más recursos, sobre todo en horario de tarde», explica el gerente del Hospital de Laredo, Ander Larrazabal. Y esa es precisamente una de las características del verano, «una mayor afluencia de pacientes durante la tarde-noche», ratifica Gonzalo Pérez Rojí, subdirector médico de Valdecilla. La segunda: un mayor porcentaje de procesos banales, en comparación con las épocas de mayor intensidad del invierno, cuando además de dispararse las urgencias crecen los ingresos, con los mayores como perfil predominante.
450 urgencias es el pico máximo que se llega a registrar en Valdecilla en los días de mayor intensidad.
Ahora, en cambio, la tasa de hospitalizaciones en Valdecilla derivadas de Urgencias disminuye. «Si la media de ingresos se sitúa en un 14%, a partir de ahora esa cifra suele bajar al 11%», señala Pérez Rojí. Por eso, la Gerencia repite el plan diseñado la temporada pasada, cuando tomó la determinación de no cerrar ninguna planta sino convertir las habitaciones dobles de las Tres Torres (hay un máximo de cuatro por planta) en individuales. Con ello se reduce simétricamente el número de camas –en total serán unas 84 menos–, lo que permite no movilizar al personal de Enfermería de cada planta durante el verano y, en caso de necesidad, poder abrir las camas que se necesiten a demanda. «De esta forma, la ventaja es que los pacientes ingresados van a tener un mayor confort, al tiempo que en caso de que nos hiciera falta ampliar la capacidad, solo tendríamos que volver a habilitarlas como dobles», señala el subdirector médico. Así, habrá un único paciente por habitación en todas las asignadas a Medicina Interna (en torno a un centenar), así como en las de las especialidades quirúrgicas, aprovechando que se reduce la actividad.
Gonzalo pérez rojí | Subdirector médico de Valdecilla
En el hospital cabecera cuentan con que en las próximas semanas es más que probable que se registren «picos de urgencias por encima de los 400 pacientes», cuando la media diaria se sitúa en torno a los 300. «Hay días puntuales que se esperan complicados, como los festivos. El lunes siguiente al 15 de agosto, estadísticamente, suele ser una fecha de récord de urgencias», añade. Para paliar el aluvión de esas jornadas, «está prevista la apertura de los boxes del área vigilada de Urgencias», un recurso del que se tira también en invierno cuando se satura el servicio. Una de las novedades introducidas este año para intentar evitar los atascos es la creación de una consulta rápida en urgencias, «dirigida a atender ese volumen de patología banal propia del verano», que por otro lado es el grupo de pacientes que más tiempo pasa en las salas de espera, teniendo el cuenta que el cribado de entrada establece el orden de prioridad en función del nivel de gravedad.
La nueva consulta, atendida por médico y personal de enfermería, se encargará de los clasificados con el nivel 4 y 5. «Calculamos que entre un 40 y un 45% de las urgencias que nos llegan no revisten gravedad... hablamos, por ejemplo, de arena en los ojos, quemaduras solares, torceduras o contusiones leves», consecuencia muchas veces de que el buen tiempo propicia que la gente haga más deporte y se apunte a planes al aire libre que a veces acaban accidentados.
ander larrazabal | Gerente del Hospital de Laredo
Reforzar el servicio de Urgencias es una de las prioridades del Hospital de Laredo desde hoy, que arranca la temporada más fuerte. «Lo que hacemos siempre de cara a estos meses es contratar personal de apoyo, sobre todo de enfermería y auxiliares, con el fin de que no se nos acumulen muchas personas», añade Larrazabal, que cifra en un 56% el crecimiento de la actividad del hospital pejino con respecto a los meses previos, «aunque los ingresos no superan el 10%». En este caso, la procedencia de los visitantes, en su mayor parte del País Vasco, hace que sean «más frecuentes en esa época los traslados a hospitales de Euskadi, próximos a su lugar habitual de residencia», explica el gerente. «Funcionamos al contrario que otros hospitales, que ven reducida su presión asistencial. Y es cierto que tenemos más dificultades a la hora de contratar médicos, lo que nos obliga a hacer auténticos equilibrios para mantener la atención urgente y programar muy bien las vacaciones para que no queden agujeros».
María antonia urbieta | Gerente del HospitalSierrallana
Algo más tranquilo se prevé el periodo estival en Sierrallana (Torrelavega), aunque su nueva gerente, María Antonia Urbieta, apunta que «las urgencias aumentarán claramente» respecto al ritmo habitual, lo cual implica que «se atenderán más pacientes de Traumatología», siendo la semana de las fiestas patronales una de las que se espera más conflictiva. «A diferencia de otros veranos, vamos a mantener cuatro (en lugar de tres) de los siete quirófanos en funcionamiento, más el de Urgencias, desde el 1 de julio al 30 de septiembre, un cambio para el que hemos tenido que reorganizar al personal», afirma Urbieta. «La Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) mantendrá su actividad en función de la cobertura de urgencia». En paralelo, el plan activado desde hoy en Sierrallana incluye el cierre de 27 camas (15 en la planta 1B y las 12 de corta estancia), que a partir del 1 de agosto serán unas 40, puesto que está previsto el cierre de un tercio de la planta 1A (estas últimas se reabrirán el 16 de septiembre). También el hospital Tres Mares (Reinosa), que depende de la Gerencia de Torrelavega, recortará entre 12 y 14 camas este verano y contará con personal extra en urgencias de cara a las fiestas de San Mateo.
La Gerencia de Atención Primaria, la más afectada por el déficit de sustitutos, también intenta cuadrar su propio croquis veraniego para garantizar la cobertura en todos los centros de salud y servicios de urgencias extrahospitalarias (SUAP), a sabiendas de que cualquier «eventualidad imprevista» (como coincidencia de bajas entre los profesionales en cartelera) puede hacer que la planificación se vaya al traste. Mientras eso no ocurra, «no va a haber problema», asegura el gerente, Alejandro Rojo. Y cruzando los dedos para que así sea, «se han reforzado tanto los equipos de Atención Primaria, para equilibrar al personal de vacaciones, como los SUAP que sabemos que van a tener un aumento de la demanda en los próximos meses, sobre todo los ubicados en los municipios costeros (Meruelo, Somo, Castro Urdiales, Laredo, Santoña, Suances, Santander...)».
En total, se han incorporado 21 médicos, 14 profesionales de enfermería, 9 auxiliares administrativos y 4 celadores. «Se repiten los refuerzos del verano pasado, aunque esta vez hemos incrementado la plantilla en los SUAP de Meruelo y de San Vicente de la Barquera, con un refuerzo más entre las cinco de la tarde y las diez de la noche, por tratarse de dos zonas que soportan mucha presión asistencial», explica el gerente. «A día de hoy, tenemos todos los puestos cubiertos, aunque cierto es que tenemos los sustitutos que tenemos. Las dificultades van a depender de las circunstancias sobrevenidas», admite. Rojo desconoce si el conflicto protagonizado por los profesionales de SUAP y 061, de nuevo estancado al rechazar la última oferta de la Administración, puede interferir a la hora de solventar posibles contratiempos de la propia plantilla. «Otros años tenían disponibilidad para sustituirse entre ellos...», declara. Pero ahora más de uno no está por la labor, teniendo en cuenta que han visto restringidas sus vacaciones.
El gerente reconoce que, «cuando hay limitación de profesionales, hay que amoldarse al calendario. Y los equipos han respondido bien, cogiendo las vacaciones de forma escalonada, de tal forma que solo coincidan un máximo del 33%». En el caso de los servicios de Urgencias, donde no cabe la autocobertura, se han dado instrucciones que impiden coger más de una quincena de vacaciones seguida ni coincidir en esas fechas más de dos profesionales del mismo SUAP. «El verano es imprevisible, el año pasado se notó el aumento de gente, ya veremos que nos depara éste», concluye.
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