Los hospitales recuperarán ya el 100% de la actividad quirúrgica la próxima semana

Los hospitales cántabros recuperarán ya a partir de la próxima semana el 100% de su actividad quirúrgica tras el parón de la pandemia, que durante semanas obligó a limitar las cirugías a las patologías urgentes e indemorables. La 'desescalada' quirúrgica se inició en las primeras semanas de mayo a medida que iba descendiendo la hospitalización de los pacientes con Covid-19 (ayer quedaban ocho ingresados), la demanda de UCI, que ya se reduce a un único caso, según se recoge en el balance diario de la Consejería de Sanidad, y la afluencia en los servicios de Urgencias de infecciones respiratorias compatibles con el virus de Wuhan.

El inevitable impacto en las listas de espera de la parálisis de marzo y abril aún está por medir, aunque las Direcciones de los hospitales son conscientes de que el gran repunte vendrá a medida que se vayan retomando todas las consultas de médicos especialistas suspendidas, puesto que es ahí donde se indica si hay que operar o no. Y se juntará quienes recibieron la llamada para comunicarles que su intervención quedaba cancelada hasta no se sabe cuándo, con los que aún tenían que pasar antes por pruebas diagnósticas (con sus propias listas de espera) y por la decisión clínica.

El volumen de citas presenciales ya empezó a crecer desde mediados de mayo, aunque condicionado por las medidas de seguridad que requiere la situación, lo que implica evitar las aglomeraciones en las salas de espera y pasillos de los centros para garantizar que se mantienen los dos metros de distancia entre pacientes. Mientras las consultas sigan contenidas, lo estarán las listas de espera, aunque es un freno en falso que acabará disparándose. Y cabe recordar que 2019 se cerró con los peores registros de los últimos siete años, con más de 10.500 pacientes pendientes de pasar por quirófano (2.000 más que el ejercicio anterior) y una demora media de 100,5 días, un batacazo reconocido por Sanidad, que lo achacó a las consecuencias derivadas de las oposiciones sanitarias -en una convocatoria histórica que abarcaba a la mayor parte de categorías profesionales- y de los conflictos laborales que estallaron durante la primavera previa. Entonces, desde el Servicio Cántabro de Salud (SCS) calificaron como «preocupante» este aumento, que se registró en prácticamente todas las especialidades, aunque los servicios peor parados fueron los de Oftalmología y Cirugía General.

Si había alguna esperanza de remontar esas cifras a lo largo de 2020, el Covid-19 la echó por tierra. En Valdecilla, que tenía el pasado febrero a 6.848 pacientes en lista de espera quirúrgica, acumula un mínimo de 300 casos más tres meses después, una cifra baja y muy provisional que se justifica en ese freno puesto en las consultas y en el hecho de que incluso durante la pandemia pudo mantener cerca de un 40% de la actividad, porque no llegó a estar saturado por el coronavirus.

En la actualidad, el principal hospital de Cantabria realiza una media de 60-65 intervenciones al día, con 24 quirófanos en funcionamiento, aunque desde el lunes programa llegar al 100% de la actividad previa a la pandemia, aunque sin contemplarse las cirugías de tarde, salvo las intervenciones con el robot Da Vinci que son las más complejas, requieren más tiempo y, por tanto, pueden exceder el horario de mañana. «Recuperar la cirugía robótica era una prioridad», destaca la directora médica, Rosana García, «porque supone mucho beneficio para los pacientes», aunque su reflejo en las listas de espera sea menor, al tratarse de intervenciones largas (una o dos semanales). En sus planes se contempla «potenciar la cirugía robótica», sobre todo cuando pueda incorporarse el nuevo equipo, que estaba a punto de llegar cuando la pandemia lo paralizó todo.

Si el verano pasado ya se operó más de lo habitual en esa época, precisamente para paliar el incremento que se arrastraba en las listas de espera, la previsión para el que está a la vuelta de la esquina «es reducir menos aún la actividad quirúrgica». El hospital ultima también un protocolo para las familias de los pacientes operados para que esperen directamente en la habitación y evitar así el paso por la sala de espera.

En Sierrallana también han alcanzado «velocidad de crucero», como apunta el gerente, Pedro Herce. «Estamos ya a un ritmo habitual, con 175 intervenciones a la semana en seis quirófanos». Sin cifras cerradas, calcula unos 1.000 pacientes más sobre la lista de espera del año pasado a estas alturas. Cabe recordar que en los momentos más duros de la pandemia, el hospital tuvo que derivar todas las cirugías a la Clínica Mompía para poder triplicar la capacidad de su Unidad de Cuidados Críticos. También en Tres Mares ha vuelto la 'normalidad' quirúrgica, «con dos días a la semana, pero en horario de mañana y tarde: 30 pacientes a la semana», explica. Más complejo reconoce que es ese retorno en el área de consultas, donde hay que adaptar las agendas nuevas para combinar citas presenciales y teleconsultas. Y al cien por cien arrancará la próxima semana también el Hospital de Laredo: con los cuatro quirófanos funcionando y una media de 23 intervenciones diarias. «Estamos dentro de los plazos previstos, aunque aún nos queda mucho por planificar y poner en orden», subraya la gerente, Mónica Hernández, sin perder de vista, y en eso coinciden todos, que toda planificación está a expensas de la evolución del virus.